Las últimas semanas han estado protagonizadas por la batalla mediática que han protagonizado los hijos de Jaime Ostos en televisión. Una disputa que comenzó por el patrimonio que el torero, fallecido hace dos años, dejó a sus herederos y que algunos de ellos siguen reclamando.
Pero todas esas rencillas se han enterrado para homenajearle en su ciudad natal, Écija. Era una fecha señalada en rojo en el calendario para su familia, encargados de inaugurar la glorieta que llevará el nombre de Jaime Ostos Carmona con un monolito como protagonista.
Finalmente, este sábado, 20 de enero, la familia del torero ha vuelto a reencontrarse para enterrar el hacha de guerra y dar inicio a una posible reconciliación. Aunque no se conocía la lista oficial de invitados a la cita, sus hijos, Gabriela Ostos (62 años) y Jacobo Ostos (39) estaban confirmados, así como su viuda, María Ángeles Grajal (69).
Con una sonrisa en sus rostros y enterrando así la guerra pública entre las familias, Mari Ángeles Grajal y Gabriela Ostos se han mostrado más unidas que nunca en el homenaje, dejando de lado las habladurías. Ambas han protagonizado un emotivo abrazo y se han dejado fotografiar juntas.
Aunque han querido evidenciar que no existe una mala relación entre ellas, las indirectas que se han lanzado las familias en los programas de televisión por el reparto de la herencia del maestro. Durante este tiempo, la doctora ha querido permanecer al margen de las declaraciones de los hijos de Jaime. Siempre ha asegurado que no tenía ningún tipo de problema con los hijos de su marido y así lo ha demostrado en la cita de este sábado.
Una situación muy diferente es la que se ha vivido entre Gabriela y Jacobo, hermanastros que han protagonizado horas de discusiones en televisión. El hijo de Mari Ángeles Grajal ha asegurado que lo único que le interesa a Gabriela era el patrimonio económico de su padre. La tensión ha sido más que evidente en el homenaje, tanto que han evitado estar juntos y cuando lo han hecho ha sido con distancia palpable. Han llegado por separado, no se han dirigido la palabra y ni se han mirado.
Una de las reclamaciones de la hija del diestro es la ausencia de un Picasso original que, supuestamente tenía en su casa su padre y que se habría quedado su viuda.
La ausencia más notable ha sido la del primogénito Jaime Ostos Jr, quien no ha podido acudir por problemas médicos. La familia ha querido demostrar una unión inexistente para acallar los rumores. Ni siquiera la muerte de su padre consiguió unir a sus hermanos que continúan sus disputas por su dinero.