El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez (52), llegó este lunes, 12 de agosto, a Lanzarote para pasar unos días de vacaciones con su familia en la residencia de La Mareta. Una furgoneta con los cristales tintados trasladó al líder del Ejecutivo y a su familia desde el aeropuerto hasta la citada finca. Fueron escoltados en todo momento por coches de seguridad.

Fuentes gubernamentales no han querido precisar ni la llegada ni cuantos días permanecerán Sánchez en la isla, que se ha convertido en uno de los lugares habituales donde pasa unos días de descanso desde que es presidente. Tras un año político convulso marcado por la ley de amnistía, Sánchez se ha tomado unas semanas de asueto y lo ha hecho en compañía de su esposa, Begoña Gómez (49), y sus dos hijas, Ainhoa (19) y Carlota (17). 

Un año más, la familia presidencial ha elegido como lugar de vacaciones la isla de Lanzarote. Y más concretamente, han decidido instalarse en la Residencia Real de La Mareta, un palacio que Patrimonio Nacional posee en el municipio de Teguise de la citada ínsula. 

[Guayabera blanca y parpusa de chulapo: el look de Pedro Sánchez en sus vacaciones con Begoña Gómez y sus hijas]

La Mareta vista desde Google Earth.

El palacio de La Mareta fue una cesión que el rey Hussein de Jordania hizo al entonces rey Juan Carlos en el año 1989. Como el que fuera jefe del Estado español no puede aceptar regalos, este increíble complejo pasó a formar parte de Patrimonio Nacional.

Esta residencia, maldita para muchos por algunos sucesos que han tenido lugar en ella, fue mandada a construir a finales de los años 70 por el soberano de Jordania. Pese a ello, nunca la disfrutó. Cuando este impresionante recinto pasó a manos de Juan Carlos I, empezaron a hospedarse otros jefes de Estado y representantes de casas reales de todo el mundo. 

Pedro Sánchez llegando a La Mareta. EFE

Pedro Sánchez, Begoña Gómez y sus dos hijas se encuentran alojados en el edificio principal, distribuido en dos habitaciones con terraza, dos baños, varias zonas de descanso y piscina privada. Los Sánchez Gómez están disfrutando en estos instantes de un lugar que ha sido muy importante por diversos motivos para la Familia Real.

Tras la muerte del conde de Barcelona, padre del rey emérito, en 1993, el núcleo duro de los Borbón, con doña María de las Mercedes a la cabeza, encontró allí su refugio particular. En el año 2000, la Familia Real al completo celebró la llegada del año nuevo: los reyes Juan Carlos y Sofía, las infantas Elena (60) y Cristina (59) con sus respectivos maridos y sus primogénitos, Felipe de Marichalar (25) y Juan Valentín Urdangarin (24), el entonces príncipe Felipe (56), las hermanas de Juan Carlos, Pilar y Margarita de Borbón (85), con sus parientes y la hermana de la reina Sofía, Irene de Grecia (82). Junto a ellos, también doña María de las Mercedes, la madre del rey Juan Carlos.

Desafortunadamente, tan solo dos días después de aquella feliz y dichosa reunión con todos los miembros de la dinastía, doña María fallecía, el 2 de enero, tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. Los vecinos de Teguise aún recuerdan el coche fúnebre saliendo de La Mareta, donde hoy se encuentran Sánchez y Gómez.

Los entonces príncipes de Asturias en La Mareta. Año 2005. Gtres

Aquel durísimo momento para la familia, que representa a la primera institución del país, no hizo más que reforzar sus lazos con esta espectacular casona, remodelada hace unos años por el artista local César Manrique. Este pintor y escultor fue el encargado de otorgarle el sello de propio de la arquitectura de Lanzarote: escasa altura y fachadas blancas con puertas y ventanas verdes.

Tan solo dos meses después de que la entonces princesa de Asturias, Letizia Ortiz (51), diera a luz a su primogénita, Leonor de Borbón (18), los príncipes pusieron rumbo a La Mareta para pasar allí sus vacaciones de Navidad del año 2005. En noviembre de ese mismo año, es decir, un mes antes, los actuales eméritos se alojaron en el palacio durante su visita a las islas de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife.