Oficialmente no está en la primera línea de la política. Sin embargo, Irene Montero (35 años) no abandona su carrera. Esta misma semana, precisamente, ha pedido a sus seguidores su aval para ser la candidata de Podemos a las elecciones europeas. Lo ha hecho con un vídeo propagandístico que sucede a cuatro post personales que confirman que la exministra de Igualdad está dando un giro a su imagen en redes.
La política sigue siendo el tema central de su feed de Instagram. Pero en los últimos tiempos Irene Montero se ha mostrado como nunca, descubriendo algunos detalles de su vida personal, de la que solía ser muy hermética.
Los selfies, que sin sugerir demasiado dan una pincelada de sus planes al margen de la política, se están convirtiendo en un habitual. De esta manera, precisamente, la pareja de Pablo Iglesias (45) daba la bienvenida al nuevo año. Su faceta de madre también está teniendo gran presencia en las redes. Preservando su intimidad, eso sí, en los últimos días Irene Montero se ha mostrando junto a Leo (5), Manuel (5) y Aitana (4) mientras les lee un cuento o en pleno paseo por la naturaleza.
Gracias a estos nuevos post, sus gustos personales ahora también son de conocimiento público. El pasado 2 de enero, la también psicóloga madrileña se sinceraba como nunca, ante una tirada de cartas del tarot, revelando entre otras cosas que es más de dulce que de salado; más de calor que de frío y más de series que de películas.
Montero descubría sus preferencias mediante un cuestionario que respondía a una plantilla de Instagram que se hizo viral en los últimos días de 2023 y las primeras jornadas de 2024. Otro gesto que confirmaba el nuevo rumbo que están tomando sus redes, pues Irene Montero se está sumando a las tendencias y los post populares entre los creadores de contenido. Días antes, incluso, también se unía al trend de resumir el año anterior con un vídeo breve de algunos de sus grandes momentos.
Este cambio, según explica a EL ESPAÑOL Verónica Fumanal, consultora en estrategia, comunicación y liderazgo, se debe principalmente a tres cuestiones: "Necesidad de contenido, necesidad de reconstruir la persona política y dar un nuevo impulso en su perfil político y público".
La experta rememora que cuando Montero estaba al frente de las políticas de igualdad, "su actividad allí era suficiente para crear contenidos para sus seguidores. Pero ahora, cuando tiene un cargo orgánico, y no público, necesita crear otro tipo de post". Añade Fumanal que este nuevo giro en sus redes "ayuda a humanizarla porque ha sufrido muchísimo escarnio y proceso de desacreditación". En su opinión, este cambio "le permite reconstruir la figura pública a través de un lado personal que había estado escondido cuando era ministra".
Sobre humanización también habla Jordi San Ildefonso, Social Media Manager. "Está apostando por contenidos más personales y mostrar momentos familiares con los que el resto de usuarios se pueden sentir identificados, como la conciliación familiar. Nos acerca y humaniza más al personaje", asegura. "Está apostando por crear vínculos más emocionales con sus seguidores, quizá para llegar a un público más amplio que sus votantes", añade.
Sobre esta nueva estrategia, San Ildefonso comenta que "encaja a la perfección con la tendencia en redes sociales de mostrar marcas más auténticas y transparentes". No obstante, no es un cambio casual.
Aunque esta nueva versión de Irene Montero en redes podría verse como un proceso natural debido al momento político en el que se encuentra, lo cierto es que responde a una estrategia meditada. Arantxa Pérez, de la agencia PR & MANAG comenta a este medio que la exministra de Igualdad estaría tratando de "limpiar su imagen por las cosas que se le han criticado y que al final la han sacado de un sitio. Por las que se le criticó en un puesto en el que luchaba por la conciliación familiar". En su opinión, la pareja de Pablo Iglesias se estaría esforzando para conseguir ese "aval" de sus seguidores que pide en su último vídeo propagandístico.
Su objetivo sería, según Arantxa Pérez, que sus seguidores, "de todos los sectores y géneros", se vean reflejados en ella. Pero nada es natural. "Está estudiado, controlado, tiene un sentido y un por qué". Es "una forma de venderse para conseguir un fin político", sentencia.
En cuanto a si esta estrategia está dando resultados, o no, Pérez asegura que es "demasiado pronto" para analizarlo. Pero Jordi San Ildefonso sí se atreve a hacer un balance, explicando que sus post personales están teniendo más likes y comentarios que el resto de publicaciones.