El pasado verano, el escultor valenciano Nacho Palau (52 años) dijo basta, estalló y compartió públicamente -vía papel couché- la difícil relación que libraba con el cantante Miguel Bosé (68), en lo que se refiere a los cuatro hijos -dos de cada uno- que un día vivieron como hermanos y conformaron un proyecto familiar y de vida.
Alzó la voz Palau y aseguró haber demandado al artista por no dejarle ejercer como padre de Diego (13) y Tadeo (13), los vástagos biológicos del autor de Morena mía. No sólo esto, arguyó Nacho que Miguel se empeñó en que Ivo (12) y Telmo (12), los pequeños que viven con él en Chelva, viajarán a Palma de Mallorca para las vacaciones.
No quiso Bosé, siempre según el valenciano, que los hermanos se vieran en la localidad de Chelva. El cantante les habría prometido a los hijos biológicos de Palau que en Mallorca "tendrían de todo". Hasta donde conoció entonces EL ESPAÑOL, los pequeños vieron modificado su período estival.
"Los unos quieren ver a los otros, hablan por teléfono, claro, pero no es lo mismo. A Ivo le apenó mucho y no entendió que los planes de Mallorca no se concretaran", informa una persona de toda solvencia. Y se añade: "Ojalá que Nacho y Miguel, por los chicos, lleguen a un acuerdo, aunque sea a través de terceros y la comunicación sea a cuentagotas".
Quien conoce de cerca la relación desliza que los pequeños ya no lo son tanto; que crecen y comienzan a ser -más- conscientes. Toman sus propias decisiones y manifiestan su carácter. Los hijos de Nacho van a cumplir 13 años este mes de octubre. En concreto, será el próximo 26 de octubre, cuando Ivo y Telmo celebren su aniversario.
Lo festejarán con una pequeña fiesta con amigos. Les encantaría que Diego y Tadeo -que alcanzaron los 13 años el pasado mes de marzo: los cuatro nacieron en 2011-, estuvieran presentes, aunque saben que no depende de ellos. Pese a todo, Nacho siempre ha procurado que los menores crezcan alejados de conflictos: "Cuando ha explotado es porque no ha tenido más remedio", apunta otra fuente.
No es Palau un hombre que se deje arramplar por el negativismo y el espíritu revanchista, pero no han sido meses fáciles para él. Su entorno conoce bien cómo se ha sentido y lo mucho que ha sufrido, pero no porque él se haya quejado o desahogado: "No habla del tema Bosé con casi nadie". En otro orden de cosas, en el plano sentimental se detalla que Nacho está feliz.
"Se le nota en el humor", aclaran. La razón de este excelso trance se lo debe el escultor a un amigo especial, natural de Galicia, actor de profesión, llamado Jorge. Fue EL ESPAÑOL quien descubrió la identidad de este hombre, justo cuando cogió fuerza el rumor del romance entre Palau y Ricky Martin (52), jamás producido. Nacho y Jorge están bien, se llevan y se entienden a la perfección.
Se ven cuando pueden, sin prisas. Este dulcísimo momento de Palau contrasta con un inesperado unfollow -dejar de seguir a una persona en redes sociales- del que ha tenido constancia EL ESPAÑOL en las últimas horas. Nacho y Cristian Villela, su último ex, no se siguen en Instagram. ¿Qué ha pasado entre ellos?
"Me dicen que todo fue a raíz del rumor infundado de Ricky y la aparición de Jorge", se opina. La relación entre ellos había terminado en buenos términos, sobre todo por la enfermedad de Nacho y la de su madre, Lola Medina. Villela estuvo ahí, pendiente y cuidando hasta que la historia de amor tocó a su fin. "En algo no ha estado de acuerdo Cristian", apostilla con quien se contacta.
La última guerra
Entre Nacho y Miguel Bosé la tensión es grande, máxime desde la última entrevista del chelvano en la que aseveró que había demandado a Bosé y que éste no le dejaba ejercer como padre. Unas manifestaciones que provocaron que la relación esté "peor que nunca".
En aquella interviú, además, Palau puso de relieve el principal escollo en la falta de entendimiento entre ellos: las vacaciones de verano de sus respectivos hijos. Nacho sostuvo que Miguel sólo quería que los cuatro hermanos se reencontrasen en Mallorca, y no en Chelva.
"El año pasado tenían que haber vuelto conmigo para pasar la mitad de las vacaciones en Chelva, pero Miguel no permitió que los hijos que viven con él vivieran conmigo. Mi familia se quedó sin verlos", relató el escultor. Y añadió: "Miguel me dijo que los niños iban a verse en Mallorca este año, porque la casa allí es maravillosa. Además, me confesó que el año pasado me relajé mucho".
Todo esto sobrepasó la paciencia del valenciano. Según contó a EL ESPAÑOL el pasado 4 de agosto un amigo de Miguel, "a Palau nada le viene bien. Todo son quejas". Añadió: "Miguel sólo quiere que los chicos estén bien y se vean".