El pasado miércoles, 20 de marzo, la presentadora y periodista Sara Carbonero (40 años) preocupaba a sus 3,5 millones de seguidores de Instagram publicando un vídeo y un emotivo texto desde la Clínica Universitaria de Navarra, en Pamplona. Relataba la comunicadora cómo se desarrollaba un día a día intramuros del citado centro médico.
"Entre estas paredes se valora mucho más cualquier gesto, cualquier detalle, cualquier soplo de aire fresco. Cualquier buena noticia", rezaba parte de su post. Teniendo en cuenta que fue, precisamente, en este hospital madrileño donde se le intervino en 2022, durante una revisión rutinaria de su cáncer de ovario, hubo quien se alarmó sobre su estado de salud.
No obstante, EL ESPAÑOL puede confirmar ahora en exclusiva que Sara Carbonero tan sólo estaba ejerciendo de acompañante. Es la madre de la presentadora, Goyi Arévalo, quien está atravesando por un bache de salud, arropada y bien atendida por sus dos hijas, Sara e Irene Carbonero. Tal y como hizo la propia Goyi cuando Sara fue operada en 2022, ahora es su célebre hija quien está al quite y a la vera de su progenitora.
Goyi Arévalo se ha convertido así en la máxima preocupación de Carbonero en estos momentos. Huelga decir que la progenitora de la que fue pareja sentimental de Iker Casillas (42) está muy unida a sus hijas, motivo por el cual en los últimos tiempos pasa largas temporadas en Madrid.
Unas estancias especiales para disfrutar de Sara e Irene, y de sus queridos nietos, Martín, Lucas y el pequeño Leo, fruto éste último de la relación de su hija Irene y su esposo, Patricio. Goyi se desvive por los pequeños de la casa y siempre que puede ejerce de abuela: un papel que disfruta especialmente. Precisamente, hace un año, en la Semana Santa de 2023, EL ESPAÑOL fue testigo de ello.
Este periódico tuvo acceso a unas fotografías de Goyi junto a su hija Irene, su yerno, Patricio, y el hijo de ambos en Corral de Almaguer, el pueblo natal de la familia. Ese día faltó Carbonero, quien se encontraba entonces disfrutando de su primera Pascua junto a su razón de amor, Nacho Taboada (36).
Fue al filo de las doce de la mañana, en la céntrica Plaza Nueva de la localidad, en el conocido Bar Martínez -apodado Pitufo- cuando la familia se dio cita y este medio corroboró la gran unión que existe entre Goyi y su nieto pequeño.
Cuenta quien bien conoce a la familia que en estos momentos la mayor ilusión de Arévalo se la dan tanto sus nietos como ver a sus hijas felices y, sobre todo, a Sara totalmente recuperada. Unas instantáneas, pues, que dieron fe de la felicidad y la estabilidad de la que gozaba la familia. Hoy, una preocupación de salud enturbia este excelso momento, pero la familia está más unida y fuerte que nunca.
Goyi, entre Corral y Madrid
EL ESPAÑOL ha podido conocer que en los últimos años la vida de Goyi Arévalo transcurre más en Madrid que en Corral de Almaguer, aunque siempre termina regresando a su querido pueblo. Goyi Arévalo, como toda madre, es clave en la vida de Sara Carbonero.
La discreta madre que siempre estuvo y está a la sombra de su hija. No se separa de ella en este nuevo susto de salud. Lo cierto es que en los últimos años la familia Carbonero-Casillas no ha conocido precisamente buenas noticias y ella, Goyi, siempre ha estado al pie del cañón.
A este periódico llegaron, hace un tiempo, testimonios que se deshicieron en halagos hacia Goyi. Contaron que está disfrutando de sus nietos más que nunca, pasa más tiempo con ellos. Apuntó alguien que bien lo sabía que Goyi Arévalo es una mujer "hecha a sí misma".
Por más que se le presupongan ahora comodidades pecuniarias y de todo tipo por ser la madre de Sara Carbonero, no ha tenido una vida fácil. A veces vivir en un pueblo, siendo alguien conocido o reconocido, no es sencillo.
Hace unos años, Goyi lo pasó muy mal cuando se separó de su marido: "Fueron tiempos complicados, pero ella siempre supo estar en su sitio". Se rehízo pronto y se puso a trabajar.
Tal y como se desveló en exclusiva a este medio en febrero de 2021, Goyi formó parte del personal de una de las dos residencias de ancianos de que dispone el pueblo toledano de Corral de Almaguer. En concreto, ejerció "como auxiliar" de la residencia Río Riánsares. Un trabajo, se cuenta, que le sirvió, sobre todo, "para tener la mente ocupada" en esos momentos tan complicados.
En lo que respecta a Irene Carbonero, la hermana de Sara, estudió Psicología en la Universidad Complutense de Madrid, la misma en la que su hermana se licenció en Periodismo. En el terreno personal, su pareja se llama Patricio Martínez y, como ella, también es psicólogo.
Si bien se desconoce el tiempo que llevan juntos, lo que está claro es que su relación está más que asentada pues el 3 de febrero de 2022 daban la bienvenida a su primer hijo en común. Un bebé que se llama Leo y que se ha convertido en el centro de sus vidas. La mejor prueba está en las redes sociales, donde Irene comparte mucho contenido del pequeño.