La actriz y presentadora Ana García Obregón (69 años) tiene dos fechas marcadas a fuego. Dos días que jamás olvidará, aunque, claro está, por diferentes razones. El número, el mes y el año más trágico y duro de su vida fue el 13 de mayo de 2020. Ese día, Ana tuvo que despedirse para siempre de su hijo, Álex Lequio, fallecido a causa de un sarcoma de Ewing

Como bien posteó entonces la artista, ese 13 se apagó su vida para siempre. Pero, por suerte, García Obregón cuenta en su calendario con otra fecha, felicísima, exultante, llena de gozo, un día al que viaja siempre que el dolor se hace insoportable: el 23 de junio de 1992. Nacía Alejandro Lequio Obregón, el vástago de la también bióloga y el conde italiano Alessandro Lequio (64).  

No hay día 13 de mayo ni 23 de junio que Ana no se acuerde del hombre de su vida. Así ha ocurrido este domingo, 23 de junio, de 2024, el día en que Aless -como lo conocía su entorno- hubiera cumplido 32 años. Este 23, solsticio de verano en que se celebra la mágica noche de San Juan, la actriz le ha dedicado unas durísimas líneas a su hijo, acompañadas de un vídeo recopilatorio de los mejores momentos de la infanta del joven. 

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"Aless. 23 de junio de 1992. Amor de mi vida: Hoy hace 32 años que nacimos los dos porque tú me diste la vidaNaciste en la noche más mágica del año, por eso embrujaste con tu luz a todos los que tuvimos la suerte de quererte. Hoy cumplirías 32 años. Guardo aquella flor que me regalaste el día que cumpliste 4 años tatuada con sangre en mi corazón", comienza el post de García Obregón. 



Y añade la actriz, rota: "Lo siento, no puedo decirte nada más... El dolor me lo impide. Te amo. Mamá". Las reacciones a la publicación de Ana Obregón no se han hecho esperar: "Qué injusta puede llegar a ser la vida a veces. Ana, estás siendo fuerte y continuando su legado. Es lo que él hubiese querido. Un beso muy fuerte al cielo y otro para ti, mi Ana". 

Ana García Obregón y su hijo, Álex Lequio, en una imagen tomada en Nueva York, el día antes de comenzar con el tratamiento.

Otra seguidora le ha posteado: "Tanta gente lloró por él sin conocerlo que tendrían que haberlo santificado por sacar de todos nosotros una lágrima de humanidad y empatía. Lo dice alguien que también tiene cáncer". Rostros conocidos de la talla de Paloma Cuevas (51) también se han acordado del joven Álex: "Él vive en ti". 

El pasado 13 de mayo, como se afirmaba líneas arriba, Ana utilizó sus redes para volver a homenajear a su vástago, el día que se cumplieron cuatro años de su deceso. "13 de mayo de 2020. El día que se apagó la luz del mundo. El día que morí contigo", escribió Ana Obregón en su perfil de Instagram.

Acompañando a este desgarrador mensaje, un reel con fotos de ellos dos juntos a lo largo de los años, en blanco y negro. Como colofón a este duro post, una tristísima canción: el Adagio de Leonard Bernstein tocado por la Orquesta Filarmónica de Nueva York. 

Fue el 23 de marzo de 2018 cuando, tras semanas de sufrir fortísimos dolores en la espalda, Ana Obregón llevó de urgencia a Álex Lequio a un hospital de Madrid. Allí, mientras el joven empresario aún seguía sedado tras haberse hecho unas pruebas, a Ana, de madrugada, le trasladaron la peor de las noticias: su hijo tenía un tumor.

Ana Obregón recuerda a su hijo en su 32 años: “No puedo decirte nada, el dolor me lo impide” JALEOS

En aquel entonces, para tratar ese sarcoma de Ewing, se estaban llevando a cabo unos ensayos de un tratamiento de protonterapia en Nueva York, ciudad a la que Ana no dudó en trasladarse junto a Álex durante seis meses: el verano más difícil de su existencia. Obregón contó que hizo tan rápido las maletas que apenas se llevó un par de prendas de vestir con las que prácticamente estuvo todo el tiempo en que duró su estancia en Estados Unidos.

El rayo de luz de Ana 

La muerte de Álex nunca la va a superar Ana Obregón. Eso jamás se supera: se convive con ello. Tampoco volverá a ser tan feliz como lo era entonces, con su hijo en vida. Pero hubo una llegada que supuso para Obregón un pequeño rayo de luz en su oscuridad: el alumbramiento de Ana Sandra Lequio Obregón, la hija biológica de Álex Lequio y nieta de Ana. 

"Mi peque, cuando yo no esté, le diré que tiene que seguir con la fundación de su papá. Eso me lo enseñó Álex, que me dio una lección de vida. Me dijo 'mira, mamá, lo más importante en esta vida es primero pasar tiempo con las personas que quieres, y segundo pasar tiempo ayudando a los demás'", aseguró hace unos días Ana en un acto público. 

Muy emocionada, sostuvo sobre la pequeña Anita: "Estoy volviendo a vivir, siempre lo he dicho. Anita me ha devuelto la vida".