Es el secreto mejor guardado de toda boda que se precie: el vestido de la novia. Ya se habían conocido, antes de este soleado sábado 6 de abril, algunos detalles del diseño que iba a lucir Teresa Urquijo y Moreno (27 años) en su 'sí, quiero' con su razón de amor, el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida (48).
Pero no hay nada como una fotografía para comprobar su belleza y magnitud. En el gran día de Teresa Urquijo se han despejado todas las dudas: por fin han visto la luz las instantáneas de la analista inmobiliaria vestida de blanco, emocionada y nerviosa, minutos antes de sellar su vida ante los ojos de Dios con el regidor madrileño.
Blanco, clásico, corte recto, con velo de tul de seda, manga abullonada y una larga cola de casi tres metros. Así es el vestido de ensueño de Teresa Urquijo para su boda con Almeida.
El vestido de Teresa Urquijo.
La historia del vestido de Teresa Urquijo y Moreno merece ser contada. La ya esposa de José Luis Martínez-Almeida ha dado continuidad a la tradición familiar que inició su madre, Beatriz Moreno de Borbón-Dos Sicilias, cuando se casó, en junio de 1995, con el hombre de su vida, Lucas Urquijo Fernández de Araoz.
Aquel magno día, la madre de Teresita -como la conoce su entorno más íntimo- lució el mismo vestido que lució su madre, Teresa de Borbón-Dos Sicilias, el 16 de abril de 1961. El traje fue realizado por el diseñador Pedro Rodríguez -gran amigo de Balenciaga y cuyo fallecimiento se produjo en Barcelona en 1990-.
Cuando la madre de Teresa decidió casarse, el diseño fue adaptado, expresamente para ella, por Eduardo Ladrón de Guevara. Ahora, 50 años después de su creación, ha sido el atelier Navascués, en colaboración directa con Cristina Martínez-Pardo Cobián, el encargado de rediseñar un nuevo modelo nupcial con la misma tela.
Tal y como han versado algunas crónicas, el diseño inicial se trata de un vestido en color blanco de silueta armada confeccionado en un tejido brocado con base de raso y bordado con hilos de plata con motivos botánicos.
Dos imágenes del vestido y el gran velo.
Destaca su manga francesa y el escote barco, una cintura marcada y falda con gran volumen. Aquel diseño inicial no se ajusta hoy ni a la figura de Teresa Urquijo ni a la moda actual, según reza ¡HOLA!
Motivo por el cual se ha encargado su remodelación, aprovechando, eso sí, el tejido original, de lamé bordado de plata. Del mismo modo que su abuela y su madre, la flamante mujer de Almeida ha lucido un modelo con cola y velo de tul ilusión, que sujetará una fabulosa joya familiar.
En cuanto a las joyas, conviene puntualizar que aún no se conoce la intrahistoria de la que luce este sábado, 6 de abril, la novia. La suegra del actual alcalde de Madrid, Beatriz, se decantó, en su gran día de 1995, por una diadema de platino, rubíes y diamantes del joyero familiar.
Una valiosísima reliquia que, en este 2024, Teresa Urquijo y Moreno no ha podido utilizar, pues junto con otras joyas de la familia Borbón Dos Sicilias, aquélla fue subastada hace años.
La gran cola del vestido de Teresa Urquijo y Moreno.
El ramo de novia y los adornos florales de la iglesia han quedado, asimismo, en familia, pues de todo ello se ha encargado Aquilea floristería, perteneciente a las hermanas Barreiros, una de las cuales, Marta Barreiros Cotoner, está casada con Gonzalo Urquijo, tío de Teresa.
Quién es Cristina Navascués
Cristina Navascués inauguró, hace algo más de 40 años, uno de los talleres de novias más célebres de Madrid. Elegido por novias de toda España, su fama ha llegado al extranjero y sus vestidos hacen largas travesías llegando a Latinoamérica o Emiratos Árabes.
La emoción de Teresa minutos antes de su 'sí, quiero'.
Navascués ha vestido a personalidades de la envergadura de Belén Corsini (36), Dafne Fernández (39) o Lulu Figueroa Domecq, nieta de la condesa de Romanones. La abuela de Teresa Urquijo lució este vestido el día de su enlace con su cabello recogido adornado con un tocado floral.
Cristina Martínez-Pardo Cobián es una de las grandes profesionales de la costura de nuestro país y su firma es considerada un referente en el mundo del diseño. Un vestido tiene que emocionar a quien lo lleva, es la filosofía de Cristina y de su equipo de diseño.
"En Navascués dedicamos especial atención a los detalles, una de las máximas de nuestro taller. Muchos años de experiencia y un excelente equipo de trabajo hacen posible que cada diseño sea único y pueda personalizarse para captar la esencia de cada novia", se puede leer desde la página web.