Hace unos días, el escritor revelaba en su perfil de Facebook que había retomado su rutina deportiva, intentando dedicarse "una hora" en una etapa convulsa en la que compagina sus compromisos profesionales con el cuidado de su madre. La nueva vida fitness de Máximo Huerta consiste en ir al gimnasio, tal y como ha confirmado en sus redes sociales, compartiendo un gracioso posado frente al espejo.
El periodista capta su propio reflejo. Se le ve ataviado con un estilismo deportivo, con sus clásicas gafas y toalla en el cuello. Pero Máximo tira de sentido del humor y completa la instantánea con un divertido filtro que modifica detalles de su rostro. Le añade bigotes, una nariz mucho más pronuncia y unas gafas más extravagantes que las suyas.