El actor Imanol Arias (68 años) se ha mostrado "contento y conforme" tras alcanzar en el juicio un acuerdo con la Fiscalía por el que acepta menos de dos años de cárcel -que no implica su entrada en prisión- por delitos contra Hacienda, y ha indicado ante los periodistas a las puertas de la Audiencia Nacional: "Nunca pensé que iba a ir a la cárcel".

El intérprete se ha sentado este martes, 4 de junio, en el banquillo de los acusados junto a su gran amiga Ana Duato (55), también compañera de reparto en la serie Cuéntame cómo pasó, y otros 26 acusados en el juicio que ha arrancado por presuntos delitos fiscales a través de estructuras opacas diseñadas por el despacho de abogados Nummaria.

Ambos actores están acusados de tributar indebidamente parte de sus ingresos de la conocida ficción, por lo que la Fiscalía Anticorrupción solicitaba inicialmente para Imanol Arias 27 años de prisión por un fraude de 2,7 millones de euros entre 2009 y 2015, petición de condena que ahora se ha visto reducida en virtud del pacto de conformidad.

[Imanol Arias pacta con la Fiscalía y paga 2,3 millones pero Ana Duato lo rechaza y encara 30 años de cárcel]

Imanol Arias a la salida del juicio por el que le pedían 27 años de prisión. Europa Press

El acuerdo, alcanzado con la Fiscalía y la Abogacía del Estado, consiste en la reducción de sus peticiones de condena a menos de dos años de cárcel y el pago de una multa para Imanol Arias tras reconocer el actor la comisión de varios delitos contra Hacienda y después de haber abonado la cantidad defraudada.

En el caso de Ana Duato, que también devolvió parte de la cantidad defraudada y que no ha mostrado su intención de llegar a un acuerdo, el fiscal pide 32 años de cárcel por un presunto fraude de 1,9 millones entre 2009 y 2017. Su marido y padre de su popular hijo, Miguel Ángel Bernardeau, productor de la serie televisiva, se enfrenta una petición de la Fiscalía de 18 años de prisión.

A la salida del juicio celebrado y ante una gran expectación mediática en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), el actor ha declarado a los periodistas que está viviendo "una situación muy extraña, por novedosa", aunque se ha mostrado "muy tranquilo".

Tras confesar que nunca pensó que iría a la cárcel, ha desvinculado su acuerdo con la retirada de la acusación al inicio del juicio contra su hermana, que ha quedado eximida de responsabilidad y ha salido de la sala.

"Estoy contento y conforme, por lo menos queda claro el asunto [...] y así me olvido de... durante ocho años tener 28 años de cárcel y parece que era... no sé", ha señalado Arias, quien ha manifestado que así se olvida de los ocho años de procedimiento en los que ha afrontado una petición de 27 años de cárcel.

El actor ha explicado que ha solicitado al tribunal declarar lo antes posible al tener en cartel una función de teatro en Argentina con las entradas vendidas hasta finales de julio. La presidenta de la Sala ha adelantado que aceptará su petición.

Cuestiones previas

El juicio que ha arrancado este martes con las cuestiones previas se centra en la presunta creación desde Nummaria de una serie de estructuras societarias opacas ofrecidas a clientes de este despacho de abogados para "evitar la tributación que hubiera correspondido en España por la obtención de rentas provenientes de todo tipo de negocios situados en nuestro país".

La defensa del principal procesado, Fernando Peña, dueño y máximo responsable de Nummaria, y las de varios jefes de departamento y colaboradores del despacho han pedido la nulidad del procedimiento por vulneración de derechos como el de un proceso con todas las garantías.

Ana Duato, en el banquillo de los acusados en la Audiencia Nacional. EFE

Antonio Camacho, abogado de Peña, para quien el fiscal reclama la mayor pena, 298 años de cárcel, ha alegado que el juez instructor decidió que la ingente documentación contable intervenida en abril de 2016 en el despacho Nummaria, en la que se basan las acusaciones, quedara depositada en la sede de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF).

Es decir, "quedó en manos de quien ejerce la acusación particular en esta causa y no custodiada por el Juzgado", ha recalcado el letrado, que ha denunciado que las defensas no tuvieron acceso al comienzo de las diligencias a los documentos incautados y ha añadido que existen sospechas de que hay documentos que pudieron ser "alterados, modificados y borrados".

"Nos introducimos en un juicio que tiene los pies de barro", ha concluido Camacho. Los demás letrados de integrantes y colaboradores del despacho Nummaria se han adherido a la petición de nulidad de las actuaciones y algunas han alegado también la prescripción de los delitos por el tiempo transcurrido y la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.