La filtración de las fotografías y posteriores audios en los que el rey emérito Juan Carlos (86 años) y Bárbara Rey (72) se mostraban de lo más cómplices y sinceros ha llevado a los principales medios de la crónica social a sacar a la palestra algunos nombres que habían quedado en el completo olvido.
Si hace unos días era Jenny Llada (67), íntima de Bárbara en la época dorada de las vedettes en España y archienemiga a día de hoy, otro rostro sorprendía a propios y extraños con su defensa a la madre de Sofía Cristo (41). Se trataba de Blanca Villa.
La veterana cantante se dio a conocer en la década de los 2000 y su amistad con Bárbara Rey fue amor a primera vista, pues desde siempre han mantenido una bonita relación y, casi 25 años después, así continúa siendo. Sin embargo, Villa no ha corrido la misma suerte que la exesposa de Ángel Cristo y una serie de catastróficas desdichas le llevó a mantenerse alejada de los escenarios durante muchos años.
María Trinidad Pérez Espeleta, conocida popularmente como Blanca Villa nació en el municipio de Villablanca, Huelva, y desde pequeña siempre tuvo claro su vocación por la música, pues contaba con unas facultades dignas para dedicarse a ello. De voz impresionante y una gracia natural para cantar cosas de su tierra y "lo que le echen", ya que su versatilidad le hace cantar igual de bien, la canción andaluza, la ranchera y la ternura de la balada.
Blanca grabó su primer disco en el año 1976 con la discográfica Beverly Records y su canción más conocida fue un pasodoble escrito por Manuel Alejandro, Ahí te mando mi guitarra. Un tema que tenía una connotación emocional para ella, pues estaba dedicada al gran Joan Manuel Serrat (80) y fue con la que se presentó en el festival de Benidorm, siendo la ganadora moral del mismo por la situación política del momento. A pesar de no ganar, Blanca se constituyó en la cantante más popular de ese año y consiguió ganar innumerables premios por dicha canción.
No solo se limitó al panorama español, sino que también llegó a traspasar fronteras trabajando en países como Colombia y Ecuador, obteniendo grandes éxitos tanto de crítica como de público. Además, como buena artista polifacética, Blanca optó por probar fortuna en el mundo del cine, poniendo su voz en varias películas españolas y mexicanas como Quiero soñar, La Coquito y Piernas Cruzadas.
Durante esos años, Blanca Villa llegó a ser considerada una de las cantantes más importantes del momento y llegó a trabajar para productores como José Luis Moreno y compartir cartel con estrellas de la talla de Rocío Dúrcal, María del Monte (62) y su "comadre" Rocío Jurado. Sin embargo, su posterior paso por platós de televisión fue lo que le posicionó en boca de todos. Y no precisamente por algo positivo.
Todo comenzó en la década de los 2000. En sus apariciones, Blanca Villa iba desgranando lo que, según ella, María José Cantudo (73) iba realizando en sus espectáculos. Afirmó Villa que en el espectáculo La Pepa trae cola no era Cantudo la que cantaba, sino que era ella la que le ponía voz a través de un playback. Además, también afirmó que era su voz la que sonaba en un disco posterior de la cantante.
Lejos de dejar la situación en una denuncia pública sobre una suplantación, Blanca Villa aprovechó sus frecuentes apariciones en la pequeña pantalla para verter todo tipo de comentarios sobre la actriz, detalles sobre su vida íntima, que hicieron que María José Cantudo "tomase cartas en el asunto".
La actriz y cantante acudió a los juzgados para defender su honor. Unos hechos que llevaron a Blanca Villa a ser declarada culpable de difamación, calumnias, intromisión en la intimidad y derecho al honor, teniendo que hacer frente a una abultada cuantía económica en concepto de indemnización a María José Cantudo.
Cuando la justicia dictaminó sentencia sobre la denuncia, en el año 2005, Blanca Villa fue condenada, en primera y segunda instancia, a desembolsar 400.000 euros a la artista. Fue entonces cuando, para poder saldar su deuda con Cantudo, Villa tuvo que poner a subasta pública su única propiedad: su casa. EL ESPAÑOL tuvo la oportunidad de conversar con ella y confesó estar "muy dolida" con la situación. "Nunca quise ofenderla con mis palabras, pero ella me hizo mucho daño, más del que nunca pudiera haberle hecho yo, destrozando mi familia, desmembrándola, porque esa necesidad de irme hizo que me separara de mis hijos, que se quedaron a vivir en la sierra madrileña", afirmó a este medio Blanca Villa.
Esta sucesión de hechos desafortunados llevó a Blanca Villa a permanecer alejada de la pequeña pantalla durante muchos años. Desde ese momento, pocos fueron los datos que trascendieron de la andaluza, más allá de sus actuaciones en bares locales imitando a las "grandes de España". No obstante, hace 5 años, en 2019, Villa decidía dar un paso al frente, sorprendiendo a propios y extraños con su participación en uno de los formatos televisivos más destacados de Antena 3.
Lo hizo en La Voz Senior, el formato para mayores de 60 del talent musical. Allí logró hacerse un hueco en el equipo de David Bisbal (45) con Se nos rompió el amor, un tema de su querida Rocío Jurado, y llegó a ser una de las favoritas para ganar el programa. Sin embargo, el paso del tiempo y las nuevas generaciones llevaron a Blanca Villa a pasar de nuevo al olvido.
No fue hasta el pasado 7 de octubre cuando Villa aparecía de nuevo en la pequeña pantalla. Lo hacía en la cadena que la vio marchar junto a Sonsoles Ónega. La cantante aprovechaba el espacio para dar su apoyo público a su amiga Bárbara Rey y revivir su guerra con María José Cantudo. "Yo no he sido nunca ni Rocío Jurado ni Pantoja, yo soy una obrera de esto", afirmó, entre lágrimas, en su encuentro con Ónega.
Según su testimonio, Bárbara Rey fue la única que dio validez públicamente a la versión de Blanca Villa respecto a su voz en el disco de María José Cantudo. "Hasta la muerte, a mí lo de Bárbara no se me olvidará en la vida", confesó la cantante.
Blanca Villa y Bárbara Rey no solo han conservado un fuerte vínculo personal con el transcurso de los años. También siguen formando parte de proyectos artísticos en conjunto, como Una noche Bárbara, el pasado 1 de octubre en el teatro de Hellín.