Si hay alguien que ha estado incondicionalmente al lado de Julián Muñoz hasta el último momento esa ha sido, sin duda, su esposa Mayte Zaldívar (67 años). Dejando atrás su polémica separación y su dolor cuando el padre de sus hijas la abandonó a ella y a su familia por empezar su relación con Isabel Pantoja (67), la exconcursante de Supervivientes le perdonó y no se ha separado del exalcalde de Marbella desde que le fue diagnosticado un cáncer de pulmón. Una enfermedad que el propio expolítico tildó de "galopante".
Cumpliendo el último deseo de su vida, Julián y Mayte volvían a contraer matrimonio el pasado enero, arropándolo hasta el final de su existencia junto al resto de su familia, es decir, sus hijas y sus nietos. De ahí que este martes, 24 de septiembre, tras el fallecimiento de su marido, se pudiera ver en el tanatorio de San Bernarné de Marbella a una Mayte completamente rota en el último adiós a Julián.
Devastada, la empresaria hostelera despedía al hombre de su vida junto a sus hijas, Elia y Eloísa, sus nietos y su pareja, Fernando Marcos. Es clave subrayar también el papel de Fernando Marcos, quien estuvo muy pendiente de su razón de amor en todo momento y sin poder contener las lágrimas en muchos instantes del tiempo en que duró el sepelio.
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Sin embargo, y mostrando una gran entereza, Mayte Zaldívar era la encargada de recibir a las puertas del tanatorio a los amigos que quisieron despedirse del exalcalde, como Rappel (79), Karina Pau (57) o el presentador Santi Acosta (56), con el que protagonizó un emotivo abrazo.
Una larga jornada en la que la viuda de Julián Muñoz también recibió un ramo de flores blancas con una carta que, muy emocionada, leyó a sus hijas antes de encabezar el responso en memoria del expolítico, que se celebró en la más estricta intimidad a las 18 horas de este martes.
No fue hasta el momento en el que abandonó el tanatorio, tras despedir definitivamente a Muñoz, cuando Mayte tuvo fuerzas para acercarse a la prensa y pronunciar sus primeras palabras tras la muerte de su marido: "Pido tranquilidad, estoy muy agobiada, es un momento un poco difícil para mí, entiendo vuestro trabajo y lo respeto. Vamos a hacerlo bien, yo os respeto a vosotros y vosotros a mí. Muchas gracias, gracias a todos por vuestro respeto y por todo", expresaba, algo sobrepasada por todas estas circunstancias.
También muy afectado se pudo saliendo del sepelio al nieto de Julián, Fran Redondo, que, reconociendo que estaba siendo un momento "complicado", prefería no revelar cómo está la familia tras la pérdida de uno de sus pilares.