Apenas quedan unas semanas para la llegada de la Navidad, pero Isabel Preysler (72 años) lleva ya un tiempo preparándose para estas fechas tan señaladas. Aunque la reina de corazones lleva años siendo la protagonista de las portadas de las revistas y de la crónica social, es ahora cuando abre las puertas de su casa en Puerta del Hierro y presenta al mundo lo que nunca se ha visto de ella.
Esta martes, 5 de diciembre, se ha estrenado en Disney+ su especial, Isabel Presyler: Mi Navidad. Un lanzamiento que ha llegado con gran expectación y que muestra la parte más privada de ella y de su familia. Un proyecto grabado en siete días y que ha sido resumido en dos capítulos de 40 minutos de duración.
El documental une los relatos actuales con sus recuerdos y vídeos de cuando los cinco hijos de la socialité eran pequeños y disfrutaban de la magia de la Navidad. Las cámaras entran por todas las estancias de su casa para conocer más de cerca sus manías y sus intereses.
El especial comienza con Isabel Preysler despertándose y con un silencio sepulcral. Es entonces cuando Ramona, la chef de la casa, le lleva el desayuno. Cada mañana la madre de Tamara Falcó (42) toma un almuerzo fijo y que solo cambia en situaciones excepcionales o que requieren de más ingesta de alimentos: agua caliente con lima, zumo de pomelo, kiwi, pieza de pomelo, agua con semillas de lino y agua de Jamaica. Excepcionalmente, la socialité toma unas tostadas.
Mientras desayuna, no quiere que nada ni nadie la moleste. Solo deja que ese silencio que tanto busca lo rompan sus nietos. Tal y como defienden tanto Tamara Falcó como Ana Boyer (34), es una abuela que consiente todo a sus nietos, las únicas personas con las que no tiene ninguna manía y a los que deja incluso pintar en las paredes.
Otro de los 'toc' que más se deja ver en este especial es que todo en casa tiene que estar perfecto, y más en Navidad, cuando familia y amigos la visitan en su casa de Puerta del Hierro. "No quiero ninguna copa rota, ninguna copa picada y quiero que eso esté completo. Hay que reponer todas esas. Sin falta", le pide a una de sus empleadas.
Este proyecto deja ver la parte más privada de la socialité, a la que se ve incluso practicando deporte. Por mucho que su entrenador personal le insiste en que tiene que ejercitarse aunque él no vaya a su casa, ella solo lo hace cuando está él. Se trata de ejercicios sencillos, pero que le mantienen en forma.
Hay otras que aunque no se ven en el especial, son sus hijas las que se encargan de relatarla ante las cámaras y sin ella presente. Tal y como explica Tamara Falcó junto a Ramona, la cocinera, cada año su madre encarga roscones de reyes que incluyan un regalo para cada persona. "Lo que me hace gracia del roscón es que mami pida que a todo el mundo le toque premio y que cada dos centímetros haya un premio. Le encanta", señala la marquesa de Griñón.
Para poder hablar con su hija Chábeli Iglesias (52), que reside en Miami, la socialité se queda despierta hasta las cinco de la mañana. Momentos de silencio que aprovecha para leer, pensar y descansar la cabeza. Para Isabel Preysler sus hijos son fundamentales en su vida y siempre los tiene en el recuerdo.