A finales de 2020, el palacio asturiano de Beatriz Valdés y Ozores, la que fuera suegra de Esperanza Aguirre (72 años), salió al mercado inmobiliario por 980.000 euros. La familia puso en venta la emblemática villa casi dos años después de la muerte de la marquesa y todavía no encuentran comprador. Tal y como ha comprobado EL ESPAÑOL, el cartel del "se vende" sigue colgado.
La operación ha sido una pesadilla. La familia ha bajado considerablemente el precio en varias ocasiones e incluso así el inmueble no despierta el interés de posibles compradores. A día de hoy piden 798.000 euros, 182.000 euros menos que su cifra inicial.
La Casona de la Marquesa de Casa Valdés se encuentra en la localidad asturiana de Pravia. Fue reedificado en el siglo XVIII y está ubicada en el centro de la ciudad, en la plaza que lleva el mismo nombre y a escasos metros del Ayuntamiento. Es una de las propiedades que Beatriz Valdés Ozores dejó a sus herederos. Entre ellos, Fernando Ramírez de Haro, marido de la expresidenta de la Comunidad de Madrid.
La vivienda tiene un gran valor sentimental para los descendientes de la marquesa, pero también para Esperanza Aguirre. La expolítica y su esposo disfrutaron de varios periodos estivales en este palacete, pues a la marquesa le gustaba reunir a los suyos en vacaciones.
Su valor histórico, junto a su privilegiada ubicación, es uno de sus mayores atractivos. Se encuentra a 15 minutos de Avilés y a media hora de Gijón y Oviedo. Además, a 10 minutos de las playas de Aguilar o los Quebrantos, a 15 minutos de Cudillero y todas sus playas.
La casona principal está dividido en tres plantas. Cuenta con 690 metros cuadrados que se erigen sobre una parcela de 1.780 metros cuadrados. Tiene alrededor de 40 habitaciones que se reparten en 11 dormitorios, nueve baños, dos cocinas, cinco salones y un comedor. Además de dos patios interiores, una torre, un mirador y el garaje. El palacete lo completan dos antiguas caballerizas, una capilla y dos edificaciones anexas.
La decoración es propia de épocas pasadas. Sigue una línea clásica y palaciega, con muebles antiguos de gran valor. Sus techos de más de cuatro metros de altura decorados con molduras pintadas, las impresionantes escaleras de mármol, las paredes con frescos en el salón y los originales suelos de castaño de hasta medio metro de ancho son detalles especialmente llamativos.
El interés en vender el palacio se evidencia en las constantes bajadas de precio. Al comienzo, la familia política de Esperanza Aguirre pedía 980.000 euros. Pero sólo unos meses después, ante la falta de comprador, rebajaron la cantidad a 950.000 euros. Semanas más tarde, se llevó a cabo una nueva y drástica reducción, alcanzando los 899.000 euros. Entonces informaron a este periódico que este sería su último cambio, pues la propiedad requiere de una importante inversión para su mantenimiento.
"Se mantendrá así cueste lo que cueste encontrar un comprador. No quieren entrar en negociaciones a la baja, de momento", deslizaron a este medio en mayo de 2022. Sin embargo, un año después la cifra volvió a reducirse y aún así sigue sin encontrar comprador. 798.000 euros es el valor que se pide al tiempo que se redacta esta noticia.
Además de histórico inmueble en Asturias, la familia del marido de Esperanza Aguirre cuenta con otras importantes propiedades. Entre ellas, un palacete en el barrio de Malasaña en Madrid, donde viven la expolítica y Fernando Ramírez de Haro y en el que también llegó a instalarse Beatriz Valdés y Ozores. Por otro lado, como patrimonio, disponen una finca en Guadalajara llamada Piedras Menara, donde fue enterrada la marquesa.
Beatriz Valdés y Ozores falleció el 2 de marzo de 2019 a los 92 años de edad. Se mantuvo en un perfil discreto, pero destacó en el golf, afición que compartía con su nuera Esperanza Aguirre. Ambas mantuvieron una relación muy estrecha, entre otras cuestiones por sus hobbies en común.