Durísimos días los que ha vivido Begoña Villacís (46 años) este mes de junio, tras el asesinato, el pasado día 4, de su hermano Borja, abatido a tiros tras sufrir una emboscada en la carretera de Fuencarral-El Pardo en Madrid. Mientras la Policía Nacional y la Guardia Civil detenían a los tres presuntos implicados, la familia del fallecido vive este doloroso trance en la más estricta intimidad.
Así lo pidió la propia Begoña tras el trágico suceso: "Vivir estos momentos en recogimiento e intimidad". En una desgarradora carta, agregó: "Me duele la cabeza de tanto llorar y apretar los dientes. Borja siempre será mi hermano pequeño, y yo seré siempre su hermana mayor".
"La que le cuidó lo mejor que supo, junto con los mejores padres que uno puede llegar a tener", añadió. Ahora, la agencia Europa Press ha captado la primera imagen de la que fuera vicealcaldesa de Madrid tras el deceso. Begoña Villacís retoma poco a poco su vida social y las cámaras de los paparazzi han sido testigo de ello.
De negro riguroso, Villacís ha reaparecido en la noche madrileña junto a Albert Rivera (44), uno de sus grandes apoyos en estos momentos tan delicados.
Íntimos amigos desde que coincidieron en Ciudadanos, Begoña y la expareja de Malú (42) han disfrutado de una cena en el restaurante Amazónico, situado en el centro de Madrid. En su encuentro ambos han compartido confidencias y una conversación que se ha alargado durante horas.
La política, de seguro, compartió su dolor con el abogado catalán por la trágica muerte de su hermano. Pese a mostrarse fuerte y serena, Begoña ha vestido completamente de negro, de luto por la pérdida de Borja. Avanzada la noche, ambos amigos han continuado su plan en el interior del local.
A altas horas de la madrugada, ambos se han despedido y la política ponía rumbo a su domicilio, donde se ha refugiado con su familia en este doloroso trance. Hace unas semanas, precisamente EL ESPAÑOL se hizo eco del gran apoyo que sintió Begoña en Albert.
"Nunca olvidará -Albert- el gesto de ella cuando murió su padre, en el verano, y se fue a Vélez-Málaga", destacó la persona con la que se contactó, en referencia a la muerte del progenitor de Albert. No sólo guarda Villacís una bella relación con Rivera, también con la madre de éste, María Jesús Díaz.
La dura carta de Begoña
Seis días después de la muerte de su hermano, Begoña se armaba de valor para despedirse de él públicamente. "Cada vez que alguien me preguntaba cómo afrontaba alguna adversidad respondía con tranquilidad, que a mí la vida todavía no me había tocado. Hasta el pasado martes, el martes la vida por fin me tocó, me atravesó. Cinco días y sigue siendo igual de irreal", comenzó su escrito.
Y añadió: "Cada abrazo espontáneo que recibo por la calle confirma. 'No quiero molestar', empezáis diciéndome. No lo hacéis, reconforta tanto que alguien se pare a transmitirme su pesar y su cariño, conmueve y vence mi incredulidad. (...) Siempre sentí su amor incondicional, nunca hubiese permitido que una mañana me tocase pedir a nuestros padres que se sentasen, que tenía algo que decirles: el peor día de nuestras vidas".
"Tengo, la verdad, mucho que agradecer, miles de mensajes que iré contestando, personas que se conjuran para ayudar a una familia devastada: policías con oficio, bregados y profesionales pero sensibles y humanos. A mis amigas, y a quien me ha sabido acompañar de verdad, con silencios más precisos que muchas palabras. A mi familia, que nunca volverá a ser la misma, que está rota para siempre".
Y concluía: "A mis padres, que han enterrado a un hijo, mi hermano. Dejo hoy estas flores en la carretera del Pardo. Hay más flores, las de Rebeca, las de otros amigos, y yo no puedo, de verdad que sigo sin poder creer que no lo voy a volver a ver. Mi niña, descansa en paz".