A pesar de que en un principio la fecha prevista para darse el 'sí, quiero' era este sábado, 7 de septiembre, lo cierto es que la influencer Bea Gimeno (28 años) y Nacho (29), el hijo pequeño de Emilio Aragón (65), ya son marido y mujer. 

La pareja se ha casado en una ceremonia religiosa íntima celebrada en Mallorca a la que solo han acudido sus familiares más cercanos. Aunque la gran fiesta será este próximo sábado, en la tarde de este viernes también hay organizada una gran fiesta que reunirá a todos los invitados.

Han sido los propios protagonistas del enlace quienes han compartido la buenísima noticia de que en la tarde del pasado jueves, 5 de septiembre, pusieron finalmente el broche de oro a su relación y han celebrado sus nupcias. 

Bea y Nacho, a la salida de la ceremonia religiosa. Instagram

"El día de ayer nos lo guardamos para siempre". Con estas breves pero emocionantes palabras, Bea Gimeno y Nacho Aragón compartían un post conjunto en sus perfiles de Instagram en el que confesaban que ya habían dado el paso de convertirse en marido y mujer. 

En la publicación, ambos asomaban algunos de los detalles del enlace, como el look de la novia o el momento de tirar el ramo a los (pocos) invitados allí presentes. Y es que, como ya habían adelantado en Vanitatis, el look nupcial de la novia ha estado firmado por Helena Mareque, la misma diseñadora gallega por la que apostó para su pedida de mano.

Se trata de un conjunto formado por una americana satinada y un pantalón de pata ancha con encaje, completando el estilismo con un top de pedrería. Con respecto al peinado, la creadora de contenido ha optado por un clean look con un moño alto y recogido.

El estilismo de la novia, diseñado por Helena Mareque. Instagram

Además del elegante estilismo portado por Bea Gimeno, los recién casados han compartido el ramo elegido para la flamante ocasión: uno silvestre de margaritas que la novia no dudaba en lanzar al aire y comprobar si es verdad eso que dicen que "de una boda sale otra boda".

La prueba de que entre las dos familias hay buena sintonía es que Ichi y Mery Gimeno no han parado de compartir contenido en redes. "Nuestras niñas van a elegir el ramo", escribió la hermana de la novia

Aunque el enlace religioso consistía en una ceremonia de lo más íntima y únicamente se daban cita sus familiares más cercanos, las compañeras de profesión de la novia no han dudado en acompañar a Bea en el que ha sido, según ella misma desvelaba, "el día más especial de toda su vida".

Bea Gimeno junto a su padre, a la llegada de la ceremonia religiosa. Instagram

Influencers de la talla de María Pombo (29), María García de Jaime (28) o María Fernández-Rubíes, se trasladaban a la capital balear para disfrutar de los tres días de celebración de la velada. 

La menor de las Pombo acudía de la mano de su marido, Pablo Castellano, con quien mantiene una relación desde hace cerca de diez años y con quien tiene dos hijos en común. Junto a ellos, otra pareja de influencers se daba cita en la isla de Mallorca. Se trata de la formada por María G. de Jaime y Tomás Páramo. 

Con respecto a los familiares, se sabe que los Aragón viajaron hace unos días hasta la isla para poder asistir a la preboda. Fue Ichi, hermana del novio, quien comunicó a través de redes sociales que se encontraba en la ciudad balear. Mery, hermana de la novia, acudía también hasta la isla mallorquí para ver a su hermana vestida de blanco, aunque lo hizo el miércoles, pues su vuelo tuvo cuatro horas de retraso. 

Un amor de toda la vida

Bea Gimeno y Nacho Aragón en una imagen compartida en redes sociales.

Nacho Aragón y Bea Gimeno son el ejemplo perfecto de que un amor de juventud puede llegar a ser algo duradero. La pareja lleva más de 12 años de relación y ambos se conocen prácticamente de toda la vida. 

La decisión de dar el gran paso llegó en 2023, tras un tiempo conviviendo juntos en Madrid. En abril, durante un viaje a Miami, el nieto de Miliki le pidió matrimonio a su novia de toda la vida. Nacho entregó el anillo en una playa de Key Biscayne y Bea, entre lágrimas, respondió con un rotundo "sí".