Pablo Castellano (37 años) se ha convertido en uno de los rostros más seguidos en redes sociales gracias a la familia que ha formado junto a María Pombo (29). Sólo en Instagram acumula más de 530.000 seguidores, con quienes comparte su día a día, además de sus avances en lo profesional.
Es el mediano de tres hermanos con los que mantiene un vínculo muy especial. Con el paso de los años, han demostrado ser inseparables en lo personal y en lo laboral. 2010 fue un año de cambios para la familia tras la inesperada muerte de su padre, José Luis. Aunque padecía cáncer de colón, el motivo de su fallecimiento fue un infarto.
Su progenitor se dedicaba al mundo de la construcción, algo que tanto él como su hermano mayor, Jacobo, heredaron y gracias a lo que han podido continuar con el legado. "Mi padre tenía una empresa de construcción, pero cuando muere no teníamos nada. Decidimos emprender por nuestra cuenta. Lo primero que hicimos fue un baño muy pequeño y pintar una oficina", revela en uno de los nuevos episodios de Pombo, la serie documental sobre la vida del clan.
En el momento de su fallecimiento, José Luis estaba casado con otra mujer, quien decidió tomar una drástica decisión que perjudicó directamente a sus hijos: "Mi padre no terminó de dejar las cosas bien, fue todo un poco de boca, y al final, la que era su mujer no respetó sus decisiones e hizo todo lo contrario", explicó en su aparición en Mi casa es la tuya. Cerró la empresa en la que los hermanos habían crecido y que guardaba un recuerdo significativo para ellos.
Sin embargo, no tardarían en reinvertarse. En marzo de 2011 fundaron Grupo Archarray, una empresa especializada en construcción, reformas y rehabilitación de interiores y que 13 años después continúa siendo un éxito. En los últimos meses, se han encargado de la construcción del nuevo restaurante y los palcos VIP del Santiago Bernabéu.
Precisamente, este encargo se muestra en el primer episodio de la segunda temporada. Aparecen los dos hermanos supervisando las obras y el avance del local, Puerta 57, que actualmente se encuentra cerrado aunque se espera su reapertura en las próximas semanas. "Va a ser un éxito asegurado. Es espectacular y va a quedar impresionante. No por qué lo digamos con nosotros", comenta entre risas Pablo Castellano a cámara.
Todo lo que sabe lo aprendió de su padre, tal y como él mismo se encarga de defender: "Era un hombre con bastante poca paciencia. Es una putada porque lo he heredado de él. Soy una persona que tiene carácter, pero siempre cuidando y respetando a la gente. Es mi trabajo y lo tengo que tragar. Tengo poca paciencia por un lado, pero tengo mucha por otro".
Llegar hasta donde están ahora no ha sido fácil, a pesar de tener ya sentadas las bases de lo que era el mundo de la construcción. Pablo y Jacobo decidieron apostarlo todo y ganaron. "Nadie creyó en nosotros y decidimos tirar para delante y como lo habíamos visto toda la vida en casa con mi padre, dijimos: 'Bueno, no será tan difícil'. Si peleas las cosas y trabajas duro, con sus complicaciones y sus trabas por el camino, las cosas salen", defiende el marido de María Pombo.
Actualmente, Grupo Archarray cuenta con más de 30 empleados y se han convertido en una empresa de referencia dentro del sector gracias a sus innovadores diseños y su apuesta por la calidad. De hecho, han sido los encargados de la construcción de la nueva casa de la familia Pombo Castellano en la que han puesto todo su cariño.
Pero este no es el único proyecto de Pablo. 10 años más tarde, se embarcó en La Martinuca, un negocio centrado en las tortillas de patata tradicionales. No estaba solo en esta nueva aventura. Le acompañan los hermanos Álvaro y Adrián González (hijos del entrenador Michel González), fundadores y desarrolladores de la idea, la influencer Natalia Coll, y María Pombo.
A pesar de contar con negocios con gran rentabilidad y que son un éxito, Pablo Castellano ha reconocido que sus actividades como creador de contenido son las que más beneficio le reportan.