No todo el mundo conoce a Marta Riumbau (37 años), pero fue una de las primeras youtubers de éxito en España. Ahora se ha convertido en protagonista por otro motivo que nada tiene que ver con su faceta profesional: ha anunciado que va a ser madre soltera. 

La noticia ha pillado por sorpresa a todos sus seguidores y a aquellos que en algún momento han visto algunos de sus vídeos en Instagram, YouTube o TikTok. No obstante, cabe destacar que desde pequeña su sueño era ser madre y ahora está a punto de cumplirlo. 

"En enero de este año, me encontré con 36 años, sin pareja y sin hijos. Mi yo del pasado hubiese dicho que ser madre soltera era un fracaso", ha reconocido en una entrevista que ha dado a la revista ¡HOLA! Desde que saltó al mundo de las redes sociales, a Marta se le han conocido tres relaciones, algunas más mediáticas que otras. 

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Fundó su canal de YouTube en 2010. 14 años después -cinco de ellos sin subir ningún tipo de contenido- acumula más de 600.000 suscriptores, 91 millones de visitas y 555 vídeos. En este tiempo también fundó su propia marca de ropa, Mus&Bombon. 

Lo que pocos saben es que Marta ha estado casada. Muy discreta con su vida personal, pocas eran las veces que su expareja Borja aparecía en su canal de YouTube. Por el contrario, decidió compartir todo tipo de contenido sobre los preparativos de su boda y un vídeo recopilatorio de los momentos más destacados de este día tan especial. 

Sin embargo, ya no queda ni rastro de este vídeo que fue eliminado meses más tarde. Todo parecía perfecto entre ambos, pero un tiempo después decidieron tomar caminos separados: ella abandonó la casa que compartían, se mudó de Barcelona y se trasladó de manera definitiva a Madrid. No se han conocido apenas detalles de esta ruptura, pero no terminaron de la mejor manera posible. 

Años después de esta ruptura, Marta Riumbau inició una nueva relación con el influencer reconvertido en DJ, Michenlo. A partir de este momento su vida cambió: formó un nuevo grupo de amigos y se le veía cada vez con más presencia en eventos y creando nuevos vínculos personales. Consiguieron transformar sus redes sociales para crear una nueva forma de contenido en la que el azul era el protagonista. 

Adoptaron un perro al que llamaron Olim y que pasó a ser el principal personaje del contenido de ambos. El amor se terminó, pero demostraron que lo suyo iba más allá de un romance y que habían conseguido crear algo más especial. Decidieron hacerse un tatuaje juntos después de la ruptura, algo que utilizaron para recordar los momentos que habían compartido y la lección sobre el destino y el hilo rojo.

La relación más mediática llegaría a principios de 2022, cuando una amiga le presentó al que ha sido su pareja durante dos años: Diego Matamoros (37). Su historia de amor fue una montaña rusa de idas y venidas en la que vivieron momentos muy felices.

La relación estaba tan asentada que incluso se embarcaron en la compra de un exclusivo chalet. Marta, además, se convirtió en su mayor apoyo de Diego durante los peores momentos de su enfermedad. El hijo de Kiko Matamoros (67) sufre una dolencia llamada espondilolistesis que afecta a la columna vertebral provocando fuertes dolores de espalda. 

Marta llegó a asistir a la boda entre Kiko Matamoros y Marta López el pasado mes de junio, acompañando al hijo del novio en un día tan especial. Con este movimiento confirmaba el buen momento que estaba atravesando la pareja y los lazos que le unían ya con su familia política. En marzo de 2024, fue Diego quien confirmó lo que había sido un secreto a voces: ya no estaban juntos. 

"Me encuentro ante la difícil tarea de compartir con vosotros un cambio significativo de mi vida personal. Después de mucha reflexión y consideración, fui yo quien tomó la decisión de terminar mi relación con Marta. Aunque esta decisión marca el final de nuestro capítulo como pareja, quiero que sepáis que seguimos compartiendo nuestro hogar y nuestra vida con mucho cariño y respeto mutuo", compartió a través de sus redes sociales. 

Ahora Marta se enfrenta a una nueva etapa que afronta sola, pero muy ilusionada. "Voy a dejarme la piel para que sea el bebé más feliz del mundo, que nunca le falte nada y darle todas las experiencias que pueda", ha confesado en la citada entrevista.