La actriz colombiana Laura Londoño (36 años), toda una estrella en su país, adquirió en España un gran reconocimiento cuando se estrenó en Netflix la telenovela Café con aroma de mujer. Y arrasó sin igual. Tanto ella como el actor William Levy (43) fueron, durante meses, la pareja revelación. De aquello ya ha pasado tiempo y Londoño sigue sumando éxitos.
En estos años, Laura se ha labrado un nombre en nuestro país, máxime desde que ganó la octava edición de MasterChef Celebrity. Tiene la nacionalidad española y asegura amar España. En medio de su abultada agenda como actriz, que le hace estar a caballo entre Colombia y España, Londoño acudió el pasado martes, 28 de mayo, a un evento muy especial.
La artista fue la embajadora de una fusión única: la de El Corte Inglés con la Cámara de Comercio de Bogotá. EL ESPAÑOL estuvo presente en el acto y pudo charlar con Londoño de todo: de trabajo, de amor, de familia, de hijos, de renuncias... Muy cerca de Laura, su esposo y razón de amor, Santiago Mora Bahamón, con quien ha traído al mundo a dos hijas.
Usted, natural de Colombia, no podía faltar en una noche tan especial.
Cierto que sí. Así es. Me siento súper orgullosa, feliz, agradecida. Esto es Bogotá marcando estilo. Los que no saben, es precisamente una alianza entre Colombia y España. La hacen a través de El Corte Inglés en España y la Cámara de Comercio en Bogotá. Juntos lo que buscan es promover y resaltar toda esa gastronomía de Colombia. Específicamente, de Bogotá y toda la área del Altiplano.
Usted ya tiene la nacionalidad española.
Sí, desde enero del año pasado. Ha sido súper lindo todo. No creo en las coincidencias, yo creo que el tiempo siempre tiene un por qué, todo sucede por algo. Es una sincronía bonita, que me propusieran venirme a MasterChef justo en el momento en que hacía dos meses que me había salido mi nacionalidad española. Fue venir y entonces llegó el proceso de MasterChef.
¿Qué recuerdo tiene del concurso?
Fue una experiencia tremendamente profunda, trascendental y dura, muy dura. Es el trabajo más duro que hice en mi vida. Pero también el más satisfactorio y el que más orgullo hace que sienta, porque sé lo que tuve que hacer. Sé de dónde empecé, de no saber conocer, hasta dónde llegué. Lo que también me sucedió es que pude estar acá, durante las grabaciones, conociendo muchísimo de España, de su cultura a través de las diferentes regiones.
¿Qué le llama la atención de España?
España es un país con mucha diversidad. Vas de una región a otra, y es distinto. Fue lindo para mí recorrer todos esos lugares y saber que hay unos con los que vibro enormemente, y no sabes por qué. Sabes que está en tu sangre, en tu historia, en tu familia.
¿Se plantea vivir aquí?
Mira, yo me lo planteo, claro que sí. Pero lo que pasa es que debo decirte, y doy gracias, que tengo un trabajo que florece en diferentes lugares y que me hace moverme un montón. Yo estaba instaladísima aquí hasta que hace tres meses decidí volverme a Bogotá. Regresé a Colombia, pero tengo un pie acá y otro allá. Yo siempre feliz de volver. Fíjate, que decidí regresar para esto, en un viaje relámpago de dos noches.
Ha venido muy bien acompañada, aquí está su marido, Santiago.
Claro, siempre, él está siempre. Estamos apoyándonos siempre, el uno al otro. Esto es de ida y vuelta.
¿Cómo se compagina el éxito con el ámbito familiar?
Yo no creo que tenga eso resuelto ni tengo la clave. Es una búsqueda del equilibrio y del balance, que es difícil y no siempre se consigue. Es como cuando vamos a un show de un circo y vemos, literalmente, a un equilibrista y sentimos que en cualquier momento se va a caer. Bueno, hay momentos que sí, caes. Pero si uno tiene la conciencia de esa búsqueda diariamente... es lo que yo intento. Te digo que a veces se me desfasa para un lado y para otro. Pero no quiero renunciar, me resisto a renunciar a partes de mí que me hacen feliz.
No se tiene por qué.
Te ves en esa disyuntiva. Te toca verte ahí. Eso no te convierte en una peor madre o mujer. Lo veo como un ejemplo para mis hijas, que el día que decidan tener hijos, si lo deciden, que sepan que ellas tienen que cuidar de sí mismas como mujeres, que tenemos muchos roles. Que somos mamás, hijas, esposas, novias... Somos profesionales. Todos los aspectos se tienen que cuidar, se les tiene que dar un momento, un tiempo, un espacio, una voz...
Todo es compatible y debe serlo...
Porque si empiezas a cancelarte a ti misma, a hacerte más chiquita, eso explota. Y explota para mal, para ti y para tu familia.
¿Cómo se plantea el verano?
Trabajando, trabajando. Con muchos proyectos, gracias a Dios. Regresé a Colombia, precisamente, a grabar la temporada dos y tres de una serie Manes, que está en Prime Video. Es una maravilla. Estas temporadas me gustaron más, incluso, que la primera. La disfruté mucho y ahora, hace un mes, empecé un proyecto que se llama Yo no soy Mendoza, que es una historia escrita por Fernando Gaitán. Gran escritor de series como Café con aroma de mujer o Betty la Fea.
¿De qué versa esta historia?
Su última historia es una comedia. La estamos haciendo con Sony. Esto es todo muy mexicano. Sólo somos dos actores colombianos. Estamos representando a Colombia. Estoy en esta comedia, muy feliz.
Hablando de Café con aroma de mujer, ¿ha podido hablar con William tras su complicado divorcio?
No he hablado con él, no lo sé. No hablo con él desde hace tiempo. Creo que estamos los dos trabajando un montón. Lo quiero muchísimo. Espero que esté bien, no sé más detalles. El cariño entre nosotros sigue y lo lindo es que cuando nos vemos es como si no pasara el tiempo.