Este viernes, 12 de abril, Rafael Amargo (49 años) ha declarado en la Audiencia de Madrid en la última jornada del juicio contra él, el productor Eduardo de Santos y el socio del artista Manuel Ángel Batista, acusados de integrar un grupo que vendía droga desde el domicilio del artista.
El bailaor ha negado que vendiera droga desde su casa, aunque sí la consumía, y ha afirmado que es "totalmente falso" el relato acusador de la Policía y de la Fiscalía, en una causa en la que la estrategia es "que dejase de trabajar" y confesara un delito que no ha cometido. "Han intentado matarme con este juicio", ha señalado.
La Fiscalía pide nueve años de cárcel para el artista -que se encuentra en prisión desde noviembre de 2023 por no acudir a firmar al juzgado- y para el productor, mientras que para el otro acusado solicita seis años.
Amargo ha desmentido todas las acusaciones sobre las que le ha preguntado su abogado, Marcos García Montes. Ha afirmado que a su domicilio "no ha ido nadie en la vida a comprar (droga)" y que no usaba mulas para mover la droga, aludiendo que "eso es totalmente incierto" o "totalmente falso", según la Agencia EFE.
"La estrategia era que yo dejase de trabajar, y que me declarara narcotraficante, y eso no va a pasar", ha subrayado el coreógrafo sobre la investigación a la que fue sometido, destacando que él se enteró de su detención "por la prensa" y antes de que le arrestaran, justo antes del estreno de la obra Yerma.
"Han intentado matarme con este juicio", ha destacado durante su declaración. También ha dejado claro que no tiene necesidad "de dedicarse a otra cosa que no sea a lo que me he dedicado toda la vida, las artes escénicas".
Además, ha confesado que la balanza que se le intervino al ser arrestado la llevaba para pesar la droga que compraba para él. Durante la sesión se le ha mostrado la báscula intervenida por la Policía, pero él ha manifestado que no es la suya.
El artista ha incidido en que lleva casi cuatro años soñando con declarar en el juicio y está "súper contento" por poder decir "la verdad y nada más que la verdad". Ha sentenciado que desde que le detuvieron le han "arruinado la vida" y ha explicado que está "feliz" de haber entrado en Proyecto Hombre y estar desintoxicándose.
Por otro lado, La Razón afirma que Amargo, durante su declaración, también ha dicho frases como: "He intentado quitarme la vida cuando leía las acusaciones de la Fiscalía", "Me han metido en la cárcel por ser un imbécil", "Llevo un año sin consumir drogas", y otra sobre su detención, asegurando que "hasta me metieron el dedo en el culo. Me tenían ganas".
La Policía
Este pasado jueves, 11 de abril, la Policía subrayó que Amargo y De Santos querían alquilar un local para distribuir droga, camuflándolo como una lavandería. Un agente que participó en la investigación relató que, en una de las conversaciones intervenidas, Amargo y De Santos manifiestan la intención de alquilar un local como punto de distribución, camuflándolo como una lavandería para lavar los trajes de sus obras.
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Según la conversación intervenida, le dirían al dueño del local y a los vecinos "que iba a haber trasiego porque iban a venir personas de la obra con los trajes". Amargo ha defendido que "el trasiego" de personas del que habla la Policía se debía a que ensayaba en su casa, y que la conversación sobre el alquiler de un trastero era porque realmente necesitaban un lugar para lavar la ropa de los espectáculos.
Por su parte la mujer de Amargo, Luciana Bongianino -detenida en 2020 junto al artista, pero finalmente exonerada por el juez- explicó que ambos eran consumidores, pero no vendían droga, e informó que el artista ha seguido tratamientos para su dependencia desde hace años.