Hace un tiempo, la reina de corazones, Isabel Preysler (72 años) se enfadó sobremanera con su gran amigo Boris Izaguirre (58) -con motivo de un artículo de opinión que éste escribió sobre Tamara Falcó (42) e Íñigo Onieva (34)-, y le retiró la palabra ipso facto.
Una amistad de años se vio, drásticamente, truncada. No sólo se molestó Preysler: también su hija Tamara tomó distancia del escritor venezolano. Izaguirre pidió perdón -en público y en privado- en varias ocasiones por unas palabras que admitió como desafortunadas.
El inexorable paso del tiempo, y puede que la Navidad -y su efecto armónico-, haya hecho el resto, pero lo cierto es que Boris e Isabel Preysler se han reconciliado. Todo vuelve a ser como antes. Así lo ha anunciado Boris, pelín emocionado, este pasado miércoles, día 13, durante la presentación de los Premios Dona2, presididos por Fabiola Martínez (50).
Boris ha acudido como invitado y ha atendido a EL ESPAÑOL. Feliz, Izaguirre ha desvelado el contenido de esa conversación que ha reactivado los sentimientos entre dos viejos amigos.
Boris, noche solidaria. ¿Cómo se encuentra?
Muy bien. Claro que sí, apoyando a Fabiola, como tiene que ser. Tengo una buena noticia que contaros.
¿De qué se trata?
Acabo de hablar con Isabel -Preysler-. Decidí enviarle unas flores y, aunque todavía no he terminado de ver todo el documental, he recibido la llamada de Isabel. Me ha contactado para desearme feliz Navidad. Me pareció una cosa importante de comentar, porque como nosotros lo hemos vivido tanto estos meses... Yo pienso que en realidad es una feliz noticia.
¿Qué ha sentido cuando ha visto en su teléfono 'Isabel Preysler'?
Bueno, yo no la tengo guardada así en mi teléfono. Porque tengo esa costumbre vieja de que a amigas como Isabel es mejor guardarlas de una manera más discreta. La tengo guardada como 'Isa Isa', y, claro, cuando lo vi... Me sorprendió que yo estuviera al lado del teléfono, por eso también me parece que ha sido como una cosa muy feliz. Porque no siempre estoy con el teléfono en la mano. En ese momento, lo tenía, lo vi y respondí inmediatamente.
¿Y cómo fue esa conversación?
Ella, inmediatamente, me dijo 'Hola, Boris. Te quiero agradecer las flores y son preciosas'. Yo le dije 'Me encanta, de verdad, hablar contigo'. En ese momento, dijo 'Quiero también desearte feliz Navidad'. Hablamos también de otras cosas más sobre la película Napoleón, que nos ha gustado mucho a los dos, aunque ha recibido pésimas críticas.
¿Por qué guarda su contacto de manera diferente?
Esto es, quizás, un consejo. A mí no me gusta dar consejos, como le pasa a Carolina Herrera (84), que siempre lo dice. Pero, quizás, puede ser una buena idea porque el teléfono tiene muchísima información sobre ti y sobre otras personas. Es una maestra de confianza y un poquito de celo sobre esas personas que, sientes, has de cuidar.
Pese a su reconciliación, ¿qué le ha parecido el documental de Isabel?
Tengo que terminar de verlo, pero estoy seguro que me va a gustar. Sinceramente, la biblioteca de Boyer y todos esos lugares que salen de la casa son sitios que yo conozco mucho y que me encantan. Me parece maravilloso, pero siento un poco de celos que más personas los vayan a conocer. Desde luego, es un celo absurdo.
Se ha echado de menos a Mario Vargas Llosa en el documental.
Bueno, pero, es que Mario e Isabel se han separado en noviembre del año pasado. No lo sé: eso son decisiones que no tienen nada que ver conmigo.
Ana Boyer y Fernando Verdasco serán padres. Isabel, abuela. ¿Ha hablado con ella de esto?
No hemos hablado de eso, pero me encanta el anuncio. Me encanta que la familia de Fernando y Ana siga creciendo. Son unos padres extraordinarios, internacionales y modernos. Muy jóvenes. Están haciendo una familia maravillosa.
Han surgido nuevos rumores de una presunta infidelidad de Íñigo Onieva, ¿qué opina?
De verdad, eso me parece un poco estomagante ya. No tengo nada que decir. Siempre aparece alguien que dice una cosa que es desagradable. Luego tienes que pasar por el proceso de confirmar quién es esa persona. Si esa persona va a seguir insistiendo... Luego es rumorología.
¿Confía usted en Íñigo?
Hombre, por supuesto. Lo estamos conociendo también.
¿Le ha sorprendido?
Mucho, desde el principio. Desde que lo conocí en mi gimnasio. Allí lo conocí y se me presentó. Entonces yo ya le dije 'Íñigo, esperábamos que Tamara nos presentase'. Me parece un chico extraordinario. Como dice Juan Avellaneda (41) es 'muy chico'. Y eso me encanta de él.
¿Cree que él aguanta mucho con el tema de la infidelidad?
Imagino que también su familia. Y luego, como bien dices, él mismo. Es ese tipo de ruido, que gusta mucho escuhar, pero que no estoy nada de acuerdo en participar.
¿Cómo está usted?
Estoy bien. Hemos iniciado una aventura televisiva que llega a su fin este sábado -Más vale sábado, el espacio que presenta en LaSexta con Adela González (50)-, pero, bueno, estamos acostumbrados, este trabajo es así. Unas veces funciona, y otras no puede prolongarse todo lo que a uno le gustaría. Estoy escuchando ofertas y viendo un poco cuál es mi decisión siguiente. Tengo que saber decidir bien.
¿Cómo va a pasar las navidades?
Las vamos a pasar en Vigo, con la familia de Rubén. La madre de Rubén falleció, lamentablemente, en octubre, y vamos a estar con su familia. Luego después vamos a estar en Ibiza con unos amigos, con los que también estuvimos el año pasado. Y después de eso, puede que Rubén y yo hagamos un viaje. A Caracas ya fui en agosto e iré el agosto próximo.
¿Cómo define a Fabiola?
Es una luchadora.
¿Encontrará ella el amor en 2024?
Si ella quiere, sí. Esas son cosas que no se pueden ir diciendo. Ella se enamoró y ella volverá. Uno siempre tiene que tener esas puertas siempre muy abiertas. Creo en el amor muchísimo.
¿Qué le parece el escándalo de Bertín? Va a ser padre de nuevo.
No lo sé. La verdad es que Rubén, mi marido, sigue más esa historia que yo.
Por último, ¿le ha sorprendido la decisión del torero Juan Ortega de no casarse a última hora?
De eso claro que me he enterado. Realmente, lamento que una boda se cancele, pero también con la cantidad de cosas que ocurren en el mundo no lo veo algo tan impresionante. Desconozco el alcance de esa impresión.