El pasado sábado, 7 de septiembre, en la fabulosa finca de Son Verí en Palma de Mallorca, festejaron su gran boda Nacho Aragón (29 años), hijo de Emilio Aragón (65) y Aruca Fernández-Vega (64), y la influencer Beatriz Gimeno (28). Un enlace que puso el broche de oro a más de 12 años de sólido y puro amor.
Fue un casamiento sin imposturas, atípico, sin demasiado -por no decir ninguno- boato. Ni chaqués ni vestidos largos, nadie estaba obligado a un dress code, ni siquiera los novios: más que una boda al uso, aquella fue una reunión con amigos y familiares, un festejo del amor.
Todos vivieron un intensísimo fin de semana en el que los contrayentes hicieron realidad el gran sueño de sus vidas. Como marca la tradición, después de todo enlace que se precie, llega otro clásico: la luna de miel, la escapada romántica, el sólo para dos. Nacho y Bea han emprendido "el viaje de nuestros vidas".
Después de muchas horas de avión, y una escala "de cuatro horas", el hoy matrimonio ha llegado, por fin, a destino. Y no es uno cualquiera: ambos se han inclinado por las Islas Maldivas.
A través de sus redes sociales, el hijo de Emilio Aragón y su hoy esposa y razón de amor han compartido todos los detalles de su viaje de novios. Se han confesado emocionados ante la gran aventura. "Demasiadas ganas", ha dicho una; "nuestra aventura no ha podido empezar mejor", ha completado el otro, demostrando así su gran ilusión.
"¡Nos vamos! No me creo este momento", ha expresado Bea en un vídeo que ha compartido en Instagram. "¡Por fin, por fin!", ha replicado su recién estrenado marido. La hija de Javier Gimeno y de Consuelo de la Hoz, además, ha dejado patente su gran paciencia ante las larguísimas horas de vuelo, y una eterna escala en el Aeropuerto Internacional de Abu Dabi.
Una vez en el avión, Nacho y Bea también han compartido distintas y divertidas y espontáneas fotografías con sus seguidores: se han hecho fotos y vídeos, completamente "en shock" tras ocupar sus asientos en clase Business. Gimeno también ha explicado su sensación al poder viajar en la aerolínea Etihad, colmada de atenciones y comodidades.
Durante su estancia en el avión, los contrayentes han sido agasajados con zumos y han podido degustar algunos platos riquísimos, según sus propias reacciones. "Madre mía el menú... madre mía", dice Nacho, extasiado. "¿Estás feliz?", le pregunta Bea mientras él observa todo lo que tienen disponible en sus asientos.
"Una cosa que nos parece un poco rara es que hay que pagar el wifi", comparte Gimeno, sorprendida. También les dio tiempo en el aire a hacerse una rutina de skincare. "Estamos secos no, lo siguiente", ha posteado ella en su red social. Una vez en Maldivas, el paraíso. Eso sí, el buen tiempo no les ha acompañado en las primeras horas.
De hecho, les ha recibido una terrible tormenta que les ha obligado a sacar el paraguas. Después, claro, terminó saliendo el sol. En sus primeras horas en el país tropical del océano Índico, ambos han disfrutado a lo grande no sólo de las prestaciones del majestuoso hotel en el que se han hospedado, también de un paseo en barco.
Amor, ahora sí, eterno
Nacho Aragón y Bea Gimeno son el ejemplo perfecto de que un amor de juventud puede llegar a ser algo duradero. La pareja lleva más de 12 años de relación y ambos se conocen prácticamente de toda la vida.
La decisión de dar el gran paso llegó en 2023, tras un tiempo conviviendo juntos en Madrid. En abril, durante un viaje a Miami, el nieto de Miliki le pidió matrimonio a su novia de toda la vida. Nacho entregó el anillo en una playa de Key Biscayne y Bea, entre lágrimas, respondió con un rotundo "sí".