La familia Goyanes Lapique y Matos ha vivido, en los últimos tres días, los peores instantes de su existencia tras el repentino fallecimiento de Caritina Goyanes, a los 46 años. No hay consuelo, ni tampoco palabras, como recordó Carla Goyanes (41 años) en su post más duro.
El deceso de la hija mayor de Cari Lapique (72) ha destrozado a todo su entorno y dejado noqueada a la sociedad española. Nadie está preparado para una muerte, pero mucho menos cuando el fallecimiento acontece a tan temprana edad, sin previo aviso y sólo 19 días después de despedirse del pilar de la familia, el empresario y productor Carlos Goyanes.
Caritina deja, amén de una madre y una hermana deshechas, un viudo, Antonio Matos Salazar, y dos hijos huérfanos, Pedro (13) y Mini Cari (10). Cuentan a EL ESPAÑOL que así como Carla Goyanes se ha propuesto ser el firme bastón de sus sobrinos y de su madre, Cari, el viudo, Antonio, tiene a una persona capital a su lado, su gran baluarte y sostén: su único hermano, Jaime Matos Salazar.
Los hermanos han estado siempre unidísimos y ahora, en este aciago y lacerante momento, Antonio tiene su gran apoyo en Jaime. Caritina protagonizó una relación muy especial con su cuñado, Jaime. Eran familia, pero, sobre todo, grandes amigos. Califican a este periódico la unión entre ellos como "maravillosa".
El hermano de Antonio es su mejor consejero y la persona a la que el yerno de Cari Lapique siempre recurre. Jaime Matos siempre ha tenido un consejo para dar, tanto a Antonio como a la fallecida Caritina.
Jaime no sólo ha sido un buen cuñado, y es un maravilloso hermano, también tiene en su haber, así lo corrobora este medio, otro título: un fantástico tío. Sus sobrinos, Pedro y Mini Cari, lo adoran. Al igual que su hermano, Jaime está dedicado, a nivel profesional, al mundo de los seguros.
Si bien el viudo de Caritina Goyanes cuenta con el título de Experto Universitario en Seguro Mediador Clase A -esencial para ejercer labores de mediación y bróker de seguros-, Jaime se licenció en Administración y Dirección de Empresas (ADE), en la Universidad Pontificia de Comillas.
En la actualidad, Jaime trabaja en Betterfly, empresa emergente chilena. En otro orden de cosas, no es ningún secreto que el matrimonio formado por Caritina y Antonio atravesó por momentos complicados, por "crisis", pero gracias a su inmenso amor pudo solucionar todos esos baches.
La propia Caritina reconoció en vida que su relación matrimonial sorteó, con éxito, distintos escollos. EL ESPAÑOL ha podido confirmar que la dupla, en un momento delicado de su historia de amor, se refugió y encontró solaz y herramientas en el movimiento religioso Amaús.
Para quien lo desconozca, se trata de un retiro basado en la doctrina de la iglesia católica, por medio del cual se practica la tarea de evangelizar, a través de la organización de retiros espirituales y la realización de obras sociales. Aunque Emaús fue creado por un sacerdote católico, quiso ser desde su origen un movimiento abierto a todas las nacionalidades y orígenes étnicos.
Caritina encontró ahí la fuerza, la fe necesaria para seguir. No fue la única. Según relatan a este medio, su marido, Antonio, también la acompañó y juntos, de la mano, superaron sus problemas. Gracias a una amiga de Caritina, tanto ésta como Antonio comenzaron a acudir a estos encuentros y "salvaron sus diferencias".
En la línea de esos escollos maritales, la periodista Pilar Vidal reveló hace unos días una delicada información: Matos tuvo un hijo fuera de su matrimonio con Caritina. Una circunstancia, qué duda cabe, que trastocó y zarandeó al matrimonio hace algunos años. No obstante, pasado el tsunami, de acuerdo a lo que se narra a EL ESPAÑOL, Antonio y Caritina afrontaron esta circunstancias con gran madurez.
La hija de Cari Lapique se enteró de esta realidad de su marido y razón de amor "hace varios años", no es algo reciente. Tan es así que la familia Goyanes Lapique conoció a ese menor de Matos hace tiempo y, en efecto, la hermana de Carla Goyanes quiso darle normalidad y se llegó a plantear contar públicamente, junto a su esposo, vía papel couché, esta circunstancia familiar.
Pedro y Mini Cari, destrozados
En los últimos 20 días, Pedro y Mini Cari, los hijos de Caritina y Antonio Matos, han encajado no sólo la pérdida de su queridísimo abuelo, Carlos Goyanes, al que estaban muy unidos, sino también han encarado, de forma abrupta y cruda, la orfandad de su progenitora.
Carla Goyanes, la tía de los pequeños, ha hecho público en las últimas horas que se hará cargo de ellos. "Ten por seguro que voy a ser muy fuerte y voy a cuidar a tus hijos todo lo que me dejen como si fueran míos, voy a cuidar a mamá por las dos y voy a cuidar a Matos porque sé cuánto le querías. Verás crecer desde el cielo a tus hijos y vas a estar muy orgullosa de ellos", ha sido parte del texto que la hija menor de Cari Lapique ha hecho público en su Instagram.
En estos últimos días, Carla Goyanes Lapique también se ha convertido en el sostén de su cuñado y sus sobrinos. "Todavía no me creo que no vayamos a hablar más, ni abrazarnos, ni consolarnos, ni disfrutar más de la vida juntas con nuestros hijos. (...) Has sido una madre entregada, una hija superpendiente de tus padres", remachó Carla su post.
Este pasado miércoles, día 28 de agosto, tras la misa celebrada en su memoria en la tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, Caritina ha sido enterrada en cristiano sepultura, como era su deseo, en el cementerio San Ididro, próximo al citado centro fúnebre. Huelga decir que durante el responso no sólo estaba presente el cuerpo sin vida de Caritina, también las cenizas -decidió ser incinerado- de su padre, Carlos.
En las durísimas fotografías se puede apreciar, además del gran dolor, la inmensa unión y adhesión de una familia que ha demostrado ser una piña en los momentos más complicados. La ermita se ha quedado pequeña para acoger a los allegados de la familia que se han acercado hasta Marbella para despedir a Caritina tras su inesperada muerte. De hecho, unas 500 personas han tenido que seguir la misa desde el exterior, pese a las altas temperaturas.