En las últimas horas, la periodista Sara Carbonero (40 años) ha publicado en sus redes sociales un vídeo y un emotivo texto, desde el hospital. La presentadora no desvela en este enigmático post si el motivo de su estancia en el centro médico tiene o no que ver con su propio estado de salud o está acompañando a algún familiar o allegado.
Conviene recordar que la exmujer de Iker Casillas (42), en noviembre de 2022, tuvo que ser intervenida en la Clínica Universitaria de Navarra, con sede en Madrid. Durante una revisión rutinaria de su cáncer de ovario, Sara fue operada de urgencia por consejo médico, aunque su entorno desmintió que se tratase de una recaída en su enfermedad. Afortunadamente, aquel bache de salud quedó superado con éxito.
Hoy, el destino parece que la ha llevado de nuevo al hospital, aunque se desconocen las causas. Junto a un vídeo, emitido este pasado martes, 19 de marzo de 2024, a las 20:45 horas, en el que Carbonero graba una mesita -se entiende que de hospital-, con un tocadiscos y varios cedés de música, Sara postea: "Me produce una extraña alegría que en la habitación 678, justo en este momento, alguien lee exactamente el mismo libro que yo, probablemente en el mismo sofá de polipiel, con la misma incertidumbre".
La presentadora continúa con su escrito, cuajado de emoción y literatura: "En los pasillos y en la cafetería me cruzo con muchísimas personas que siempre dejan paso en el ascensor y saludan sonrientes, como lo hago yo. Son los 'códigos' de este lugar, donde todos sabemos la necesidad de cariño y afecto en estos días interminables. Entre estas paredes se valora mucho más cualquier gesto, cualquier detalle, cualquier soplo de aire fresco. Cualquier buena noticia".
"En la sala de al lado, han puesto unos juegos y unos libros para que la gente pueda matar el tiempo ahí. Ayer por la tarde me acerqué un rato y vi a un señor que no podía caminar, ni hablar, jugando al dominó con su nieto. Creo que este último se dejó ganar porque bromeaban sobre el asunto. También un aparato de música que funciona con CDs", añade Carbonero.
Para apostillar: "(...) Los ramos de flores inundan las habitaciones y traen la primavera a cada rincón gris. A través de la ventana observo que la gente en la calle está de manga corta y yo duermo con dos mantas. Lo de dormir, es un decir. En la tienda de abajo he comprado unos crucigramas, pero me puede el Candy Crush. De madrugada voy a la máquina dispensadora caminando descalza por el suelo de granito y encuentro las galletas que me gustan. Nunca me supieron tan bien".
"En la puerta de una de las habitaciones cuelga un cartel que reza: 'Bienvenido a mi mundo, no es muy grande pero al menos gira'. Y ya, con la noche bien entrada, abro a la vez el sofá cama y el libro que me tiene absorta y leo uno de los proverbios, que dice: 'Allá va la lengua donde duele la muela'. (...) Cierro los ojos pensando en que estoy cerca del mar con una Super Bock. Por último, abro IG, llego a una ilustración de Mafalda y la leo en voz alta. '¿Pensaron alguna vez que si no fuera por todos nadie sería nada?'. Buenas noches".
Tras la publicación de este post, en cuestión de minutos su muro se ha llenado de mensajes de cariño, pero también de honda preocupación. En primer lugar, un seguidor la sitúa, sin género de duda, en la Clínica Universitaria de Navarra: "Me ilusiona y emociona que sea una iniciativa de mi hija Elena, enfermera de oncología en la CUN, y que los libros y la música de mi madre hagan mejor las vidas de los demás".
También recibe Carbonero el amor y el arropo de sus amigas y compañeros de profesión, como Isabel Jiménez (42), que le postea: "Donde está la música, ahí es. Te quiero, comadre". El presentador David Cantero (63) también le envía muchos iconos con besos y unas manos que chocan en señal de victoria.
Una seguidora, preocupada, le hace ver: "Conozco bien esos pasillos. Eran otros los que abrían el sofá-cama para acompañarme. Reconozco el código de conducta entre los pacientes. Mucho ánimo". Otra usuaria de Instagram escribe: "No sé si me gustó mucho leerte o muy poco. Qué bonito escribes, pero por una parte ojalá no haberlo escrito nunca".
Horas después de compartir este mensaje con sus 3,5 millones de seguidores, Sara ha hecho público un story en el que se ven una piernas -a priori, las suyas-, cruzadas, en lo que podría ser una sala de espera del hospital. En la imagen se aprecia un pantalón gris y unas zapatillas Converse. Una instantánea que podría indicar que ella, Sara, sería la acompañante de algún paciente.