Quique Jiménez (47 años), más conocido en la televisión española como Torito, ha vivido uno de los momentos más desagradables y difíciles de su vida por culpa un grupo de homófobos. El presentador estaba paseando tranquilamente, este pasado miércoles, 22 de mayo, por el centro de Madrid -él cita la calle Prim, próxima al barrio de Chueca- cuando se ha topado con una intolerable escena en la que un grupo de militares le ha insultado.
Sus agresores le han gritado "rojo" y "maricón". Así lo ha compartido, dolido pero combativo y fuerte, el propio Torito a través de sus redes. "Si os soy sincero, hacía años que no me insultaban por mi condición sexual, por eso mi gran sorpresa por la desagradable situación que me pasó ayer. Estaba paseando tranquilamente por el centro de Madrid cuando pasé por delante de un local de la calle Prim donde un grupo de personas estaba tomando cervezas en su interior", comienza su relato.
Prosigue: "Al verme a través de la gran cristalera que tiene el local, empezaron a aporrear el cristal del establecimiento y a gritarme cosas que no parecían muy agradables. Yo bajé la cabeza y seguí para adelante intentando quitar hierro al asunto. Ellos al verse ignorados decidieron que uno de ellos saliera del local para gritarme a la espalda de forma muy agresiva mientras yo caminaba".
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Según el relato de Torito, estos militares -Quique informa, además, que trabajan en el Cuartel General del Ejército de Tierra- le han gritado "rojo, maricón, rojo, maricón, durante más de diez segundos de forma repetida. Fue muy desagradable. Cuando pasaron unos segundos y el agresor ya no estaba agrediéndome verbalmente pensé… ¿por qué tengo que bajar la cabeza ante este tipo de agresiones?".
En ese punto, decide emprender el camino de vuelta, llegar al bar y encararse, vídeo en mano: "Si esto le pasara a mi hijo, ¿yo seguiría caminando? No hay que tolerar cosas así y decidí entrar en el local. Tengo la suerte que esto pasó en una zona de Madrid que está muy vigilada por cámaras. El mismo local tiene una cámara en la puerta, esto me va a ayudar a poder denunciar también el caso de forma oficial. No normalicéis los insultos, también son agresiones".
Torito refuerza su reivindicación con un hashtag más necesario que nunca: "Stophomofobia". En el vídeo que graba Torito se puede ver, en primer lugar, cómo él entra en el local e interpela al grupo de personas que hay sentado en la mesa, a la derecha de la entrada: "¿Qué pasa? ¿Quién me llama maricón? Rojo, maricón. ¿Quién me lo llamaba de aquí? Que ha salido gritando rojo y maricón, ¿eh? ¿Quién?".
El grupo de militares enmudece, calla, como si nada hubiera pasado y ninguna agresión se hubiera cometido. Sigue preguntando Torito: "Es de vuestro grupo, ¿no? -el que lo insultaba-. Me han dicho que sí". En ese momento, aparece en escena un camarero, y Quique no se arredra: "¿Tú eres de aquí? Me estaban llamando rojo y maricón desde aquí, desde el escaparate".
El trabajador se encoge de hombros, y se excusa: "No lo he oído, estaba trabajando". Quique redirige su atención hacia el grupo de la mesa: "Quién era, ¿eh? Que salga el valiente ahora". Un militar del grupo le pregunta a Torito si es abogado, y el presentador responde: "Lo que tenéis es poca vergüenza". Sin dejar de grabarlos, añade Torito: "Aquí los tenéis. Qué calladitos. Qué valientes cuando uno está de espaldas. Qué fácil llamar maricón cuando la gente está de espaldas".
Como no podía ser de otro modo, las reacciones a la publicación de Torito no se han hecho esperar por parte de sus seguidores: "Muy bien hecho", "Bravo por ti", "Con un par, muy valiente", "Has hecho lo correcto, estas cosas deben ver la luz. No entiendo las ganas de hacer daño de la gente".
La lucha de Quique
En el año 2017, Torito publica su libro más valiente, Ácido, en el que realiza las confesiones más personales de su vida. El comunicador se desnuda en el terreno más personal y habla de la paternidad junto a su marido y las dificultades que vivió cuando decidió no esconder su orientación sexual ante su familia.
En el plano sentimental, Quique Jiménez lleva más de 17 años junto a su marido, Raúl Jiménez. En octubre de 2016, abandonaba su trabajo en el extinto programa ¡Qué tiempo tan feliz! confesando, entre lágrimas, que lo hacía para cumplir uno de los sueños de su vida: ser padre.
Con el humor que caracteriza al reportero, relató ante una ilusionada María Teresa Campos que pese a no saber cómo llamarlo en primera instancia "podría llamarlo 'Altagama' porque me ha costado como un coche de lujo". Su hijo, Nathan, vino al mundo en noviembre de 2016, a través de la gestación subrogada.