Mañana martes, 11 de junio de 2024, es un día importante para el youtuber Julián Contreras (38 años). El vástago pequeño de Carmina Ordóñez acudirá al juzgado para verse las caras con una mujer que lo acusó en un medio de comunicación de intentar "seducir" a su madre para que ésta le alquilase un piso.
Los hechos se remontan al pasado mes de marzo, cuando el espacio de Mediaset España Así es la vida dio voz al testimonio de una mujer, de origen cordobés, que aseguró que Julián quiso "seducir" a su madre para conseguir un piso en alquiler en dicha ciudad andaluza.
"Mi madre le dijo: '¿Con qué nombre te guardo?' Y él dijo: 'Julián, Julián Contreras'. Mi madre, que es bastante dura, se dejó prácticamente seducir. (...) Lo que nos da verdaderamente rabia es que vaya a engañar a otra persona", fue parte del testimonio de esta fémina. Contreras, a través de su equipo legal, envió entonces burofax a esta mujer que aportó su testimonio.
Ahora, ha sido el propio Julián quien ha actualizado en qué punto se encuentra ese contencioso. El que un día fuera concursante de realities ha desvelado nuevos detalles en su canal de YouTube. "El martes 11 de junio tengo un juicio. No sé si podré hacer un directo en la tarde, no creo que llegue a tiempo. Al de la noche seguro que no. Porque tengo el juicio", ha comenzado explicando ante sus 16.300 suscriptores.
Añade el hermano de Francisco Rivera (50): "Tenemos el acta de conciliación, con esta buena mujer que le dio por decir que yo quise seducir a su madre o que seduje a su madre. Toda esa historia tan apasionante y maravillosa es el próximo martes. El martes 11 estaré en el juzgado por la mañana. Voy y vengo en el día, pero no sé si llego a tiempo. No sé qué pasará y en qué quedará todo eso".
Tiene claro Contreras Ordóñez que irá hasta el final, que confía en que la justicia le dé la razón y restañe su honor: "Lo tengo muy claro y así lo voy a mantener: no voy con las rebajas en la mano. Espero que se haga justicia y yo, desde luego, la voy a pedir".
El pasado mes de marzo, el programa presentado por Sandra Barneda (48) desveló parte del contenido del burofax que los abogados de Julián redactaron. Parte del mismo dice así: "Usted ha difundido a algunos medios de comunicación (prensa y televisión) las comunicaciones privadas que mantuve con usted, sin mi previo ni expreso consentimiento, lo cual es muy grave. (...) Vengo a requerirle que en un plazo no superior a 72 horas me indemnice con una cuantía total de 12.000 euros".
12.000 euros fue el precio que solicitó Julián a la persona que contó su versión. "Nos contactó una señora que decía que él era su cliente. Como una agente. Querían unos planos de la vivienda porque hay una de las personas que tiene limitaciones visuales. Resulta que era el padre", comenzó detallando la no casera cordobesa de Julián Contreras.
"Nos preguntó por la zona, si era tranquila y discreta. Nos dijo que esa persona era escritor. No tenía unos ingresos demostrables porque, obviamente, le pedimos el tema de ingresos y nos dijo que ella podía hacer de avalista o podía hacer un seguro de alquiler del que se hicieran cargos ellos mismos. Nos pareció muy raro y entonces no le seguimos enviando información ni nada", añadió esta mujer.
Sin embargo, el interés de Julián no habría terminado aquí y éste lo intentó de nuevo, pero esta vez fue Julián quien se puso al teléfono, pero desde el anonimato. "Le hablaba de la discreción, que estaba harto de la gente. Pensábamos que era un Premio Planeta, porque claro... Con tanta historia esperábamos a Mario Vargas Llosa (87). Mi madre no quería animales, pero accedió a un gato y a un perro", agregó.
Y remachó: "Le pedíamos 1.150 euros. No ponía ningún problema con el precio porque como no iba a pagar... le parecía perfecto". A partir de este momento, la conversación terminó y las negociaciones se rompieron.
Tras todo esto, Contreras decidió enviar un mensaje para disculparse por la situación y explicar el momento que estaba atravesando entonces: "Quiero transmitirte la desazón que siento... Me hacía mucha ilusión vivir allí y, aún con todas las garantías, me es imposible. No soy culpable de nada y vivir con este lastre es, además de injusto, muy limitante".