Blas Cantó (32 años) ha encontrado y abrazado a su yo más rebelde. Está en esa etapa en la que hace lo que quiere sin pretender demostrar nada. Un Blas sin filtros. Ha dejado atrás al chico del Veo, Veo, al de Tu cara me suena y al de Auryn. Ahora muchos le conocen como el de Bake Off. Muchas etiquetas para un artista que sólo quiere ser él mismo.
El murciano carga con 25 años de trayectoria en el mundo de la música. Y los que le quedan. Ha sabido reinventarse en este sector incluso después de enfrentarse a los golpes más duros que le ha asestado la vida: la muerte de su padre en mayo de 2020 y la de su abuela -su segunda madre- seis meses después a causa del Covid-19. "Ha sido lo peor que me ha pasado", avanza el afamado artista a EL ESPAÑOL.
Ahora se encuentra inmerso en su gira por España -el próximo 12 de abril actúa en el Teatro Eslava de Madrid- con El Príncipe, su último álbum con el que dejó todas las etiquetas en el pasado y confió en su intuición -o en el destino- con un repertorio de hits "rebeldes y coloridos" con los que se abrió en canal. Es uno de los finalistas de la primera edición del programa Bake Off: Famosos al horno -Ana Boyer se ha alzado con el primer puesto- y está a punto de estrenar un nuevo single, Tú nunca me has querido. Este periódico habla con él sobre el amor, la salud mental, la música, su paso por televisión y sus próximos proyectos.
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¿Cómo es Blas Cantó más allá de los escenarios y los platós?
Alguien muy pasional y muy familiar. Me gusta mucho la unión y el respeto entre pactos, estar con los de siempre y conocer gente nueva que me aporte cosas. Estoy siempre en la continua búsqueda de lo bonito a mi alrededor y alejándome bastante de las cosas que no me hacen bien.
Este año su pareja, Daniel Ángelo, más conocido como Dangelo, y usted, celebran su décimo aniversario. ¿Han pensado en la boda o en la paternidad?
No. Somos tan modernos que no nos planteamos eso. Hace poco unos amigos nos dijeron que se casaban y fue como 'wow, ¡qué guay!', pero luego piensas en la posibilidad de que se te olvide invitar a alguien y que te lo echen en cara y se enfaden, y no. Entonces prefiero hacer fiestas en casa cuando sea Halloween, cuando sea el cumpleaños de cada uno y en la fiesta de Eurovisión. Y sobre la paternidad, pues mira, tenemos dos perros y no nos vemos como padres. Hay muchas posibilidades de adopciones y demás, y en el futuro quién sabe, pero en el presente no estamos preparados para eso.
Hace unos meses aseveró que sufrió diversas pérdidas de memoria que se desarrollaron a causa del estrés. ¿Cómo lo ha manejado?
Pues creo que lo más importante es revisarte. Si hay algo que te alerta, que no lo dejes como una anécdota. Tenemos que ir más al médico y revisarnos, porque la prevención es muy importante en cualquier tipo de enfermedad. Sobre todo hay que tener un seguimiento emocional de tu vida. Ir a terapia me parece súper importante. Yo lo hago y es maravilloso. El día que tengo psicóloga soy como un niño estrenando un juguete nuevo.
¿Cuál ha sido el último proyecto personal que le ha hecho especial ilusión cumplir?
Hacer pequeñas reformas en casa, la verdad y, tener la oportunidad de ver los sueños hechos realidad. Una casa es algo muy bonito, y estar cambiándola con cosas que nos gustan, pues es muy bonito, y estoy ilusionado. No hace falta ser millonario para ser feliz. Y otra cosa que me ha hecho muy feliz es que una íntima amiga mía se haya mudado al lado de mi casa. Esas cosas son maravillosas.
¿Cuál ha sido su peor etapa personal y cómo ha podido salir de ese hoyo?
Mi abuela. Ella era como mi madre, y perderla de la manera en la que la perdimos me hizo mucho daño. Todavía estoy superándolo, pero estoy mucho mejor. Ahora ya puedo hablar de ella sin que se me haga un nudo en la garganta. La vida pasa y nada es eterno, y todo el dolor se vive de otra manera. Y esto también pasará.
En cuanto a la música, ¿por qué titular el disco como El Príncipe?
Era un proyecto de mucho color que me ayudó a salir de un momento complicado. Le tengo mucho cariño porque yo siempre me crie en lo correcto, desde esa imagen blanca que se proyectaba también en televisión de un chico muy tranquilo, muy plano, pero es que en mi vida personal no soy nada plano. Al final te das cuenta de que lo que se forma de ti no es lo que tú eres ni lo que pretendías. Por lo que El Príncipe es un poco esa paradoja que hay entre lo que soy y lo que parezco, o lo que la gente quiere, pero del lado más rebelde y más colorido. Al final te das cuenta de que son etapas por las que tienes que pasar para llegar a donde quieres estar, así que estoy contento con ese proceso y el camino que me ha dado el álbum.
Dentro de poco lanza un nuevo single. ¿De qué trata?
La canción se llama Tú nunca me has querido y va a seguir el camino de la cara B del álbum, con mucha influencia regional y mexicana, y es una canción bellísima que espero que cure los corazones.
Ha sabido seguir su propio camino en la música y tocar palos distintos. ¿Da miedo empezar de cero en la industria?
Yo siempre le llamo empezar de nuevo, porque al final el punto de salida nunca va a ser el cero. Después de 25 años dedicándome a la música y a la televisión, creo que todo lo que he aprendido tiene que servir para algo. Creo que empezar de nuevo es una oportunidad para volver a sentir cosas, renovar energía y redescubrirte a ti mismo en una continua búsqueda de la esencia. Me gusta estar en este momento de mi vida porque ahora hago las cosas porque quiero y no porque necesite demostrar nada.
Si no hubiera sido la música, ¿a qué se hubiera dedicado?
Nunca he tenido un plan B. Se suele decir siempre que tengas un plan B, porque nunca se sabe y a lo mejor nos morimos mañana. Pero es que mi plan B ha sido siempre mi plan A, dedicarme a la música. Si la vida me arrastrara y me golpeara, pues ya vería, pero creo que hay que hacer las cosas con la convicción de que eso es lo que realmente tú quieres hacer. Nunca me he metido tampoco en ningún tipo de inversión, ni comprar casas, ni un plan de pensiones... La vida de cada uno es tan personal que no podemos usar el mismo patrón para todos. Entonces yo el plan B se lo dejo a aquellos que no quieran perseguir su destino.
¿Cree que su orientación sexual ha condicionado parte de su carrera?
La mía en particular no, y yo me siento muy afortunado por ello y por el público que tengo, pero sí hay compañeras y compañeros que lo han sentido en sus propias carnes y nunca sabes cuándo te puede tocar.
Muchos fans desearían que los cinco de la boyband Auryn, David Lafuente, Dani Fernández, Álvaro Gango, Carlos Marco y usted, volvieran.
La vida es tan larga que es absurdo decir que volveremos o que no. No se sabe, la vida da muchas vueltas, pero sí que me gustaría. Yo veo grupos que han sido importantes en sus países y vuelven a hacer un encuentro y la gente lo flipa. Es una forma de agradecer tantos años del público y sería precioso. Porque además la música no sólo es música, son momentos de tu vida, ¿y cómo no voy a querer yo hacerle recordar a ese público esos momentos de su vida? Me parece muy precioso y muy bonito si lo hiciéramos.
¿Cómo se convive con el apodo de "el chico de Auryn"?
Pues mira, ahora ya no lo oigo tanto. Ahora oigo más lo de "el de Bake Off". Pero también he sido el del Veo, Veo y, claro, el de Auryn. He sido de todo.
¿No le parece extraño que dos hermanas, Tamara Falcó y Ana Boyer, hayan ganado dos concursos de cocina, sin dedicarse a ello?
Tamara no lo sé porque no la conozco, pero Ana se desenvolvía de puta madre. O sea, sí es verdad que nos ayudábamos mucho entre nosotros, y que si le hubiera hecho caso a mi abuela, que me decía: 'Tú lo que sepas, no se lo digas a nadie', pues a lo mejor otra cosa hubiera pasado.. Pero nosotros en el programa éramos como una familia, y compartíamos todos los trucos de cocina que teníamos. Quien más lo hacía era Rocío Carrasco. Pero no me parece extraño porque se ha preparado mucho, y eso también tiene su recompensa.
¿Ha barajado la posibilidad de ser presentador de Eurovisión Junior, ahora que se cumplen 20 de años de su participación?
Pues no sé si se baraja o no, pero me parece bonito escucharlo. Sería maravilloso y un sueño. Pero de momento a mí no me han dicho nada.
¿Cuál es su sueño a largo plazo?
Cantar por el mundo. Me encantan los idiomas. Hablo francés, español, inglés y un poco de italiano, y me encanta ir a un país y poder comunicarme con la gente de allí.