El pasado viernes 30 de agosto, 24 horas después de ser condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato premeditado de Edwin Arrieta, Daniel Sancho (30 años) era trasladado desde la prisión de Koh Samui -donde ha estado en prisión provisional desde su detención por el crimen el 7 de agosto de 2023- a la de Surat Thani, una de las más peligrosas del mundo y donde permanecerá hasta que la Justicia tailandesa se pronuncie sobre el recurso que van a presentar sus abogados para intentar reducir una condena durísima que ha dejado a todo su entorno absolutamente devastado.
Menos a él, ya que aunque en un principio se derrumbó y rompió a llorar cuando escuchó la sentencia de la Corte Provincial de Samui declarándole culpable del asesinato premeditado y descuartizamiento del cirujano colombiano, demostró una sorprendente fortaleza en su última conversación cara a cara con su padre Rodolfo Sancho antes de ser trasladado de cárcel.
Como han relatado en exclusiva en Vamos a ver, Daniel se ha mostrado fuerte y optimista, y defendiendo su inocencia y la estrategia de Marcos García-Montes y su equipo durante el juicio, ha pedido a su progenitor que no se rinda y haga todo lo posible por él.
[Daniel Sancho estará en cuarentena hasta el 5 de septiembre en la prisión de Surat Thani]
"Papá ayúdame. Es duro. Es una sentencia difícil... mucho. Es que es muy injusto todo. Todo ha sido un accidente. Me quiero defender hasta el final, porque se va a demostrar", ha asegurado el cocinero español, que ha insistido en que "no entiendo una cadena perpetua. No es justo y no la entiendo porque yo únicamente me defendí", manteniendo a pesar de la durísima sentencia que la muerte de Edwin se trató de homicidio involuntario fruto de una pelea cuando el colombiano quiso agredirle sexualmente.
"Estoy tranquilo porque confío en los recursos, confío en que salgan adelante. No tenemos otra vía posible. Lo hemos demostrado en el juicio, lo hemos demostrado con pruebas", ha transmitido a Rodolfo con optimismo, pidiendo a su padre y a sus abogados algo muy importante: "Tenéis que llegar hasta el final", dejando claro que cree que "hay partido" para apelar a instancias superiores y que va a defender su inocencia.
"Ha sido un accidente, me quiero defender hasta el final porque se va a demostrar. No tenemos otra vía posible. Tiene que ser esa línea la que tenemos que continuar porque no hay otra", ha sentenciado, seguro de que la Justicia todavía no ha dicho su última palabra respecto a su condena.
Una conversación en la que Daniel quiso tranquilizar a su padre asegurando que está "fuerte" y "tranquilo", y que se va a "adaptar bien esté donde esté" refiriéndose a la prisión de Surat Thani, con unas condiciones mucho más duras que la de Koh Samui donde ha estado el último año. "Pero por favor, no dejéis de trabajar para demostrar que soy inocente de eso", le ha pedido.