Pepe Barroso (27 años) actúa, desfila, escribe, cocina, dirige una empresa, está tentado a pintar obras de arte y cuida con sumo amor a su hijo, Marco, que cumplió dos años el pasado 29 de mayo. Su día, como el del resto de mortales, tiene 24 horas, pero él no duerme las ocho recomendadas. Para abarcar todo lo mencionado, descansa cuatro cada noche, máximo seis. No es un sacrificio, simplemente no necesita más. "Con seis horas que duerma ya tengo energía para días", declara a EL ESPAÑOL. 

En el plano profesional, el hijo del prestigioso empresario Pepe Barroso, fundador de Don Algodón, se encuentra en uno de sus momentos más dulces. Está "un poco nervioso" por el inminente estreno de su último gran proyecto, la serie Those about to die, donde ha trabajado con actores de la talla de Anthony Hopkins (86). En ella interpreta a uno de los hermanos Corsi, un personaje que presente en todos los capítulos debido a su importante trama. La ficción llegará a Peacock en Estados Unidos el 18 de julio y a España el 9 de agosto a través de Amazon.

En su faceta más íntima, el exportero del Atlético de Madrid sonríe junto a su razón de amor, la modelo y creadora de contenido Gara Arias (27), con quien tiene un hijo el común, el pequeño Marco, su gran orgullo. EL ESPAÑOL lo ha entrevistado y con él ha hablado de sus proyectos, series, películas, libros, amor y paternidad. 

[Desvelamos las imágenes más tiernas de Pepe Barroso Jr. y Gara Arias con su hijo recién nacido, Marco]

Por fin después de tanto trabajo ya está a punto de estrenarse Those about to die. ¿Cómo se encuentra ante este momento tan especial de su carrera y de su vida?

Bien, un poco nervioso, no te voy a mentir. No he visto nada y estoy deseando verla. Me lo pasé muy bien grabando e hice grandes amistades, pero además es que tiene una temática que me apasiona. 

¿Qué sacrificios personales le ha supuesto prepararse este papel y luego rodarlo?

Pasar tiempo fuera de casa. A nivel personal, me encanta viajar y trabajar fuera. Tengo mucha suerte por dedicarme a este oficio, pero soy una persona muy cercana a mis amigos y mi familia y me cuesta estar alejado de ellos. Y, sobre todo, en fechas importantes. Recuerdo la boda de un gran amigo mío, en la que yo era testigo. Me cambiaron el día de rodaje y al final no pude asistir. Son situaciones que, bueno, puedes ser consciente cuando empiezas o eso crees, pero no es lo mismo cuando pasa de verdad. Es el lado oscuro de este trabajo.

[Pepe Barroso Jr.: "Priorizo pasar tiempo con mi familia y compaginarlo todo es difícil. Es donde sufro más"]

Le pasará igual con la paternidad y el crecimiento natural de su niño, que hay cosas que se pierde y le dará pena.

Claro. Pero bueno, los niños a una edad tan pequeña no tienen recuerdos. Se les olvida. Yo estoy muy presente en todo momento y eso ellos lo agradecen: que el tiempo que estés con ellos sea de calidad. Hay que generarles conciencia de que hay que trabajar y de que esto es parte del día a día. El lado malo es pasar tiempo fuera de casa, pero también son grandes oportunidades y lo agradecerán en el futuro. Toda moneda tiene dos caras.

¿Qué tal ha sido la experiencia de trabajar con Anthony Hopkins?

No te voy a mentir: me hubiera gustado coincidir más con él. Estos son proyectos grandes con elencos importantes y con actores de mucha calidad, aparte de Anthony Hopkins. Ha sido una experiencia brutal. En estas dos últimas producciones internacionales que he podido grabar alimentas mucho la cabeza. Sobre todo cuando te sales de la conformidad, de la regularidad del día a día o de los trabajos más habituales porque conoces a gente de diferentes culturas. Es muy enriquecedor. 

Claro, que al final no sólo es un trabajo, sino el cómputo de una experiencia.

Eso es. Estábamos todos en el mismo hotel. Obviamente, Anthony Hopkins no estaba en nuestro hotel (ríe), pero todos los demás actores sí que estábamos juntos. Es una experiencia muy intensa y muy bonita. Estamos todos en el mismo barco. De repente, acabas el rodaje y quieres mandar a todo el mundo a la mierda y quieres olvidarte de todo, pero convives y era un descojone. Mira, en el hotel había un patio en el centro y casi todas las habitaciones daban al patio. Si abrías la ventana, te veías las caras con todos los actores. ¡No había escapatoria! (ríe).

Igual estaba usted en el Coliseo de Roma que en el patio del hotel.

Sí, sí, yo llegaba al hotel, a lo mejor cansado de todo el día, y salía a la ventana a coger aire o a fumarme un cigarro y me veía a uno de mis hermanos en la serie. Y al final te ríes. Te encariñas. Hay situaciones tensas que se convierten en situaciones ridículas y formas vínculo con todos ellos. De la intensidad que vivimos hasta los echo de menos.

Después de Gran Turismo y Those about to die, que han sido dos proyectos enormes de su trayectoria, ¿con qué sueña?

Con seguir trabajando y seguir disfrutando no sólo de este oficio, sino de proyectos que me ilusionen mucho más. Gran Turismo fue impresionante porque soy un gran aficionado de los coches y las carreras y estuve en un circuito esos meses de rodaje con un enorme elenco de actores. Y por Those about to die lo mismo. Soy un gran aficionado de la historia de Roma. En España tenemos escritores increíbles y soy muy fan de ellos. Santiago Posteguillo, Arturo Pérez-Reverte... Me he criado con esos libros y esas historias y poder formar parte de ese lugar o puntos de vista y perspectiva que se vivían en ese momento. Ha sido una suerte tremenda. También soy un loco de los caballos y mi personaje tiene mucha relación con los caballos. He tenido mucha fortuna en estos dos últimos proyectos por la temática que disfruto tanto.

¿Recuerda con nostalgia su época de futbolista o es algo que está pasado y cerrado para siempre?

Uf, mucho, mucho... Has dado ahí en la tecla, en una espinita tremenda que tengo ahí clavada. Yo juego partidos entre semana con mis hermanos pequeños y sus amigos. Mis amigos pasan olímpicamente de jugar al fútbol. Es un deporte lesivo. Te das cuenta de que ya no te llegan las piernas a donde antes llegaban. Yo estaba acostumbrado a rendir al máximo nivel y ahora me frustra. Al dejar la competición a una edad más temprana y ver luego que el cuerpo no te acompaña, esa frustración es real. No soy muy mayor, pero tampoco tengo la oportunidad de entrenar y hacer todo el deporte que hacía antes.  

Con lo joven que es, usted ya casi lo ha hecho todo: ficción, publicidad, televisión, moda, emprendimiento... ¿Le cuesta más trabajo llegar a sus objetivos y al éxito a un chaval que nace en una familia con posibles y que además es guapo?

Siempre hay estereotipos y por mucho que intentemos luchar contra ellos, es la realidad. Vivimos en un país en el que se miran estas situaciones con más detalles, pero a mí no me ha supuesto ningún drama ni medio complejo. Soy el dueño de mi vida y tengo claro el camino que quiero recorrer. Hay situaciones que yo jamás me planteé hacer en mi vida, pero se presentan delante y ya está en la mano de cada uno tomarlas. Yo no negocio nada el trabajo.

¿Alguna vez se ha sentido juzgado porque la gente haya creído ver en usted sólo un tío guapo?

Si te digo la verdad es que no le presto atención a eso. Paso mucho de esa tontería, por así decirlo. Vivimos en una sociedad en la que lo fácil siempre es poner etiquetas. Cuando no encuentras una situación sencilla, le plantas esa etiqueta, pero si me ha servido para algo es para motivarme. Aunque se le quiera poner una connotación negativa a la palabra "ambición", yo me considero ambicioso. Yo quiero conseguir cosas grandes y aspiro a ellas.

Pepe Barroso Silva, en una imagen de sus redes sociales

¿Recibe mucho hate en las redes sociales?

Nada, por eso te digo. Soy una persona a la que le sale ser muy natural. A veces más, a veces menos. Cuando ves a una persona transparente, te tira un poco abajo el prejuicio. 

¿Qué le gusta hacer a Pepe Barroso en sus ratos libres cuando los focos se apagan y se quita la armadura de romano?

Soy un gran apasionado de la lectura, el cine... Soy una persona muy inquieta y duermo muy poquitas horas por noche.

¿Cuántas horas duerme?

Entre cuatro y seis horas. Si duermo seis, tengo energía para días. Cuando en casa todo el mundo se duerme, yo aprovecho y me tiro en el sofá a ver todo tipo de contenido, a leer... Me flipa hacer deporte, pasar tiempo en el campo, en la naturaleza, salir con mis amigos a tomar algo. Tengo la suerte de tener un grupo de amigos a los que conozco desde que nací, prácticamente. Viajar me encanta, conocer sitios nuevos...

¿Cómo reacciona su pareja cuando lo ve a los 5 o 6 de la madrugada en el sofá?

Ya está acostumbrada. Ella se curra más la noche con Marco... Y, últimamente, lo que me está llamando y me pica la curiosidad es la pintura. No sé cuándo ni de qué forma, pero también me gustaría escribir. Escribía mucho de pequeño.

¿Tiene relatos ya escritos de usted de pequeño?

De pequeño escribía poesía. Después escribía historias inventadas, experiencias... modo diario. Tenía un cuaderno con muchas hojas. Ponía pensamientos, lo que se me ocurría. Un día acabé harto de todo y quemé el libro que llevaba años escribiendo. 

Hizo usted un pequeño incendio de la Biblioteca de Alejandría.

(Ríe) Sí, sí y me arrepiento porque a veces pienso "a saber qué barbaridades escribí en su momento". 

¿Cómo se plantea el verano?

Tenía planteado un verano apetecible con viajecito y playa, que a mí me gusta mucho, pero hay opción de un proyecto del que estoy cerca y si sale, me quedo sin verano otro añito más. Ya estoy acostumbrado. Cuando jugaba con el Atlético de Madrid pasaba mitad de julio y todo agosto en Madrid. No es el mejor sitio para el verano, pero se respira bien porque hay menos gente en la ciudad. 

Aunque sea usted ambicioso, tan importante es el trabajo como el descanso, ¿no?

Bueno, pero también es adictivo. Es el eterno debate. Y es el problema de hacer lo que te gusta: entras en bucle y no quieres salir.

Pepe Barroso Jr. y Gara Arias junto a su bebé en las calles de Madrid.

El pequeño Marco ya tiene dos años, ¿cómo está siendo su experiencia como padre primerizo?

Superfeliz. Soy una persona muy niñera, lo he sido toda mi vida con mis dos hermanos pequeños. Muy bien, intentando estar lo más presente posible. Puedo presumir de ello, me puedo apuntar los créditos. Es un desgaste fuerte, pero es una maravilla.

¿Tienen pensamiento Gara y usted de darle un hermano a Marco o de momento no?

No, de momento no. 

¿Un deseo personal y profesional para después del verano?

¿Profesional? Que me salga otro proyecto de estas características. Sería otro sueño cumplido. Seguir trabajando en este ambiente y en este sector de esta forma porque son experiencias muy gratificantes. Y a nivel personal, lo que pido siempre, que es un poco soso, pero todos hemos tenido situaciones desagradables alrededor y creo que es importante. Así que... salud.