Concha Velasco siempre será recordada como la eterna chica ye ye. La actriz ha fallecido este sábado, 2 de diciembre, a los 84 años, dejando un legado artístico de más de seis décadas. 

Fue una de las artistas más populares y queridas de España, con una carrera que comenzó cuando apenas tenía 15 años. Se despidió del público con La habitación de María, una obra escrita por su hijo Manuel. "Estoy verdaderamente emocionada y quiero dar las gracias por esta despedida tan bonita", decía Concha mientras era ovacionada por el público que abarrotaba el teatro Bretón de los Herreros (Logroño) para ver su última actuación, en septiembre de 2021.

[La tormentosa historia de amor de Concha Velasco y Paco Marsó: infidelidades, excesos y ruina económica]

Desde marzo de 2022 vivía en una residencia de mayores en Las Rozas (Madrid), a causa de los problemas de movilidad que padecía y que le obligaban a estar atendida las 24 horas del día. Su luz se ha apagado este sábado, pero su recuerdo es imborrable. "Somos unos afortunados por haber gozado de la mejor madre del mundo y por recibir el cariño de tantos españoles que la quieren y la admiran", han asegurado sus hijos, Manuel y Paco, en un comunicado. 

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    Bailarina, cantante y actriz

    Concha Velasco fue bailarina y cantante antes de convertirse en actriz de cine, teatro y televisión, facetas a las que también unió las de presentadora y productora escénica.

    Nacida en Valladolid el 29 de noviembre de 1939, vivió su infancia en el Sahara, destino militar de su padre, un comandante de Caballería. Tras su retorno a la península estudió danza clásica y española en Madrid. Subió por primera vez a un escenario en 1954, en el Teatro de la Zarzuela con la revista Bienvenido, Mister Dollar. Desde su debut en la gran pantalla en La reina mora (1955), con apenas 15 años, participó en cais un centenar de largometrajes a los que sumó alrededor de 20 series televisivas, más de 30 obras de teatro y la grabación de una decena de discos.
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    La eterna 'chica ye ye'

    Concha Velasco será la eterna 'chica ye ye'. Fue este número musical el que la catapultó definitivamente al éxito. Pero la actriz también fue renació varias veces en un sinfín de papeles: chulapa, prostituta, mística, novia ejemplar, esposa modelo, mujer fatal, moderna, progresista... Lo hizo todo, bajo las órdenes de directores como José Luis Saenz de Heredia, Pedro Lazaga, Pedro Olea o Luis García Berlanga, Mario Camus.
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    Tormentosa relación con Paco Marsó

    En el teatro también conoció a Paco Marsó, con quien contrajo matrimonio el 18 de abril de 1977. Fue una historia de amor tormentosa, marcada por las infidelidades, excesos y ruina económica. Fruto de su relación nació el segundo hijo de Concha, quien lleva el mismo nombre de su progenitor. 
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    Dos hijos

    Concha Velasco fue madre dos hijos. Previo a su matrimonio con Paco Marsó y al nacimiento de su hijo en común, llegó al mundo Manuel, fruto de su relación con el director de fotografía Fernando Arribas.

    Su primogénito fue adoptado por el productor teatral. El nombre del padre de Manuel no se supo hasta 2021. Fue la propia actriz quien lo desveló públicamente. 

    Tanto Manuel como Paco se convirtieron en sus principales apoyos, hasta el fin de sus días. 
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    Ruina económica

    Junto a Paco Marsó, Concha también probó suerte en los negocios, aunque sin demasiado éxito. Fundaron la editorial Marsó-Velasco que no llegó a buen puerto, y sobre todo, se metieron de lleno en la producción teatral. Esa experiencia fue tan enriquecedora por la calidad de las obras como empobrecedora, ya que arruinó al matrimonio. El musical Carmen, Carmen (1988) tuvo un éxito tan atronador que con los beneficios montaron La Truhana (1992), con la que perdieron algo más de 720.000 euros. Posteriormente representaron La rosa tatuada (1997) que tampoco salió como tenían previsto.

    En 2001, Concha y Paco tuvieron que vender su posesión en La Moraleja (2.500 metros cuadrados de parcela y 431 metros cuadrados de casa) para saldar la deuda de Hacienda de 138.000 euros, así como el impago de la hipoteca de algo más de 360.000 euros.
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    Bache de salud

    En mayo de 2014, Concha Velasco paró su carrera para recuperarse de un linfoma. Durante ese tiempo pasó tres veces por el quirófano y se sometió a un tratamiento que, meses después, le permitió retomar su carrera. Así fue hasta 2021. 
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    Prestigiosos reconocimientos

    Su exitosa trayectoria le permitió conseguir un sinfín de prestigiosos galardones. Fue reconocida como miembro de honor de la Academia de las Artes Escénicas de España en 2014 y recibió el Premio Nacional de Teatro en 2016. Entre otros, en 2018 le entregaron la Medalla de Oro de Valladolid. 
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    No quiso morirse sobre el escenario

    En ocasiones, cuando le preguntaban por su reteridada, Concha Velasco aseguraba que no quería morirse "encima del escenario". Finalmente, en 2021, puso fin a su carrera artística.  
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    Su última obra

    Concha Velasco se despidió del público con La habitación de María, una obra escrita por su hijo, Manuel. "Estoy verdaderamente emocionada y quiero dar las gracias por esta despedida tan bonita", decía la actriz mientras era ovacionada en el teatro Bretón de los Herreros (Logroño), en septiembre de 2021. "Leed y conduciréis, no leáis y seréis conducidos". Así, palabras, parafraseando a uno de sus personajes míticos, Santa Teresa de Jesús, puso fin a seis décadas sobre los escenarios
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    Su última etapa

    Concha Velasco vivía en la residencia de mayores, Orpea Punta Galea, ubicada en Las Rozas (Madrid), desde marzo de 2022, a causa de los problemas de movilidad que padecía y que le obligaban a estar atendida las 24 horas del día.

    Desde que ingresó en la residencia, la eterna chica ye ye recibió visitas diarias de familiares y amigos que la acompañaron durante pequeños ratos. Estos encuentros, aunque estaban dosificados para evitar mucho alboroto, se convirtieron en uno de los pasatiempos de los que más disfrutaba. Así fue hasta el último día de su vida. Esta misma semana, con motivo de su 84 cumpleaños, Concha Velasco estuvo acompañada de su entorno más cercano. 
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