El fenómeno fan es primordial para aupar a los artistas a la cúspide de la fama, pero también se pueden convertir en auténticos demonios cuando traspasan la fina línea que separa lo público de lo privado. Hace unos días, Harry Styles (30 años) logró que un tribunal inglés condenara a la brasileña Myra Carvalho (35) por haberle acosado de diferentes formas: le envió 8.000 cartas en un mes declarándole su amor, se mudó al barrio londinense de Kensington para estar más cerca de él y le abordó en varias ocasiones por la calle. Esto motivó a que el cantante cambiara sus hábitos y la forma de trabajar de su equipo de seguridad.
Detuvieron a la joven el pasado mes de febrero y actualmente se enfrenta a una sentencia de 14 semanas de prisión, a 10 años de alejamiento del cantante y a una multa de 156 euros por los daños ocasionados. Esta es tan solo una pequeña muestra de lo que pueden llegar a hacer los seguidores que desean, consciente o inconscientemente, apropiarse de una celebridad.
Sin ir más lejos, la flamante ganadora de dos Oscar Billie Eilish (22) ha sufrido en varias ocasiones la intromisión en el hogar de sus padres. Sin ir más lejos, un fan se saltó las medidas pandémicas cuando en mayo de 2020 les visitó hasta en siete ocasiones. La cantante declaró que “mientras esperábamos a que llegara la seguridad, Rousseau se quedó en nuestro porche, se sentó y comenzó a leer un libro mientras continuaba entablando un monólogo periódico. Mi padre le pidió en repetidas veces que se fuera, pero él se negó”. El año pasado otro se coló para dejar una flor blanca y una nota manuscrita donde le profesaba su amor. En ambos casos, ambos fueron condenados a acatar una orden de alejamiento.
Hollywood no gana para sustos. En 2015, Sandra Bullock (59) se encontraba descansando plácidamente en su mansión cuando un individuo llamado Joshua James Corbett entró en la residencia con un arma, una carta donde le profesaba su amor y diversas revistas donde aparecía en portada la ganadora de un Oscar. Esta no dudó en esconderse en su habitación desde donde llamó a la policía, que llegó antes de que hubiera ocurrido algo trágico. Le condenador a cinco años de libertad condicional y le impusieron una orden de alejamiento durante diez años que no pudo cumplir porque se suicidó en 2018.
Mientras Steven Spielberg (77) se encontraba rodando Salvar al soldado Ryan (1998), Jonathan Norman burló las estrictas normas de seguridad de la mansión ubicada en Pacific Palisades con una macabra intención. “Quería violar al famoso director delante de su esposa y sus hijos”, confesaría en el juicio. Para llevar a cabo su plan llevaba en una bolsa un cúter, cloroformo, esposas, tenazas para los pezones y cinta aislante. Le condenaron a 25 años. Se desconoce qué ha sido de la vida del fanático.
Considerado uno de los hombres más bellos de la historia del cine, Brad Pitt (60) es consciente del deseo que provoca entre las mujeres. Una de ellas, Athena Rolando se coló en la mansión de la estrella en Santa Mónica Mountains donde campó a sus anchas, registró sus objetos personales y acabó siendo descubierta por una empleada del servicio doméstico. La joven se acostó en la cama donde iba vestida con unos pantalones negros, una camisa verde, una gorra azul y unas zapatillas de tenis pertenecientes al protagonista de Ocean’s Eleven. La condena por amor fue de tres años de libertad condicional y, por supuesto, con la respectiva orden de alejamiento.
Un tribunal de Los Ángeles condenó en 2005 a tres años de cárcel a Dawnette Knight por acosar y amenazar por carta y teléfono a Catherine Zeta-Jones (54). Se desveló que la mujer estaba tan enamorada de Michael Douglas (79) -casada con el protagonista de Instinto básico (1992) desde el año 2000- que en una de las cartas que recibió la actriz amenazó con “cortar a Jones en pedazos y alimentar con ellos a su perro” para así poder vivir libremente un romance con el hijo de Kirk Douglas.
Sin duda, el caso más extremo de todos ocurre cuando los fanáticos llevan su paranoia hasta las últimas consecuencias provocando la muerte del sujeto idolatrado. El caso más conocido es el de John Lennon quien el 8 de diciembre de 1980 se encontraba con su esposa, Yoko Ono (91), en la puerta principal del edificio de apartamentos Dakota cuando Mark David Chapman (68) le asesinó a bocajarro. Unas horas antes, el ex componente de los Beatles le había firmado un autógrafo. El asesino confeso fue condenado a cadena perpetua y se le ha denegado sucesivamente la libertad condicional.
El asesinato de Selena Quintanilla fue el segundo incidente trágico que más ha conmocionado en el mundo de la música quince años después. El 31 de marzo de 1995, la reina del tex-mex fue asesinada por Yolanda Saldívar (64), que había sido la fundadora y presidenta de su club de fans. Este hecho le facilitó el acceso a quien en aquel momento lo estaba petando en el mundo. La relación entre ambas llegó a ser tan buena que Saldívar pronto se convirtió en la mano derecha de la estrella y en la encargada de su firma de modas. Cuando Selena se dio cuenta que su amiga había malversado fondos la despidió. Dos semanas después la mató. La asesina sigue en prisión.
El ámbito de la moda se quedó perplejo cuando el 15 de julio de 1997 Gianni Versace perdió la vida en la escalinata de su mansión de Miami. Cuando regresaba de comprar un café, un joven de origen filipino-italiano llamado Andrew Cunanan le atacó por la espalda disparándole dos veces. El millonario diseñador murió en el acto. Su entonces pareja Antonio D’Amico salió de la residencia para intentar salvarlo. Ocho días después del asesinato, Cunanan se suicidó. El caso adquirió una gran relevancia en nuestro país ya que en Nueva York detuvieron a Andrés Bruguera (57) -primogénito de Andrés Pajares (84)- por su gran parecido con el asesino.
En nuestro país también han ocurrido incidentes notables. Dos de los que más calado social han tenido fue del periodista Paco González (57) y la actriz Sara Casasnovas (39). En 2014 el locutor se vio sobrepasado cuando una joven de nombre Lorena le profesó su intención de pasar su vida con él y, para ello, intentó asesinar en varias ocasiones María Teresa, la esposa González. El momento más duro fue cuando Lorena, en connivencia con su novio, cortó con un arma blanca en varias ocasiones a la mujer y a la hija del profesional de los medios en el interior de su coche. La perturbada fue condenada a 20 años en un psiquiátrico. Pero ahí no acaba la cosa ya que varios años después se descubrió que Lorena logró contactar con varios sicarios con el fin de alcanzar su fin.
Sara Casasnovas salía de una representación de un teatro madrileño cuando se encontró con un fan que intentó agredirla con una ballesta. Al parecer, Arndt M. le había estado enviando desde hace un año y medio cartas de amor desde Alemania y, al no recibir respuesta, viajó en bus a Madrid. El individuo llevaba una mochila con flechas de 15 cm, un cúter, un bote de gasolina, esposas y varias sogas. Los hechos ocurrieron en junio de 2009. Al año siguiente, Arndt fue condenado a 8 años de prisión por homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas.
El anonimato digital se cebó con la actriz Candela Peña (50) cuando pidió a través de su Instagram la colaboración de la policía y los ciudadanos para detener a una acosadora que le enviaba amenazas de muerte a ella y su hijo, mensajes de amor e insultos. Fueron ocho meses de calvario hasta que la Policía Nacional detuvo a una joven de 22 años que controlaba todos los movimientos de la protagonista de la recién estrenada serie de ficción El caso Asunta.
También las redes sociales se han cebado con Laura Escanes (28) y Cristina Pedroche (35) que durante mucho tiempo no han parado de recibir fotos y vídeos de índole sexual, amenazas, proposiciones deshonestas e insultos. Entre las lindezas que ha recibido la presentadora figuran las de “cerda” o “a ver si te secuestran y no te vemos más”. Paula Echevarría (46) también fue víctima de insultos a través de las redes sociales, pero en su caso el acoso se materializó porque esta se presentó varias veces en el set de rodaje.