El pasado 15 de junio, la actriz Ana García Obregón (69 años) vivió un emocionante día en Cangas de Onís, Asturias, al presenciar cómo su sobrino Juancho García Vázquez de Castro, hijo de su hermano mayor, Juancho García Obregón, contraía matrimonio con su razón de amor, Cristina Gutiérrez.
Ana, muy emocionada, acudió al enlace sin la compañía de su nieta, Ana Sandra Lequio Obregón. Qué duda cabe de que se trató de un día único para todos los miembros de la acaudalada familia García Obregón, así como para los amigos y personas allegadas de los contrayentes.
EL ESPAÑOL pudo conocer entonces que el festejo, la celebración del amor, tuvo lugar en el Parador Cangas de Onís, enclave situado a orillas del río Sella y rodeado de los espectaculares Picos de Europa. Tras ese casamiento, lógico es pensar que el flamante matrimonio ha emprendido la clásica luna de miel.
Este periódico coincidió en un acto público, el pasado miércoles, 19 de junio, con Ana Obregón en la Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid. En petit comité, la madre del malogrado Álex Lequio deslizó que su sobrino y su esposa "aún" no se habían ido de viaje de novios. "No, aún no se han ido, pero se irán", aseveró Obregón.
No obstante, Ana mintió; no dijo la verdad. O puede que jugara al despiste. Lo cierto es que EL ESPAÑOL puede confirmar que Juancho y Cristina están disfrutando, al cierre de este artículo, de un fabuloso viaje para dos. La dupla ha hecho su "primera parada" -asegura una fuente acreditada que disfrutan de un viaje que durará cerca de 10 días-, en Yakarta, capital de Indonesia.
Más tarde, los enamorados han puesto rumbo a la selva de Borneo, la tercera mayor isla del mundo situada en el sudeste de Asia. No será el único destino que visiten. Ambos están viviendo, como es natural, unos días de ensueño y a su regreso a España disfrutarán de sus vacaciones de verano y uno de sus destinos de asueto y relax será la casa que la familia Obregón tiene en Mallorca, en la urbanización Costa de los Pinos.
Explican a EL ESPAÑOL que es muy probable que Ana Obregón haya querido jugar al despiste con la luna de miel de su sobrino porque "lo protege, no quiere que le molesten. Salió en la prensa su boda, pero ya. Él no vende nada". Esta misma persona con la que se contacta sostiene que Juancho tiene un perfil muy privado y nunca ha deseado ser conocido.
No ha vendido, de momento, ninguna exclusiva en el papel couché -por ejemplo, otro sobrino de Ana, Javier García Pérez-Lago, el hijo de Paloma Lago (56 años) y Javier García Obregón, sí accedió a que una revista publicara imágenes exclusivas de su enlace-, ni lo hará.
Lleva toda la vida asumiendo con estoicismo quién es su tía, la vasta proyección de Ana Obregón y cómo su apellido paterno ha copado titulares en la prensa de crónica social desde hace décadas. En otro orden de cosas, este medio pudo conocer hace unas semanas que Juancho y Cristina, ya convertidos en marido y mujer, asentarán su nueva vida en Madrid, en la capital de España.
El divorcio de los padres de Juancho
En la boda de Juancho y Cristina se escenificó una separación matrimonial que, en realidad, no es nueva: la de sus padres, Juancho García Obregón -hermana mayor de Ana- y Marta Vázquez de Castro. Juancho y Marta se divorciaron hace más de 15 años. Una separación que se ha llevado en la más estricta intimidad.
Ambos decidieron tomar caminos separados y lo hicieron con discreción y en buenos términos, de acuerdo a la información que controla EL ESPAÑOL. No hubo ningún tipo de disputa y los tres hijos de Juancho y Marta -Juancho, Álex y Marta- vivieron con total normalidad este cambio en sus vidas. A todo esto hay que sumar el hecho de que Marta Vázquez de Castro siempre ha huido del foco.
Juancho y Marta libran una estupenda relación en la actualidad, siempre en aras del bienestar de sus hijos. Juancho García Obregón, hermano de la celebérrima presentadora de televisión, tras el divorcio, rehízo su vida con una mujer llamada Elisa Rodríguez García, con la que, incluso, contrajo matrimonio hace alrededor de 14 años.
Cuentan a EL ESPAÑOL que Juancho y Elisa se conocieron "en los círculos de la arquitectura". Conviene puntualizar aquí que Juancho es arquitecto, además de formar parte de las empresas de la familia García Obregón.