Daniel Sancho (30 años) ha cumplido ya su primer mes en la cárcel de Surat Thani, a donde fue trasladado tras conocerse su sentencia por el asesinato a Edwin Arrieta. La defensa del acusado continúa trabajando para intentar que esta pena se rebaje.
Este viernes, 4 de octubre, se emitió el último de los episodios de El caso Sancho que tiene como título Castigo y que desvela cómo vivieron los protagonistas la lectura de la sentencia. Además de los letrados de ambas partes, Rodolfo Sancho (49) también ha tenido un papel fundamental en esta docuserie de MAX.
El actor ya ha demostrado el apoyo que le ha dado a su hijo en este último año, llegando incluso a rechazar proyectos cinematográficos para estar junto a él en Tailandia. Ahora también le pone voz a esta cercanía, pese a que siempre ha mostrado rechazo a abrirse en lo personal.
Rodolfo Sancho expresa las palabras que su primogénito le dijo en privado: "Sé que eres mi padre, pero lo que has hecho va más allá, más allá de ser un padre". También reconoce que este proceso judicial les ha unido todavía más: "Nos hemos conocido más, él ha sufrido una transformación. Es bonito que un hijo vea lo que es capaz de hacer un padre".
Durante este tiempo, se ha cuestionado que Daniel Sancho no hubiese pedido perdón por lo sucedido. Es ahora su padre quien cuenta qué palabras utilizó en el juicio dedicadas a la familia del cirujano colombiano. "Entró a decir que lamentaba la situación, que hubiese fallecido un ser humano, que los padres no hubiesen podido enterrar de una forma más digna al fallecido... Es lo normal que dice un ser humano de corazón, lo que pasa es que la gente esperaba que lo dijese el primer día", recuerda.
Este último episodio se centra en la lectura de la sentencia y cómo lo vivió desde dentro de la corte penal. "Me empezó a oler raro cuando no hablaban de ninguna de las pruebas presentadas por nosotros. Lo que iban a decir era calcado de lo que decía la policía", defiende. También recuerda su enfado y cómo evitó exponerlo públicamente: "Ese día casi sale mi padre en mí, esa genética que yo he aprendido a saber cuándo usar y cuándo no. Los primeros momentos estaba cabreado. Sale algo que, por suerte, tengo controlado. Ese que sale es capaz de cualquier cosa".
Pese a la sentencia, que la defensa de Daniel Sancho no esperaba, tanto Rodolfo como el acusado van a continuar con el proceso para reducirla. "Le dije que estuviera tranquilo, que esto solo era una batalla. Estaba con ganas de luchar y demostrar las cosas. La cadena perpetua ha sido un poco sorprendente. Por suerte sabemos que en dos años y diez u once meses se puede pedir el traslado", afirma.
Aunque tiene claro que en el juicio no pudo probarse la premeditación y que ninguno de los testigos pudo defender esa postura: "Algo raro ha pasado, pero no sé, por mi conocimiento de lo que ocurrió en el juicio...".
Ahora Rodolfo ya se encuentra de regreso en España para continuar con su día a día: "Me voy jodido en cierta manera. Voy a volver a casa y tengo una familia también que cuidar. Le dije que estaría ahí. No voy a parar nunca, dentro de mis posibilidades. Si no estuviera haciendo lo que estoy haciendo, habría gente diciendo que soy una mierda de padre", concluye.