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Durísima noticia para la familia Osborne. Enrique Ortiz, padre de Bertín (69 años), fallecía el pasado viernes, 18 de octubre, a los 96 años de edad, aunque la noticia no ha trascendido hasta este lunes, 21 de octubre. 

Tal y como adelantaba El Debate, el padre del cantante fue despedido en la más estricta intimidad en Madrid, concretamente en el tanatorio de Tres Cantos, donde también fue incinerado.

Todo apunta a que su muerte no era esperada, ya que Eugenia (39), la hija de Bertín Osborne, viajó a Boston junto a su familia en los últimos días. Nada hacía presagiar el terrible momento familiar que golpearía sus vidas y, por el momento, ningún miembro de la familia ha hecho ningún comentario al respecto. 

Imagen de Bertín Osborne abrazando a su padre, Enrique, emitida en Telemadrid.

Además de Bertín, también lloran la muerte sus otras cuatro hermanas. Y es que, aunque siempre tuvo una vida desahogada en lo económico y muy tranquila, su adolescencia no fue del todo fácil para sus padres y en su juventud hubo una temporada en la que su relación con sus progenitores, sobre todo con su padre, fue complicada. Es más, Enrique no acudió a la primera boda del cantante con Sandra Domecq.

No obstante, con el paso de los años, la relación fluyó mucho mejor y el cantante siempre ha presumido del apoyo que ha significado su padre. El propio Bertín contaba hace unos años como, a sus 93, su padre tenía nueva novia: "Mi padre tiene más años que un bosque, pero sigue igual de cachondo, tiene una novia… El otro día lo llamo y le digo si nos vamos a comer, y me responde: 'Es que hoy no puedo… Es que he conocido a alguien'", contaba.



De hecho, con casi toda la familia viviendo en Madrid, la casa de Enrique, situada cerca del estadio Santiago Bernabéu, era siempre un punto de encuentro para los Osborne, que celebraban allí muchas reuniones. Unos momentos que hijos, nietos y bisnietos echarán mucho de menos. 

Enrique Ortiz, padre de Bertín Osborne, en una imagen de archivo. Gtres

Enrique Ortiz López-Valdemoro nació en 1928 en una familia acomodada y tiempo más tarde heredó los títulos de VIII conde de Donadío de Casasola y VII conde de las Navas. Se casó con María Teresa Osborne y Marenco, nieta paterna del II conde de Osborne, fallecida en 1991.

Hace poco menos de un año, Enrique era ingresado tras sentir cierto malestar en el cuerpo. Una situación en la que estuvo arropado en todo momento por toda su familia. Sin embargo, tal y como pudo confirmar EL ESPAÑOL, sólo fueron unas horas de ingreso, pero para Enrique, acostumbrado a estar en su casa y ser dueño de su vida, se hicieron eternas, como confió a este medio una fuente de total solvencia.