El pasado 26 de julio, los Juegos Olímpicos daban comienzo en la ciudad francesa de París. Un evento de un alto calibre que volvía a su total normalidad después de que la pandemia condicionara los de Tokio cuatro años atrás.
383 deportistas españoles se daban cita para competir en 31 disciplinas deportivas diferentes. Y, aunque la ciudad de la Torre Eiffel ha sido testigo de los mejores deportistas del mundo, como en todo, siempre hay algunos que destacan por encima del resto.
Este es el caso de Saúl Craviotto (39 años). Tras ganar el bronce en los K4 500, su sexta medalla, el piragüista se ha colgado el título de ser el deportista español con más medallas olímpicas en la historia. Y es que la vida del catalán ha estado marcada por la disciplina y el esfuerzo, contando siempre con el apoyo de su familia, su mujer, Celia García, y sus tres hijas: Valentina, Alejandra y Oliva.
Saúl Craviotto nació en Lleida en 1984 y desde siempre ha sentido pasión por el deporte. En concreto, por el piragüismo. Ya desde pequeño, Craviotto sentía una profunda admiración por su padre, Manuel, quien le inculcó el amor por los deportes. Y es que Manuel Craviotto dedicó su vida a entrenar a otros atletas en la modalidad náutica en su ciudad natal.
Además de atletas catalanes, Craviotto padre también quiso enfocar su pasión en su vástago y, cuando apenas tenía un año de edad, Saúl ya había experimentado lo que es subirse a una piragua. De hecho, unos años atrás declaraba en la revista ¡Hola! sus comienzos en el mundo del deporte: "Recuerdo que cuando era un niño mi padre me ataba una cuerda de su piragua a la mía, y nos íbamos a navegar por sitios perdidos. Y yo, con lo vago que era, levantaba la pala y me llevaba de paseo", señalaba el olímpico.
Su pasión por el piragüismo ha ido creciendo con el paso de los años y, siendo un joven adolescente, le trasladó a sus padres la decisión de partir hacia Madrid para poder seguir formándose en un centro de alto rendimiento. Fue entonces cuando centró su vida en sus estudios deportivos.
Una vez su etapa en el centro terminó, el piragüista sentía la necesidad de encontrar otro trabajo, pues su profesión no le estaba dando muchos frutos en aquel momento. Esto llevó a Craviotto a inscribirse en la Policía Nacional y formar parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Un oficio que desempeño hasta el año 2017 y, posteriormente, volvió a retomar en 2020 para ofrecer apoyo por el tema de la pandemia.
Aunque su profesión como piragüista ocupa la mayor parte de su tiempo, Saúl Craviotto también es todo un apasionado por la alta cocina. A través de su cuenta de Instagram, comparte con sus seguidores recetas culinarias que él mismo cocina ya que también cuenta con una gran formación en esta disciplina.
Y es que, aunque poca gente recuerda este dato, Saúl formó parte de la segunda edición de MasterChef Celebrity, donde logró hacerse con el título de campeón y ganar el premio de 75.000 euros. Una elevada cantidad de dinero que el deportista de élite no dudó en donar a la fundación Aladina.
Una faceta culinaria la suya que también comparte con su mujer, Celia García: una nutricionista reconocida y con la que va de la mano desde hace ya más de diez años. Es a través de su perfil de Instagram donde la mujer de Craviotto comparte numerosas recetas y consejos saludables a sus cerca de 200.000 seguidores, donde destaca el apoyo de su fan número uno: su marido.
Fue en el año 2013 cuando la pareja se dio el 'sí, quiero' en una ceremonia en la que el amor y la familia predominaban y, desde entonces, no han parado de seguir formalizando su proyecto de vida en común. Fruto de su matrimonio nacieron sus tres hijas; Valentina (9), Alejandra (6) y Olivia (1), y, rápidamente, se convirtieron en el pilar fundamental del olímpico. Aunque la familia pasa la mayor parte de su tiempo en su lujosa residencia de Gijón, frecuentemente comparten con sus seguidores los numerosos planes familiares que hacen en compañía de sus tres hijas y las pequeñas escapadas románticas que se permiten.