Seis días. Ese fue el tiempo que duró Máximo Huerta (53 años) en el cargo como ministro de Cultura. Su breve paso por el Ministerio dio mucho de qué hablar, pero ya apenas quedan recuerdos de aquella difícil etapa, pues la vida del periodista y escritor ha cambiado radicalmente desde entonces.

Fue el 7 de junio de 2018 cuando juró ante el rey Felipe VI (56) su cargo en el Salón de Audiencias del palacio de La Zarzuela. Días después salió a la luz un caso de fraude a Hacienda que fue suficiente para anunciar su dimisión menos de una semana después de su gran momento. En aquel momento, el entonces ministro fue acusado de defraudar a Hacienda 218.322 euros cobrando a través de una sociedad para eludir el IRPF.

Algo que le pasó a muchos colaboradores, presentadores y artistas, por el cambio de la ley Montoro. Huerta siempre defendió su inocencia, asegurando que lo que había hecho no era "ilegal" en el momento de su ejecución y que ya había pagado al fisco lo que le reclamaban

Máximo Huerta el día de su nombramiento en 2018. Gtres

El pasado año quiso recordar este día con una anécdota que también copó titulares sobre el atuendo que lucía y la tan famosa pegatina en la suela de los zapatos que tuvo que comprar "de urgencia" horas antes del acto. De aquella etapa sólo conserva una fotografía junto al monarca. "Con el resto he hecho lo mismo que hace mi madre con mi padre: esconderlas o romperlas", aseguró en aquel entonces. 

EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con Máximo Huerta, pero, en esta ocasión, ha declinado hacer declaraciones sobre este tema concreto: el aniversario de su juramento. El escritor ya se encuentra recuperado del bache de salud que sufrió la pasada semana a causa de una diverticulitis aguda de colon. Todo quedó en un susto y ha podido retomar sus rutinas diarias y las citas profesionales con sus seguidores. 

Lo cierto es que la vida del exministro nada tiene que ver con lo que era antes. Ahora es su madre, Clara Hernández, la protagonista de su día a día. Desde hace meses, Máximo Huerta se está haciendo cargo a tiempo completo de su progenitora por su delicado estado de salud. Todo ello mientras continúa con su exitosa librería de Doña Leo situada en el pueblo en el que ahora reside, Buñol, provincia de Valencia.

Siempre ha demostrado lo importante que es para él su madre y cómo ella está por encima de todo y de todos. Su máxima prioridad ha pasado a ser ella, continuando con su vida profesional, pero sin descuidar los cuidados de la mujer que le dio la vida. "Me fui a vivir a Buñol para cuidarla y sobre todo para no tener una pena de futuro. Quiero morirme tranquilo y que ella haga el viaje feliz", comentó en una ocasión. 

De hecho, Clara fue una de las personas que estuvo presente el 7 de junio de 2018 de Madrid. No quiso perderse este día tan importante, a pesar de que no se sentía del todo feliz. "Como madre buena que es vino a estar conmigo desde el pueblo a sabiendas de que era algo que no compartía", reconoció.

Aunque quiere borrar todo lo que ocurrió en aquellos seis días y lo que llegó después, Máximo Huerta ha explicado en contadas ocasiones cómo vivió esa etapa. "Me dolió ver cómo defendieron todos a Pedro Duque y a mí no me llamó nadie después de lo que pasó", defendió. En otra entrevista también aseguró que le pidieron que "estuviera un mes callado". En una de su participación de El Hormiguero, llegó incluso a relatar su última conversación con Pedro Sánchez (52): "Lo que me resultó paradójico es que, en lugar de unas palabras para mí, empezó a hablar de él, de cómo lo vería la historia en el futuro". 

De hecho, en una conversación con EL ESPAÑOL reconoció que no volvería a formar parte nunca más del mundo de la política. "No tengo alma de político, como se pudo ver. No tengo la piel dura, no soy cínico ni sé mentir. Creo que hay que tener la piel mucho más dura, me lo dijo un político", explicó en 2021 a este periódico. 

Máximo Huerta en su librería de Buñol. Gtres

Aunque en lo profesional todo está yendo según lo esperado, en lo personal ha tenido que hacer frente a una dolorosa pérdida en el último año. Tal y como publicó en exclusiva EL ESPAÑOL, el periodista y su entonces pareja, Juan Castillo, rompieron el pasado mes de octubre después de tres años de relación y muchas vivencias juntos. De hecho, él se trasladó hasta Valencia para estar más cerca de su novio. "No es fácil hacer lo que él está haciendo por mí, dejar su isla y venirse a vivir a un pueblo pequeño y estar conmigo en el cuidado de mi madre", reconoció. 

Ya ha recargado pilas después del bache de salud que ha atravesado y ya está preparado para hacer frente a sus compromisos laborales en la Feria del Libro de Madrid de este próximo fin de semana. Estará firmando ejemplares de todas sus obras en distintas casetas del parque del Retiro, donde podrá volver a reencontrarse con sus queridos seguidores con quienes suele conversar diariamente a través de sus redes sociales. El sábado 8 de junio firmará desde las 12 h hasta las 14 h en la librería Gaztambide y de 18.30 h a las 20.30 en la Fnac. Sin embargo, habrá que estar pendiente del tiempo ya que este día anuncían posibilidad de lluvias en la capital