Paz Padilla: "Ya no tengo sueños. Vivo aquí y ahora, porque el hoy no existe y mañana no sé qué va a pasar"
La presentadora y su hija, Anna Ferrer Padilla, presentaron este jueves, 17 de mayo la nueva colección de su exitosa firma de ropa No Ni Ná.
17 mayo, 2024 01:45Este jueves, 16 de mayo, fue un día importante para Paz Padilla (54 años) y Anna Ferrer Padilla (27). Madre e hija presentaron en Madrid la nueva colección de No Ni Ná, su marca de moda que tantas alegrías les está dando y en la que están poniendo todo su esfuerzo.
Ambas se han convertido en un tándem triunfador y han conseguido sacar adelante muchos de los proyectos nacidos de su imaginación y sueños. En esta nueva colección, en la que se incluyen vestidos, sudaderas, conjuntos de lino y también joyas, Paz y Anna han sabido transmitir sus gustos y adelantarse a las tendencias de la próxima temporada.
No han estado solas en la cita. Además de estar rodeadas de todo su equipo, la presentadora también ha contado con el apoyo de Fran Medina, su pareja y con la que lleva casi dos años de relación. EL ESPAÑOL ha podido hablar con Paz Padilla sobre No Ni Ná y también de cómo es su relación con su única hija en lo personal y en lo laboral.
Están hoy de estreno con el lanzamiento de la tan esperada nueva colección, ¿qué nos puede contar?
Poco a poco hemos ido viendo que vamos creciendo y que la gente nos va conociendo. ¿Sabes lo que es ir por el aeropuerto y ver a la gente con nuestras sudaderas? Por ejemplo, me la encontré en Delhi, en la India. Pues voy para allá y abrazo a la gente. Siento que cuando alguien lleva una prenda nuestra, forma ya parte de mi familia. Cada año estamos intentando como ofrecer un poquito más, ¿no? Empezamos el año pasado con la bisutería, con el punto, las sudaderas... poco a poco vamos creciendo. No queremos ir muy rápido porque me da un poco de miedo, pensamos que el éxito a veces puede morir de éxito. O sea, la cosa va muy bien.
Han aprendido con el tiempo.
Sí. La locura que hicimos en 2022 con la Nonineta, que fue una paliza brutal porque recorrimos toda España, nos sirvió para comprobar quién era nuestro público realmente. Gracias a eso pudimos tener más claro hacía dónde iba nuestra colección. Yo sé que todo está hecho, pero todo se paga. Entonces cuando se quiere a grandes profesionales hay que pagarlos y a veces no se puede. Es muy complicado.
Algunos de los tejidos llegan directamente de la India, si no me equivoco.
Sí, sí. Yo he estado allí en la India, es maravillosa. La seda es increíble, cómo lo hacen... todo es muy artesanal. Es muy bonito traer a la gente algo a lo que normalmente no se puede llegar o no quieren ir porque le asusta muchísimo, cosa que no entiendo, pero es lo que pasa en nuestra sociedad.
¿Cuál es el siguiente paso?
Quiero montar tienda en Madrid, lo tengo muy claro. Lo que pasa es que soy superprudente, aunque parezca que soy una cabra. Soy prudente y no me meto donde todavía no me siento preparada, pero yo creo que ya estoy preparada para dar el salto. Tenemos una buena venta online y tenemos dos tiendas físicas en Zahara. No quiero sólo tener tienda en Zahara y que esté sólo abierta en la temporada de verano. Hay gente que dice: "Cierra la tienda de Paz Padilla". Se cierra porque en invierno no hay nadie. Ya quisiera yo tenerla abierta, pero el público comienza a llegar ahora y no para hasta octubre. Claro, yo quiero continuidad y creo que la marca tiene ya un peso como para estar en Madrid. De hecho, ya estamos buscando un local, pero estamos viendo a ver que zona escogemos.
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Para muchos es importante poder ver los productos en persona.
Claro. Lo que está claro es que nosotras ofrecemos calidad y si hay algo que ha salido mal, nosotros sustituimos la pieza, pedimos disculpas. Cuidamos muchos los detalles. Nos encanta estar cerca de la gente, esto no es una superproducción, somos pequeñitos y queremos seguir así.
¿Cómo es trabajar con Anna?
Es muy amorosa y respetuosa. Respeta mucho las opiniones y tiene claro que quiere. Como yo la conozco, sé hasta dónde podemos llegar. Eso es lo importante. Confío tanto en ella que ya no me preocupa nada. Cuesta mucho delegar. Primero porque piensas que todavía no está madura. Me di cuenta en Te falta un viaje que ya era una mujer. Muchas veces no nos damos cuenta y los padres creemos que conocemos a nuestros hijos porque los hemos parido... pero si no nos conocemos ni a nosotros mismos, ¿cómo vamos a conocer a nuestros hijos? Ellos están evolucionando y cambiando. Ahí descubrí que ya era una mujer hecha y derecha y que ella puede con todo. Tiene la cabeza muy bien puesta. Estoy muy orgullosa de mi bebé, una madre nunca se jubila.
¿Suele pensar en el futuro?
Siempre he pensado en ella, en mis nietos... Tengo unas ganas tremendas de ser abuela, pero ella me dice que no, que tiene todavía muchas cosas que aprender y que vivir. Con su edad ya la tenía a ella...
Es presentadora, empresaria de moda y también cuenta con su propia agencia de comunicación.
Papaya Comunicación va creciendo a pasos agigantados. La verdad que fuimos muy visionarias. Hace tres años teníamos muy claro que esto iba para arriba. Te das cuenta de que la gente va a rebufo. Ahora todo el mundo tiene TikTok y cuando yo tenía Musical.ly hace años, Anna me decía: "Mamá, por favor, que eso es para niños". Yo le decía que ese era mi público y mira... Es una herramienta imprescindible. Entre TikTok e Instagram tengo más de cinco millones de seguidores, que se dice pronto. ¿Qué producto de televisión o de prensa mueve cinco millones? Haber conseguido la independencia a nivel de poder comunicar tus productos o quién eres es increíble. Ahora mismo no le temo a nada ni a nadie, no necesito a nadie, eso es maravilloso.
Es un proyecto muy diferente, pero que sigue muy ligado a su día a día.
Sí, además hemos creado un equipo. El equipo es cuando tanto los líderes como los que están detrás se mueven y tenemos una misión importante. A todos nos mueven, no los intereses, sino las personas. Aquí trabajamos todas y todas damos el callo y la que no lo dé no la queremos.
Se muestra feliz con el equipo.
Pasa lo mismo con No Ni Ná. Si supieras el equipazo de tenemos... Cuando termina la campaña de la temporada nos vamos de viaje. Me llevo a mis niñas y así hacemos equipo. Les digo: "Si ustedes vendéis, me vendéis a mí; si yo vendo, os tengo que cuidar". Esto es una familia. No es un trabajo individual de ver qué vendes tú, no. Es tan importante el diseño, la producción, la venta como la comunicación. No puedes trabajar muchísimo porque entonces estás de mal humor, entonces no vendes bien porque yo te estoy tratando mal y no haces lo que necesito. Eso es una familia. Es importante mover el equipo con una misión, una fuerza o una energía.
¿Se arrepiente de algo?
Todo el mundo comete errores y somos humanos. Me he dado cuenta de que en No Ni Ná vamos dando palos de ciego, vamos poquito a poco aprendiendo. La vida es eso. Vamos conociendo y así se va creciendo. Cuando llega el fruto, la recompensa es muy bonita. Nada es terrible.
Además de todos estos proyectos acaba de publicar Madre.
En eso estoy. La gente lo está aceptando muy bien porque es una continuidad de El humor de mi vida. Tengo la misma misión que es ayudar a la gente en el autoconocimiento, en la superación y en la aceptación. Entendemos que a lo largo de nuestra vida pasamos muchos duelos y que escondemos los duelos porque pensamos que es algo terrible. Si tú pasas de un trabajo a otro, es un duelo; si te traciona una amiga, es un duelo; si tu madre está enferma, es otro duelo. Todos tienen la misma fase. Cuando aprendes cuál es el camino que tienes que ir atravesando en el duelo, al final te das cuenta de que te va fortaleciendo para el siguiente. Cuando la gente va perdida porque no se habla de esas cosas, damos palos de ciego.
¿Es difícil abrir así su corazón?
Me parece que el conocimiento hay que compartirlo. Todo lo que uno aprende hay que compartirlo. Soy consciente de las personas que me han ayudado, aunque sea solo para darme la mano. ¿Sabes qué he aprendido? He aprendido que lo importante en la vida es aceptar. Aceptar no significa no estar de acuerdo con lo que ha sucedido o no, sino que es saber que no se pueden cambiar las cosas y que a partir de entonces te tienes que reinventar y con lo que me ha sucedido tengo que crecer, ser más fuerte y prepararme para lo siguiente. Eso no me lo puedo quedar. ¿Tú sabes la cantidad de gente que viene al teatro y me agradece por haberle ayudado? Ahí ya sé que ha merecido la pena. Ahora estrenamos la tercera temporada en Madrid, más de 150.000 personas han visto la función y ni una se ha quedado sentada cuando termina.
Ha conseguido ayudar a muchas personas.
Cuando te sucede algo duro en la vida lo que tienes que hacer es darle un sentido. Mi filosofía es que toda situación, tanto positiva como negativa, tiene algo negativo y positivo. Para mí contarlo en un libro o en un teatro y poder ayudar a la gente significa que todo lo que he llorado y lo que he aprendido sirve para sacar a otra gente del agujero. Eso es maravilloso. Te das cuenta de que ante la adversidad hay muchas cosas que no merecen la pena. Ahora que he venido de la India te das cuenta de que la vida es muy bonita y que hay cosas que ya no merecen la pena. Hay que aprender de todo.
Además, tiene un altavoz muy importante.
Sí. Por ejemplo, este viernes voy a hablar con Javier García Campayo, que es un psiquiatra muy bueno, experto, profesor y catedrático. Este hombre tiene tantas cosas buenas que contar a la gente, pero no tiene el altavoz. Entonces yo tengo una misión y es que la gente le escuche.
¿Y qué planes tiene para este verano?
Como siempre, no tengo nada libre de vacaciones. Me iré a Cádiz, por supuesto, a controlar desde ahí No Ni Ná. Estaré en Madrid con El humor de mi vida y también estoy dando conferencias de la aceptación. También colaboro en TardeAR, donde coincidió con compañeros maravillosos. Eso es un regalo. Tenemos mucha actividad y continúo ese contacto con compañeros y amigos, así que muy bien.
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Precisamente, sus excompañeros de Sálvame estrenaron este miércoles Ni que fuéramos..., ¿ha tenido la oportunidad de verles?
No he visto nada, ¿lo han estrenado ya? Les deseo que les vaya todo muy bien. Cada uno que esté donde quiere y que haga lo que tiene que hacer.
Está usted muy bien acompañada, ha venido Fran a apoyarle.
No tengo nada que decir. Estoy feliz.
¿Qué sueños le quedan por cumplir? Parece que ya los ha cumplido casi todos.
Ya no tengo sueños, yo creo que el sueño es ser feliz, que lo soy. He aprendido a vivir mucho el aquí y el ahora. Esto es un momentazo precioso para mí. La vida es una interpretación de tu realidad. Entonces si tú te montas una realidad preciosa, esa vida es preciosa; si tú te montas una realidad terrible, tu vida es horrorosa. Tengo una gran capacidad para interpretar. Vivo las cosas buenas del día a día porque mañana es una cábala que no sé qué va a pasar. El hoy no existe, el mañana no existe y el pasado ya se vivió. Hay que vivir aquí y siempre estoy en el aquí.