El 29 de agosto de 2024 es la nueva fecha marcada en rojo en el calendario de los Sancho y los Arrieta. Será ese día, en pleno verano, cuando el juez del caso que enfrenta Daniel Sancho (29 años) lea la sentencia, revelando así el destino del cocinero español. Ahora, ambas partes disponen de dos meses para presentar alegatos finales por escrito.
Se abren varios horizontes para el acusado, tal y como explicaron en el programa Vamos a Ver de Telecinco. "Parece descartado ese asesinato con premeditación, que básicamente no hay ningún indicio", explicó un reportero trasladado a Tailandia. "Y parece descartado que pueda ser trasladado a esa cárcel de Bangkok Hilton, que es un temor de la defensa", añadió el periodista.
Daniel Sancho tiene dos opciones: "Ser condenado a homicidio imprudente o un homicidio doloso". Ambas penas son diferentes. En el primer caso ronda entre los 15 y 20 años. En el segundo, de cuatro a seis años. A esto, según explicaron en el mencionado espacio, se une el año de condena por el desmembramiento. La decisión final también determinará en qué lugar acabará el acusado cumpliendo el dictamen: "Si es un homicidio por imprudencia seguiría en Koh Samui. Si no, podría ser trasladado a otra cárcel que podría ser la de Surat Thani".
La fecha de la sentencia se fijó este pasado jueves, 2 de mayo, tras la última sesión del juicio. El proceso concluyó un día antes de lo previsto con un alegato final del acusado, solicitado por él mismo y de una duración de 45 minutos. Sancho habló principalmente en español, aunque en determinado momento también se pronunció en inglés.
"Siento que se haya perdido una vida y que unos padres hayan perdido un hijo. Siento que su familia no haya podido enterrarlo en condiciones. Siento lo que hice después de la muerte", expresó Daniel Sancho en el Tribunal Provisional de Samui, al sur de Tailandia.
En esta misma línea, el cocinero dijo que ayudará a la familia de Edwin Arrieta "en cuanto pueda" y que los compensará por "los daños morales del desmembramiento". En su última declaración, Daniel Sancho también insistió en que había actuado en defensa propia.
Al acusado se le imputan tres delitos: asesinato premeditado, ocultación del cadáver y destrucción de documentación ajena por el pasaporte del colombiano. Pero Daniel Sancho sólo se declara culpable del segundo.
Este pasado jueves, el hijo del actor Rodolfo Sancho (49) volvió a negar que hubiera planificado el asesinato del cirujano colombiano, quien tras su muerte el 2 de agosto en Phangan (cercana a Samui), donde ambos habían quedado, fue descuartizado y sus restos esparcidos por varios lugares de la isla, incluido el mar. "Soy inocente, la muerte de Edwin llega porque me atacó e intentó violarme. Intenté evitar la pelea", reiteró el cocinero, además de añadir que la muerte se debió a un accidente durante el forcejeo.
"Estoy seguro de que el juez ha visto que la Policía ha mentido en todos y cada uno de los documentos que presentaron en mi contra", aseguró Daniel Sancho en su última declaración, argumentando que "cambiaron" sus palabras en la confesión escrita. El joven chef quiso hacer este matiz después de que el pasado 5 de agosto confesara haber planeado el asesinato de Edwin Arrieta y su descuartizamiento ante las autoridades de la comisaría de Phangan. El cocinero también negó que mantuviera una relación sentimental o sexual con la víctima.
Daniel Sancho ya había testificado en dos sesiones consecutivas -el pasado martes 30 de abril y el miércoles 1 de mayo-, atado de pies y manos. En ambas fechas contestó durante horas a las preguntas de la defensa y de la acusación. A lo largo del proceso, el acusado también pudo hacer preguntas a los testigos.
Durante el juicio, la Fiscalía trató de demostrar que Daniel Sancho mató a Edwin Arrieta de forma premeditada, delito que Tailandia castiga con hasta la pena de muerte, aunque es la opción menos probable. "El que mate a otro merece castigo con la muerte, cadena perpetua o prisión de 15 a 20 años", reza el artículo 288 del Código Penal de Tailandia.
En el caso de pena de muerte no sólo entra en juego la justicia. También el rey de Tailandia. De acuerdo con el Código Penal tailandés, el monarca es el único que puede conceder el indulto real, si el condenado lo solicita. En este supuesto, la ejecución se suspendería hasta que hayan transcurrido 60 días desde que el ministro de Justicia presente el asunto.
Durante el juicio, la Fiscalía llamó a 28 testigos, la mayoría policías y forenses, además de intentar desmontar el argumento de la defensa propia. El fiscal fue incisivo y le preguntó por sus creencias religiosas.
La defensa contó con siete testigos, sin incluir al acusado, mientras que la familia de Edwin Arrieta se personó en el juicio como coacusación a través de abogados tailandeses y con la presencia algunos días del letrado Juan Gonzalo Ospina, que testificó el pasado 24 de abril y puso de manifiesto la situación en la que han quedado tanto económica como anímicamente.
El letrado explicó que el sustento de la familia dependía de Edwin Arrieta y que sus padres están "sufriendo depresión, ansiedad, pesadillas nocturnas y tomando tratamiento para superar la muerte de su hijo".
El proceso tuvo 12 sesiones en total, tres menos de lo previsto y terminando un día antes de la fecha programada. Una de las razones tiene que ver con el número de testigos, ya que fue menor al presentado en las listas preliminares, debido a una merma considerable por la parte de la defensa.
Entre las bajas de la defensa se encuentra el padre de Daniel, Rodolfo Sancho, que pese a acudir a todas las vistas no prestó declaración. Tampoco testificó un psicólogo experto en abusos sexuales y un testigo protegido, supuestamente acosado por Arrieta. Estos últimos fueron rechazados por el juez por no estar vinculados con el caso.
A puerta cerrada
El juicio contra Daniel Sancho, que ha durado casi un mes, comenzó el 9 de abril, ocho meses después del crimen. Se ha llevado a cabo a puerta cerrada y el juez, cuya identidad es confidencial, prohibió a los asistentes filtrar información sobre lo que ocurría dentro de la sala. Aún así, a lo largo de las sesiones trascendieron un sinfín de detalles.
Aunque se intentó llevar a cabo sin sorpresas, tanto por la parte de la Fiscalía como de la defensa, hubo algún contratiempo. Las sesiones se interrumpieron en dos ocasiones. Primero por el Año Nuevo Budista (entre el 12 y el 17 de abril). Más tarde, el día 24, por un fallo eléctrico que dejó a la corte sin aire acondicionado durante una ola de calor en Tailandia.
Otra dificultad fue la traducción. En un primer momento Daniel Sancho disponía de una intérprete del tailandés al español por videoconferencia que obstaculizó la fluidez del proceso. Después se cambió por traducción al inglés in situ y finalmente la defensa contrató para la última semana a una traductora del español al tailandés, con el joven cocinero declarando tanto en inglés como en su idioma materno.
Rodolfo y Silvia
Desde que comenzó el juicio, el pasado 9 de abril, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo (49) han arropado a su hijo. La analista inmobiliaria sólo se ausentó el primer día por encontrarse indispuesta.
Ambos se han mostrado con una actitud antagónica y apenas han hecho declaraciones. El actor, eso sí, quiso asegurar este pasado jueves, 2 de mayo, que "es una absoluta mentira" que no haya transmitido sus condolencias a la familia de Edwin Arrieta, por cuyo supuesto asesinato premeditado ha sido juzgado Daniel.
"Sólo quiero comentar una cosa, que no sé por qué hay gente que está diciendo que soy inhumano, que nunca he dicho que sentía nada por la familia (de Arrieta), que no he presentado mis condolencias", expresó Rodolfo Sancho a la salida del Tribunal Provincial de Samui. "Es una absoluta mentira", subrayó el actor, además de añadir: "Lo primero que hice cuando saltó todo esto fue efectivamente eso, y la gente que lo sabe, lo sabe, y los que no, no se han informado bien".
A lo largo de las 12 sesiones, Rodolfo Sancho se mostró con una enorme sonrisa, presumiblemente como "línea de defensa", según explicó a EL ESPAÑOL Sonia El Hakim, presidenta de la Asociación Española de la Comunicación No Verbal. Silvia Bronchalo, por su parte, estuvo muy seria y cabizbaja. Tras el alegato final de Daniel el actor confesó que siente "alegría de que acabe", mientras que su expareja se mantuvo en silencio.