Está siendo una semana cargada de emociones para Sergio Peris-Mencheta (49 años). El pasado 27 de junio se estrenó su esperada obra en la que ha estado trabajando estos últimos meses y que está siendo todo un éxito de asistencia. Más allá del buen momento en lo profesional, el director también tiene algo que celebrar en lo que respecta a su salud.
Hace cuatro días el actor regresó a su casa en Los Ángeles después de estar un mes hospitalizado tras la operación de trasplante de médula ósea. Una vuelta que la familia celebró por todo lo alto y para la que le prepararon una gran fiesta de bienvenida, tal y como compartió su mujer, Marta Solaz, en redes sociales.
En este tiempo de recuperación, Sergio se ha mantenido alejado de las redes sociales y ha sido su pareja quien se ha encargado de actualizar su estado de salud. Ahora ha vuelto a conceder una entrevista después de uno de los capítulos más difíciles de su vida.
El lugar elegido ha sido en La Ventana, programa de Cadena Ser, con motivo de la entrega de los premios MAX de las artes escénicas que se entregaron este lunes, 1 de julio, en Tenerife.
Siempre ha demostrado que sabe mantener una actitud positiva y enérgica a pesar de la enfermedad, pero no está siendo un camino fácil. "Estoy tirando, la verdad, no te voy a engañar. De esta fase no me hablaron antes, es muy dura. Ya estoy en casa, pero pensaba que te mandaban a casa cuando ya estabas bien, y no", ha explicado desde su casa en Los Ángeles.
De regreso a casa, está aprovechando para descansar y dejarse cuidar: "Esta vez me están dejando dormir porque no voy agarrado a un gotero, que también se agrade mucho". Ha vuelto a hablar de las duras secuelas que está atravesando después de la operación. "Eres un señor de 150 años que se desplaza como puede con un cúmulo de náuseas, vómitos, fatigas, diarrea... Todo pasa por tu cuerpo en un espacio de una hora", ha explicado.
El 27 de junio comenzaron las funciones de 14.4 la obra de teatro en la que ha estado trabajando a pesar de la enfermedad y que ahora le está dando muchas alegrías. La distancia no ha sido ningún impedimento para él, que ha trabajado desde Los Ángeles a través de videollamadas. "Veo todas las funciones, las veo en directo con una aplicación y todas las noches hago una lista de notas y al día siguiente las trabajo. Mientras que el cuerpo aguante, estaré ahí dando notas", ha concluido el dramaturgo en la entrevista radiofónica.
Fue el pasado mes de enero cuando el actor y director anunció la peor de las noticias: le habían diagnosticado leucemia. A partir de ese momento, aprovechó el altavoz de las redes sociales para visibilizar la enfermedad. Después de meses de espera, el pasado 28 se sometió a un trasplante de médula en el hospital City of Hope de Los Ángeles. Antes de entrar a quirófano se despidió de 140 amigos con una videollamada en la que les emplazaba a verse "en la siguiente vida".