Este miércoles, 24 de abril, fue un día importante para Susana Molina (34 años) y su pareja, Guillermo del Valle. Hace tres años lanzaban juntos Viveapp, una aplicación centrada en conectar a influencers con experiencias que quieran promoción en redes sociales.
Ahora han dado un paso más allá. Han presentado su nueva identidad visual y han cambiado el nombre a WOMO (Word of Mouth Optimized), haciendo alusión a la relación entre los creadores de contenido y su comunidad, siendo un boca boca digital con más alcance.
Esto cambios los presentaron en una gran fiesta que reunió a más de 200 invitados y que contó con la presencia de Dulceida (34), Anita Matamoros (23) y Anna Padilla (27), que estuvieron apoyando el proyecto de su amiga y compañera de profesión.
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¿Cómo se encuentra?
Muy bien. La verdad que con muchas ganas. Tengo cero nervios, cosa que me sorprende. Muy feliz de todo lo que hemos conseguido y ojalá poder hacer más eventos así. Si hacía un evento más pequeñito, me daba rabia porque quería meter a todo el mundo y me quedaba siempre corta y hoy hemos podido conseguirlo. Aunque todavía nos falta gente.
¿Qué nos puedes contar del rebranding de Viveapp a Womo?
Al final se nos quedaba un poco pequeño, sigue siendo una solución para las colaboraciones entre creadores de contenido, influencers y experiencias, pero al final ha evolucionado y ha ido mucho más allá. Tenemos creadores de contenido increíbles, perfiles de todo tipo: deportistas, actores... Queríamos hacer más cosas como eventos, viajes, estrenos... un montón de cosas para las que la aplicación ya se quedaba corta. Esto va junto a una externalización. Salimos fuera de España, entonces ya había que hacer un cambio. Estaba muy bien para lo que era, pero ya necesitábamos algo más. Esta noche se hace el cambio total con esa nueva imagen. Llevamos cinco o seis meses con esto.
La idea entonces sigue siendo la misma.
Sí, la idea es la misma. La base es que vamos a seguir haciendo colaboraciones entre influencers y experiencias, pero la aplicación va a ser como una herramienta para hacer la colaboración. Y va mucho más allá. Es como un club donde se van a juntar influencers, experiencias para hacer sinergias...
¿Hay mínimo de seguidores para entrar en la aplicación?
Hasta ahora lo teníamos como en 20.000 seguidores. Pero entre las novedades está que añadimos categorías como TikTok o microinfluencers, foodies... vamos a dar cabida a mucha más gente.
¿Cómo han cambiado ustedes desde el lanzamiento de la firma hace tres años?
Hemos tenido muchos sustos, muchos problemas... Al final yo siempre digo que estos tres años han sido como un máster. Yo estudié ADE y he salido mucho más preparada de todo esto que de la carrera: más aprendizaje, sabiendo hacer muchas más cosas de todo tipo, desde lo más mínimo de una producción hasta el final de una empresa.
¿Cómo ha gestionado las críticas? Ha habido buenos comentarios, pero también otros negativos.
Al principio fue un fallo nuestro porque no sabíamos comunicar. Era algo muy nuevo y al principio sí que hubo más críticas porque la gente que estaba fuera de la aplicación, que no aplicaba porque no tenía sentido, es como que se enfadó un poco. Luego lo explicamos y es que no deja de ser una empresa más. Me sorprende que hasta la gente que no es usuaria de la aplicación y no puede acceder, apoya bastante cada cosa que subo. La gente se siente como parte de los proyectos que tú vas haciéndole partícipe, es muy guay.
Tiene como perfiles muy diferentes.
Totalmente. La gente estaba un poco reacia a hacer ese tipo de colaboraciones, pero cuando ha visto la calidad de las experiencias que hay y los perfiles tan guays... pues al final acceden porque se quita un poco esta imagen que tienen de hacer colaboración con un restaurante o con una red. No todo es lujo, pero todas las experiencias las cuidamos al dedillo.
¿Cómo es trabajar mano a mano con Guillermo?
Es complicado. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Es un poco rollo el momento en el que tienes un problema personal y también te lleva a lo laboral. Pero luego, por otro lado, sabes que hay una persona que está trabajando contigo y que siempre va a mirar por el bien de los dos. Si algún día estoy un poco más baja, sabes que va a tirar de ti o hacer la parte que te toca. Es una confianza ciega. Con todos los problemas que hay con socios... decir que tu pareja es tu socio, a mí me parece que tiene más beneficios que dificultades, porque es una confianza plena.
¿Ha sabido adaptarse a este mundo de las redes sociales?
Él siempre está un poco detrás, nunca busca ser el protagonista, que es una cosa que me gusta mucho de Guille. No es una persona a la que le guste acaparar focos de atención ni nada. Es verdad que sabe mucho del tema, pero sabe mucho más del tema de agencias, contenido... pero nunca ha querido ser el foco, siempre está como detrás. No pasaría nada si le gustara, pero a mí me da tranquilidad saber que no está buscando eso.
¿Cómo va el tema de la boda?
Fatal, la verdad que no nos ha dado tiempo para hacer nada. Necesitamos que pase esto, respirar y relajarnos y ya poder atender al resto de cosas de nuestra vida y en especial la boda. Llevamos aquí desde las once de la mañana, no se puede organizar otra cosa hasta que no pase lista.
¿Boda íntima o multitudinaria?
A mí me encantaría que fuese algo pequeño, la verdad. No te voy a mentir. Pero entiendo que tengo un trabajo muy social y que se mueve en redes sociales. No voy a invitar a nadie a mi boda por compromiso, eso lo tengo clarísimo. Pero quizá si no me dedicase a esto, sí que intentaría poner el corte más en otro sitio. Al final tengo un trabajo que me rodeo con mucha gente, le cojo cariño a mucha gente...
¿Cómo son como pareja?
Chocamos bastante en personalidad, somos súper diferentes, pero bueno. Lo importante es que creo que lo importante es que lo resolvemos rápido. No te voy a decir que somos una pareja ideal, que no chocamos, que todo es perfecto. Chocamos mil veces al día, lo resolvemos y creo que eso es mucho más importante.
¿Qué sueños le quedan por cumplir?
A nivel laboral seguro que hay cosas por ahí, pero a nivel personal... no sé. Ahora no sé si es por la edad, pero sueño mucho con el momento de tener mi casita, estar tranquila con todo... Necesito tener tiempo para buscar terrenos y construir una casa. Eso me hace mucha ilusión.
¿Y el tema hijos?
Sí que me veo siempre madre, pero yo nunca he sido una persona que diga que quiere ser madre a toda costa. Me encartaría y ojalá pueda serlo, pero no sé, nunca he tenido un deseo que me lleve más allá.
¿Cómo está viviendo el embarazado de Dulceida y Alba? Es emocionante ver a amigas en este momento de la vida.
La verdad que con mucha ilusión porque cuando tienes amigas que quieren algo y lo consiguen, te alegras mucho por ellas. Además, me gusta que se hayan venido a vivir a Madrid porque las voy a tener cerquita y muy contenta. Están muy felices.