Así son José Andrés y Adriana, los sobrinos de Paloma Cuevas, 10 años después de la muerte de su padre, Nano
Fue el 22 de diciembre de 2014 cuando el único hijo varón de Victoriano Valencia perdió la vida a los 41 años, víctima de un infarto.
8 agosto, 2024 00:55La vida de la querida y respetada familia Cuevas Díaz cambió para siempre el 22 de diciembre del año 2014. En plena Navidad, dos días antes de Nochebuena, Paloma Cuevas (51 años), su hermana, Verónica, y, sobre todo, los progenitores de ambas, Victoriano Valencia (93) y Paloma Díaz, recibieron el mazazo más duro de sus vidas.
Victoriano, Nano para todos, el único hijo varón del legendario torero Victoriano Valencia, perdía la vida a la temprana edad de 41 años, víctima de un infarto. Tres días antes de fallecer, el hermano de Paloma ingresó en el hospital San Rafael aquejado de una neumonía. Todo se complicó y Nano murió, dejando a una familia totalmente destrozada y desarbolada.
No sólo dejó Victoriano hijo rotos, sin consuelo, a sus padres, hermanas y sobrinas, también a sus dos hijos: José Andrés y Adriana, por entonces ambos menores de edad. Este año 2024 se cumplirán 10 años, una década, de aquella trágica partida que zarandeó para siempre los cimientos de una familia que nunca más volvió a recuperarse.
Al hermano de Paloma nunca le gustó el papel couché y vivió apartado del foco, en los márgenes de la fotografía. Por decisión propia, así lo quiso él. De hecho, en la hemeroteca apenas si hay fotografías suyas. Sólo unos meses antes de fallecer, en julio de 2014, fue fotografiado en la boda de su hermana Verónica con Manuel Pino. A punto de celebrarse el triste décimo aniversario, ¿cómo están los hijos de Nano?
EL ESPAÑOL ha tratado de dar respuesta, si bien el entorno de la diseñadora se muestra muy prudente a la hora de facilitar información. Cuenta quien bien conoce la historia que Paloma Cuevas y su hermana Verónica, como no podía ser de otra forma, se convirtieron en los principales apoyos de esos niños que se quedaron huérfanos de padre siendo tan pequeños.
En concreto, se sostiene que para Paloma Cuevas estos jóvenes, sus sobrinos, se han convertido, junto a sus dos hijas, en su mayor prioridad. Hoy en día, se desliza, José Andrés tiene 22 años, y su hermana pequeña, Adriana, 14. En lo que respecta al nieto de Victoriano Valencia, se hace constar que "es calcado, la viva imagen de su padre" y todo un amante de los toros.
Admira a su abuelo Victoriano Valencia, y ha conformado su vida en torno a él. "Lo ha acompañado y sigue acompañándolo siempre a todos los sitios", agrega la fuente consultada. De hecho, en los últimos años ha sido muy habitual que José Andrés haya acompañado a Victoriano Valencia a diferentes corridas de toros y eventos relacionados con la tauromaquia.
El joven, afincado en Madrid, está muy unido a su familia paterna y pasa gran parte de su tiempo en el hogar familiar de Pintor Rosales. De Adriana, poco sabe decir quien informa a este medio, salvo que es una niña "muy dulce" y estudiosa. Se hace constar también que las hijas de Paloma y Enrique están muy unidas a sus primos. "Se han criado todos juntos".
Paloma no sólo es clave para estos jóvenes, se explica que también lo fue para su hermano Nano, al ejercer de hermana mayor. Renglón aparte merece en esta historia Enrique Ponce (52), por entonces marido de Paloma Cuevas, yerno de Victoriano y cuñado del fallecido.
"Enrique se portó muy bien, como debía. Se preocupó mucho por Paloma y se llevó a Victoriano de gira para sacarlo de la tristeza", se cuenta. El entierro de Nano aconteció el 24 de diciembre, día de Nochebuena.
Su capilla ardiente se instaló en el Tanatorio M-30, justo la víspera de la Nochebuena, y la misa la ofició el Padre Ángel (87). Han sido poquísimas las ocasiones en que Paloma Cuevas ha hablado de su hermano. Una de las más recordadas fue el 29 de abril de 2020, cuando a través de su red social Instagram le dedicó un desgarrador texto, junto a una fotografía en la que posan los tres hermanos Cuevas Díaz.
"La última foto que nos hicimos juntos los tres hermanos. Dios le llamó a su presencia hace más de cinco años. Me costó mucho, muchísimo aceptar su ausencia física, pero aprendí a besarle y abrazarle con el alma cada día de mi vida. Sé que nos protege, que está junto a nosotros e intento disfrutar de cada momento de la vida por él. La persona más divertida, con mejor sentido del humor, más generosa y bondadosa que ha existido", comenzó Cuevas su post más difícil.
Y añadió: "Ahora, rio por él, bailo por él, canto por él... y abrazo a sus hijos con tal intensidad que sé que él los abraza a través de mí. No podemos verles, pero sí sentirles y ellos, todas las almas que partieron de la Tierra ya, continúan a nuestro lado, de diferente manera, pero más unidas que nunca a nosotros. Yo, hoy, pondré sus canciones favoritas y 'bailaré' con él y por él. El alma nunca muere".
"Vive a través de nosotros"
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También, en diciembre de 2022, en el octavo aniversario de muerte, Paloma volvió a publicar unas líneas en redes sociales, sobre la honda figura de su hermano malogrado: "Las personas nunca mueren cuando las mantenemos vivas en nuestro recuerdo, en nuestro corazón y en nuestra alma. Yo siento a mi hermano más vivo que nunca, porque sé que él sigue viviendo a través de sus seres queridos".
"Hoy hace años que partió, pero le seguimos sintiendo junto a nosotros como siempre, cada segundo, minuto, hora… Cada día de la vida, porque su luz nunca se apagará. (...) Estos días de Navidad están especialmente marcados para todos a los que nos falta alguien de nuestra familia", ha afirmado, para añadir que a cambio los disfruta al máximo, "podéis estar seguros de que en cada abrazo, sonrisa y mirada ellos siguen viviendo porque viven a través nuestra", agregó al cabo.
Para remachar: "El mejor homenaje que podemos hacerles es vivir con más intensidad, alegría e ilusión que nunca porque así ellos sabrán que su corazón sigue latiendo dentro de los nuestros".