El pasado 14 de diciembre fallecía en Sitges a los 42 años la actriz Daniela Costa, la inolvidable Natalia en la serie juvenil Al salir de clase (1997-2002), que después protagonizó Mis adorables vecinos (2004-2006). El cáncer de mama pudo con ella en el ámbito terrenal, pero sigue latiendo en un plano más místico. Así lo considera su viudo, Oskar Salcedo, quien decidió empezar un nuevo capítulo en su historia mirándose a Cuenca, la ciudad que le arropó durante su infancia y adolescencia.

Han pasado ocho meses. El músico y actor se siente feliz y bendecido por los 12 años vividos junto a la intérprete catalana que le dio el mejor regalo, su hijo León. Ambos se han adaptado muy bien a pesar de estar alejados de los espectaculares atardeceres junto al mar. Oskar atiende a EL ESPAÑOL una calurosa tarde desde la piscina, donde espera que se le refresquen las ideas. Su cabeza no para de parir proyectos, como el que acaba de lanzar hace unos días, el videoclip Don Quijote de la Mancha (Paz), en el que también actúa de forma divertida su hijo.

"Es un máquina. Es un artista que lo lleva de serie. Ha sacado muy buenas notas, en septiembre empezará tercero, monta a caballo, practica escalada y le gusta la natación", asegura orgulloso su papá. Con la canción Paz, el cantante reflexiona sobre las guerras en el mundo y enfatiza valores como la gratitud, la unidad y el disfrute al máximo.

[Oskar Salcedo, el viudo que llora la inesperada muerte de la actriz Daniela Costa: su discreta historia de amor]

¿Cómo está siendo su día a día en Cuenca?

Tengo una gran disciplina diaria. Por las mañanas voy al gimnasio porque cogí unos kilos por ansiedad. Lo que mejor me sienta es meterme en la piscina helada que mejora mucho mi circulación en las piernas y me va muy bien para el dolor lumbar. Salgo como nuevo. Y luego, hasta las dos o las tres de la tarde me dedico a mis tres ámbitos que son la canción, la actuación y la realización con mi productora, Almazen 111. A partir de la hora de comer ejerzo completamente como padre. Pero vamos, que mi crío tiene prioridad en todo.

¿Qué se está cociendo en lo profesional?

Estoy encantado de la buena acogida de Don Quijote de la Mancha (Paz) y estoy cerrando con Atresmedia (Antena 3, La Sexta, Neox, Nova) la banda sonora de Amor Zombie, el corto que rodé con Daniela. También estoy realizando castings en Madrid como actor porque últimamente tenía olvidada esta faceta. A ver si suena la flauta.

Este es el primer verano sin Daniela, ¿cómo lo están llevando?

Bien. Ella nos dio una libertad a la hora de seguir viviendo y creciendo, de continuar nuestro camino. La sentimos como un ángel que nos guía. Todos los días los dos le mandamos un beso, pensamos en ella y a veces se me escapa una lágrima porque se te vienen recuerdos. Hay que saber masticarlo. Me siento bendecido por haberla conocido, ya que es la artista más espectacular y la persona más increíble que he conocido en mi vida. Aunque falte en el plano físico, esos recuerdos y años de amor que hemos hay que sostenerlos.

Oskar Salcedo y su hijo, León, en el rodaje de 'Paz'.

Pero el vacío se nota, ¿no?

Sigo notando que está presente. Somos infinitos, el cuerpo es un mueble donde habita un alma que es infinita y somos seres divinos. Dios nos ha hecho a su imagen y semejanza y, por ello, somos capaces de hacer los sueños realidad.

¿Y eso?

Antes me dedicaba al negocio familiar donde arreglábamos lavadoras, neveras hornos... hasta que me leí el libro El alquimista de Pablo Coelho que más o menos viene a decir que hay que ir a por tus sueños ya que el universo conspirará para que los consigas. Con 21 años dije "papá quiero ser artista" y desde entonces me he sentido cuidado por el universo. Han pasado cosas tan mágicas que solo puedes buscar su significado en las causalidades, ya que para mí no hay coincidencias. Todo pasa por algo y tiene una razón de ser, es el hombre y sus circunstancias, depende de donde hayas nacido tienes unos valores y unos principios, una ética y una moral muy concretas. Y si a eso le añades el viajar, entonces se te abre mucho la mente. No hay que etiquetar y hay que ser agradecido.

¿Con esta filosofía de vida se ahorra uno mucho sufriendo cuando muere un ser querido?

Más que ahorrártelo lo transmutas a un aprendizaje. Lo que tienes que hacer es estar, sostener y tener muchas veces compasión ante ti mismo y las circunstancias para que se circule con normalidad.

Oskar Salcedo, el viudo de Daniela Costa, junto a la que fuera su esposa.

¿Su hijo León está en su misma onda?

Él está perfectamente. Hemos hecho un trabajo espiritual conjunto, seguimos sintiendo a Daniela súper presente, ella nos dejó muy claro que nos iba a cuidar siempre y es lo que sentimos.

A veces el ser humano no es tan especial, es frágil y ante una pérdida suele caer en depresión.

Afortunadamente no la he tenido. Estuvimos luchando con la enfermedad durante seis años y desde los dos últimos supimos que era muy difícil salir de ahí. Cada día era una bendición vivirlo con ella y me despedía porque no sabía cuándo se podía ir. Nos hemos dicho todo lo que nos teníamos que decir y nos hemos cuidado y amado hasta el infinito.