El pasado 22 de mayo, EL ESPAÑOL se hacía eco de la ruptura entre Vicky Martín Berrocal (51 años) y Enrique Solís (33). Tras sufrir una crisis, la diseñadora y el empresario decidieron tomar caminos separados. Aunque la noticia se difundió rápidamente, los protagonistas tardaron varias semanas en pronunciarse al respecto.
El hijo de Carmen Tello (68) hacía saltar todas las alarmas tras poner un mensaje en su perfil de Instagram, sin saber si hacía alusión a su ruptura con Berrocal o si se trataba de un comentario al azar: "Yo sólo pido calma y tú haces espuma el agua del mar".
Un mes después, Enrique ofrecía unas declaraciones en las que confirmaba que la separación era cierta. Algo aturdido e incrédulo, el empresario confesaba que no había sucedido nada extraño entre ellos. "Yo me llevo muy bien con ella, tenemos muy buena relación y ya está. No hay nada extraño, se han inventado muchas cosas y yo no me meto porque voy a lo mío, pero que todo está correcto y todo está bien, y todo estará bien".
Haciendo alarde de su característica educación ante las cámaras, el hijo del marqués de la Motilla ha negado de manera rotunda la existencia de terceras personas. Además, se ha atrevido a confesar la buena relación que mantiene con la diseñadora ahora que han decidido emprender caminos separados. "Tenemos súper buena relación. La quiero muchísimo y la aprecio muchísimo y siempre hemos sido y seremos amigos".
Aunque se encuentra en un buen momento, el aristócrata no tiene pensado encontrar el amor en un tiempo cercano. "No es cuestión de enamorarse. Yo estoy bien como estoy, he estado bien siempre y nada".
Enrique ha aprovechado el momento para reiterar el cariño que siente hacia Vicky, describiéndola como "encantadora, gran trabajadora y ejemplo para muchas mujeres". Con respecto a si deja la puerta abierta a una posible reconciliación, el empresario prefiere disfrutar del presente y dejar el futuro en el aire. "Nadie sabe lo que pasará en el futuro ni lo que pasará mañana, con lo cual vamos a intentar disfrutar que ya es complicado el mundo como para complicárnoslo más".
Finalmente, el sevillano ha desmentido la presunta demanda que una mujer interpuso contra él por un desencuentro en Marbella cuando pedía no ser grabado junto a Vicky. "No ataqué ni agredí. A mí no me han denunciado, no me ha llegado nada. Me estaban grabando en una parte privada de un hotel en el que yo estaba dentro y le dije que me dejara de grabar. Pero todo está bien. La gente que me conoce sabe lo respetuoso y educado que soy".