La vida de Julián Contreras (38 años) en Cuenca continúa dando de qué hablar. No hay día ni semana en que el hijo menor de Carmina Ordóñez no se convierta en noticia, bien por sus manifestaciones diarias en el canal Twitch, o por los diversos testimonios que aparecen en televisión. La polémica, parece, le persigue a Contreras Ordóñez.
Al contencioso que libra con su excasera de Madrid, Aránzazu, la cual le reclama 30.000 euros que le dejó, presuntamente, a deber, se une otro litigio a raíz de la intervención, hace unos días, en el programa Así es la vida, de una mujer, de origen cordobés, que aseguró que Julián quiso "seducir" a su madre para conseguir un piso en alquiler en dicha ciudad andaluza.
"Mi madre le dijo: '¿Con qué nombre te guardo?' Y ya dijo: 'Julián, Julián Contreras'. Mi madre, que es bastante dura, se dejó prácticamente seducir. (...) Lo que nos da verdaderamente rabia es que vaya a engañar a otra persona", fue parte del testimonio de esta mujer. Hoy, Contreras, a través de su equipo legal, ha hecho llegar un burofax a esta mujer que aportó su testimonio.
Así lo han desvelado este miércoles, 13 de marzo, en el programa de Telecinco presentado por Sandra Barneda (48). Justo dos días después de que se emitiera el programa en que la cordobesa narró su verdad, los abogados del escritor y colaborador de televisión redactaron un escrito.
Parte del mismo dice así: "Usted ha difundido a algunos medios de comunicación (prensa y televisión) las comunicaciones privadas que mantuve con usted, sin mi previo ni expreso consentimiento, lo cual es muy grave. (...) Vengo a requerirle que en un plazo no superior a 72 horas me indemnice con una cuantía total de 12.000 euros".
12.000 euros es el precio que le solicita Julián a la mujer que contó su testimonio tras pretender arrendarle un piso. "Nos contactó una señora que decía que él era su cliente. Como una agente. Querían unos planos de la vivienda porque hay una de las personas que tiene limitaciones visuales. Resulta que era el padre", comenzó detallando la no casera cordobesa de Julián Contreras.
"Nos preguntó por la zona, si era tranquila y discreta. Nos dijo que esa persona era escritor. No tenía unos ingresos demostrables porque, obviamente, le pedimos el tema de ingresos y nos dijo que ella podía hacer de avalista o podía hacer un seguro de alquiler del que se hicieran cargos ellos mismos. Nos pareció muy raro y entonces no le seguimos enviando información ni nada", añadió esta mujer.
Sin embargo, el interés de Julián Contreras no terminó aquí y lo intentó de nuevo, pero esta vez fue él quien se puso al teléfono, pero desde el anonimato. "Le hablaba de la discreción, que estaba harto de la gente. Pensábamos que era un Premio Planeta porque claro... con tanta historia, esperábamos a Vargas Llosa (87). Mi madre no quería animales, pero accedió a un gato y a un perro", agregó.
Y remachó: "Le pedíamos 1.150 euros. No ponía ningún problema con el precio porque como no iba a pagar... le parecía perfecto". A partir de este momento, la conversación terminó y las negociaciones se rompieron.
Sin embargo, Julián Contreras decidió enviar un mensaje para disculparse por la situación y explicar el momento que está atravesando: "Quiero transmitirte la desazón que siento... Me hacía mucha ilusión vivir allí y, aún con todas las garantías, me es imposible. No soy culpable de nada y vivir con este lastre es, además de injusto, muy limitante".
Mudanza
EL ESPAÑOL pudo conocer, hace unos días, que la estancia de Julián en Villar de Cañas -el pueblo de la provincia de Cuenca donde vive- es sólo temporal. Nunca se planteó mudarse a esta localidad de Cuenca de forma fija o para un largo período. En esa línea, se explicó que Julián y su padre están barajando alquileres en otros puntos geográficos de España.
Así las cosas, Contreras padre e hijo están instalados en dicha localidad conquense mientras se les ofrece una oportunidad mejor. Y, de este modo, ganan tiempo -y ahorran- con un alquiler más asequible. Ese sería el acuerdo al que habría llegado Julián con su actual casero: ocupar la vivienda sólo durante una temporada.