La periodista Sara Carbonero (40 años) se ha sincerado como nunca, en las últimas horas, en un post de sus redes sociales, sobre el cáncer de ovario que se le diagnosticó en el año 2019. La comunicadora, siempre discreta en lo que se refiere a su vida privada, ha hecho una excepción para reflexionar, con gran valentía, sobre la enfermedad y sus ciclos de quimioterapia.
Si bien hace unos días, la toledana escribió unas emotivas líneas sobre el "pelo fake" -al que recurrió tras los estragos de su cáncer-, y la imagen natural y sin una gota de maquillaje, ahora Carbonero vuelve a utilizar su red social para concienciar sobre la enfermedad. De paso, también ha querido la exmujer de Iker Casillas (43) ensalzar la gran madurez con la que sus hijos, Lucas y Martín, afrontaron este trance.
"Vaya por delante que soy malísima con los selfies en el espejo, pero anoche quería probar unas luces nuevas. Que si un ojo bizco, que si muy seria, la mirada melancólica, que si te sonríes mucho a ti misma es muy forzado. Lejos de la frivolidad que pueda parecer, yo cuando me miro al espejo, lo hago para tomar conciencia de mí misma, lo utilizo como herramienta clave para mejorar mi autoestima", ha comenzado su post.
Acto seguido, continúa reflexionando Carbonero: "Por causas de la vida, ya he transitado épocas en las que huía de ellos -de los espejos- porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno. En una de esas, al acabar el sexto y último ciclo de quimioterapia, yo estaba en la cama, sin poder moverme y mi hijo mayor se tumbó conmigo".
La periodista no especifica cuál de sus dos vástagos es el protagonista de este pasaje, y añade: "Después de mirarme detenidamente, muy raro, soltó: 'Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú'. Yo por entonces, precisamente por no mirarme ignoraba que había perdido todo el pelo de las cejas, que son las que enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro".
"No sabía muy bien cómo salir de ahí y se me ocurrió decirle: ¿Y pestañas? ¿Has visto que me queda una única superviviente? ¡Una! ¡La más valiente! Intentó arrancármela, por supuesto, muerto de risa y empezamos una guerra de almohadas y después, a otra cosa. Tengo esa conversación grabada como muchas otras incómodas, en las que gracias a su capacidad de adaptación fue todo menos traumático", agrega la íntima amiga de Isabel Jiménez (42).
"A día de hoy, cuentan orgullosos a sus amigos cuando mamá tenía el pelo 'como un chico'. El día que me vieron así por primera vez, les llevé unos puzzles para desviar su atención, como me dijo la psicóloga. Pero no resultó, como dice la canción: No quitaron sus ojos de mí, corriendo incluso alguna tímida lágrima por sus mejillas. Luego, empezamos a buscar fotos de actrices y cantantes monísimas con pelo corto y nos pusimos con el puzzle", ha seguido Sara narrando cómo fueron aquellos días.
Concluye: "Las carcajadas llegaron cuando en ese mismo verano salía en la tele un anuncio de champú que grabé meses antes con mi larga cabellera meneándola para delante y para detrás. El colmo de los colmos. Esto sirvió para que los enanos me imitaran y me animaran: 'Ya pronto volverás a hacerlo, mamá'. 'Y además, ya no tendrás las cejas grises'".
Las reacciones a la publicación de Sara no se han hecho esperar. Una de las primeras que le ha respondido en su muro ha sido Emi, la hermana de la influencer Elena Huelva. "Tengo una anécdota con Elena con el último pelo de su ceja, que justo estaba en un lunar, ese fue el único pelo que quedó y también hicimos broma de ello. Me hace sonreír", ha escrito la joven.
Para remachar: "Algo que os une mucho a las dos era "el sentido del humor y un cristal por el que mirar al mundo parecido", eso escribiste en el prólogo de mi libro. Y así es. Al final eso es la vida, los momentos, más duros o menos duros, pero son momentos que nos llevamos. Me ha emocionado leerte, pero, sobre todo, me ha emocionado mucho imaginarte escribiéndolo. Te quiero mucho".