Este pasado domingo, 13 de octubre de 2024, al filo del mediodía, España enmudecía de tristeza y dolor por la inesperada muerte de la gran Mayra Gómez Kemp, a los 76 años, en su casa de Madrid. Cierto es que su salud, en los últimos días, se había visto notablemente resentida, desde que se cayó en su domicilio y estuvo 20 horas tirada en el suelo. 

El deceso de Mayra nadie podía figurárselo. Estaba físicamente bien -que no a nivel anímico- y, de hecho, tras el percance doméstico intervino en distintos programas de televisión para tranquilizar sobre su estado. Su ánimo ya era otro cantar: desde que murió en 2021 el hombre de su vida, su asidero emocional durante 47 años, Alberto Berco, ella no levantó el vuelo

Sus restos mortales reposan en el Instituto Anatómico Forense de Madrid -todavía no se han esclarecido las causas de su muerte-. Este pasado día 13 se ha informado que sus hijastras, Roxana y Viviana -a las que ella siempre trató como familia- llegarán a Madrid en las próximas horas, procedentes de Buenos Aires, donde residen, para encargarse de la intendencia del funeral de Gómez Kemp.

Mayra Gómez Kemp, en un acto público de RTVE, en 2017. Gtres

Ellas fueron las que dieron la voz de alarma al no poder contactar con Mayra. La llamaron varias veces, según le consta a EL ESPAÑOL, y no obtuvieron respuesta. Este medio ha contactado, este domingo por la noche, con una amiga de la comunicadora, que la telefoneaba con frecuencia. "Cuando me cogía, que no siempre pasaba", apostilla.

"Ya está con su Alberto", desliza esta persona, rota de dolor. Sabe que a Mayra no le gustó airear nunca sus trances más aciagos: ésa no era la imagen que luchó por que los españoles evocaran de ella. "Ella se hacía la fuerte y cuando te respondía la llamada hacía ver que todo marchaba bien, pero no. Estaba mal", se agrega.  

Pionera y maestra son dos conceptos que siempre estarán ligados a la figura de Mayra Gómez Kemp, tras una polifacética carrera en el mundo de la televisión que tuvo su época dorada en los años ochenta, cuando presentó el Un dos tres… Mayra siempre contaba la anécdota de cómo se enteró que iba a presentar el programa más exitoso de la televisión del momento.

Mayra Gómez Kemp junto a Chicho Ibáñez Serrador en una fotografía en 1980. Gtres

Tal y como informa en EFE la periodista Paula Escalada Medrano, estaba Mayra en la peluquería cuando la llamó su secretaria para decirle que la mujer de Chicho quería hablar con ella. "Le dije, dale el teléfono de la peluquería, y allí me llama. Me pasa a Chicho y yo, con la toalla en la cabeza, me dice: 'No le voy a dar vueltas, ¿te gustaría presentar el Un, dos, tres?'".

"Y yo 'Ay, Chicho, borracho a las cuatro de la tarde…", narró, entre risas, a EFE en una entrevista la presentadora. No, el realizador no había tomado copas de más, fue precursor en poner al frente a una mujer en un concurso, "la primera mujer del mundo en presentar un concurso de televisión, territorio destinado a los hombres", recordaba siempre Gómez Kemp.

Nacida en La Habana, Cuba, el 14 de febrero de 1949, Mayra Cristina Gómez Kemp creció en una familia relacionada con las artes: su padre, Ramiro Gómez Kemp, fue cantautor, actor y escritor de cine cubano y su madre, Velia Martínez Febles, actriz, cantante y exbailarina.

Su familia se exilió de Cuba después de que en 1959 Fidel Castro diera su discurso de celebración tras ganar la revolución cubana. Primero, a Puerto Rico, donde -confesaba la presentadora- pasaron estrecheces económicas. Luego a Venezuela y después a Florida (Estados Unidos).

Allí estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Tampa y Periodismo en la de Miami, carrera que finalizó en 1969. Poco después llegaría a España, a Barcelona, y después a Madrid, donde realizó labores de doblaje en Radio Madrid y trabajó en la versión teatral de la famosa Rocky Horror Picture Show.

Fue en 1976 cuando entró, primero como actriz con pequeños papeles y luego como azafata, en el Un, dos, tres que había creado un joven y arriesgado Chicho Ibáñez Serrador y que entonces presentaba Kiko Ledgard.

Mayra Gómez Kemp junto a Alberto Berco, en un evento social en 2013, en Madrid. Gtres

En este mismo año formó junto a dos azafatas del programa -María Durán y Beatriz Escudero- el trío musical Acuario, con el que obtuvo éxitos como Rema, rema, marinero.

En 1977 abandonó el trío para emprender su carrera en solitario y ya como solista publicó en 1978 el LP Una Dama, mientras siguió con su carrera como presentadora del programa 625 líneas, trabajo por el que obtuvo su primer TP de Oro. Posteriormente presentó Ding Dong y el concurso infantil Sabadabada.

Fue por aquel entonces cuando, después de un accidente del presentador Kiko Ledgard, Chicho Ibáñez Serrador decidió que fuera una mujer -lo más opuesto al argentino para evitar comparaciones- quien se pusiera frente al barco que cada noche de viernes reunía a 25 millones de españoles.

Primera mujer en un concurso 

"Todos en la profesión me decían 'no lo hagas, España no va a aceptar a una mujer haciendo ese trabajo'. Pero por el hecho de que me dijeran que una mujer no podía hacerlo, me empeciné más en demostrar que una mujer sí podía, a pesar de los pesares", contaba a EFE la presentadora.

La presentadora del 'Un, dos, tres', en una imagen tomada en 2014. Gtres

Presentó el concurso entre 1982 y 1988, haciendo gala de una memoria prodigiosa en la época en la que no había pinganillos y de su risa contagiosa y sin tapujos. Suya es la mítica frase 'hasta aquí puedo leer', que hoy es una expresión más del español cotidiano.

Su labor en el concurso la compaginó con Antena 3 Radio -la radio siempre fue su otra gran pasión-, donde presentó sucesivamente y hasta 1989 los espacios Viva la gente y Viva la tarde. Tras el fin del concurso de RTVE, fichó por Antena 3 Televisión donde presentó La ruleta de la fortuna y Simplemente Mayra.

Tras un breve paso por las televisiones autonómicas para conducir el programa concurso Luna de miel (1992-1993), sus apariciones en televisión comenzaron a espaciarse. En abril de 1999 regresó a Antena 3 Televisión con el concurso diario Tomates y pimientos.

Colaboradora y tertuliana esporádica desde entonces, en 2006 participó en la segunda edición del concurso sobre monólogos El Club de Flo, quedando en segunda posición. En 2008, fichó como colaboradora del programa Sin ir más lejos, de Aragón TV.

Sin embargo, en 2009 interrumpió su participación en éste tras serle detectado un cáncer de lengua del que fue operada. Contaba Mayra Gómez Kemp que el tabaco estuvo con ella desde los 14 años, cuando hizo un anuncio de cigarrillos, y que fumaba desde los 18 por el halo de seguridad y libertad que daba el tabaco a una mujer.

Mayra Gómez Kemp junto a la presentadora María Casado en una imagen captada en noviembre de 2017. Gtres

Fumó hasta el día en el que le detectaron el cáncer -uno de los más comunes entre los fumadores-, por el que tuvo que someterse a una agresiva cirugía que la dejó con muchos problemas para hablar, que fue superando con largas sesiones de logopedia. Desde entonces, cada vez que pudo se dedicó a concienciar en televisión sobre los peligros del tabaco.

El 10 de junio de 2014, Gómez Kemp recibió el Premio Iris a toda una vida, el máximo galardón que otorga el Consejo de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. Desde entonces fueron numerosos los homenajes que recibió en televisión, con apariciones en programas de diversa índole que quisieron reconocer a una de las mujeres pioneras de la televisión española.