Julián Contreras Ordóñez (38 años) ha acudido este pasado jueves, 20 de junio, al plató de Y ahora Sonsoles, espacio presentado por Sonsoles Ónega (46), donde se ha sincerado como nunca sobre su vida actual. El hijo de Carmina Ordóñez ha comenzado la entrevista manifestándole su admiración a la presentadora: "Un juntaletras como yo se siente muy pequeño ante una Premio Planeta como tú".
En ese punto, Contreras Ordóñez ha relatado que está "horneando" su sexto libro. Es su próximo gran proyecto. Han sido meses complicados para Julián, con dos mudanzas -de Madrid a Cuenca y de la ciudad de las casas colgadas a Córdoba-, un padre enfermo y la presencia de las críticas que, según él, ha recibido, a veces feroces, desde los medios de comunicación.
"De las personas más infames que han poblado la Tierra se han dicho cosas buenas. Dicen de Hitler que trataba muy bien a sus perros, ya es algo. Yo tengo un perrito que amo, amor de verdad, y tengo acogido. Hace un año que le intento buscar un hogar. Un día me levanté y tuve que leer que estaba tratando de abandonar a mi perro en varios sitios", ha explicado el hermano de Francisco Rivera (50).
Para añadir: "Personas sin alma me escribieron para decirme que yo me merecía la muerte de mi gato por cómo trataba a los animales. Estoy padeciendo que todo lo que hago es malo, es negativo. En vez de decir que Julián se reinventa y buscar nuevos formas... Yo no busco titulares amables, yo busco que no se mienta. Todo lo que se dice de mí me complica mucho estar en la calle. Las miradas, las reacciones...".
En este punto del relato, Julián desliza que una persona "íntima" le manifestó lo que sigue: "Que una persona importante para ti te diga 'no quiero que mi familia todavía te conozca porque lo que se dice ahora no es bueno'. Eso me lo ha dicho gente cercana, íntima. Es duro".
A nivel sentimental, Contreras se sincera y habla de las aplicaciones para ligar: "Yo no tengo pareja. No toco madera porque no hay, pero yo no tengo pareja. Yo estoy soltero y que dure mucho. Yo dije un día que era cinturón negro en Tinder y eso me acarreó un repaso. Sigo en Tinder, yo persisto en la causa".
En un momento dado de la entrevista, Julián recuerda el delicado bache de salud que atravesó hace un tiempo y que, afortunadamente, superó: "Tuve una depresión que en su punto más álgido casi me lleva. Fueron años muy oscuros. Escribí 420 cartas de despedida. Eso es sólo un gesto físico: yo vivía pensando en que no tenía que vivir".
En otro orden de cosas, Julián también ha reflexionado sobre las causas judiciales que tiene emprendidas: "De todas las causas judiciales que yo tengo ahora mismo, y que son crecientes, yo soy denunciante en todas ellas, no tengo ninguna causa pendiente con la justicia. Y sin embargo, tengo que leer que yo he huido de Madrid por mis deudas. En todas mis causas no estoy como denunciado sino como denunciante. Vivir con eso es un yunque".
Ahonda en la idea: "Si yo leyese todo lo que he leído de mí, tampoco me gustaría.(...) No vivo con miedo, vivo frustrado. Cuando llamamos a los sitios para hacer cosas, es sistemático: 'no, no, con todas las cosas que tiene ahora, los líos, lo vemos más adelante'. Y yo me pregunto, ¿qué he hecho yo? Porque yo soy una persona muy consecuente con las cosas que he hecho en mi vida. Los errores ahí están, pero los aciertos también. Cuando se impone esa leyenda negra, todo se cierra".