El 13 de octubre de 2024 perdía la vida una leyenda de la televisión, una presentadora que hizo historia y rompió moldes en la pequeña pantalla: Mayra Gómez Kemp. La artista falleció a los 76 años en su domicilio de Madrid. Vivía sola y, según ha relatado más tarde una de sus hijastras, Roxana, la comunicadora se cayó en casa.
"Sabemos que se cayó, se golpeó y que eso fue la causa de la muerte, pero no tenemos lujo de detalles", manifestó una de las hijas del esposo de Mayra, el actor argentino Alberto Berco. No se refiere Roxana al percance doméstico que, días antes de morir, sufrió Gómez Kemp y por el que estuvo cerca de 20 horas tirada en el suelo de su casa sin ser atendida.
De aquel revés se repuso convenientemente y fue dada de alta. Pero el destino, fatal, le tenía a la presentadora del espacio Un, dos, tres... un nuevo e irreversible final. Cuentan las crónicas que si bien la noticia de su deceso se conoció en la mañana de aquel domingo día 13 Kemp llevaba horas, cuando no días, sin responder a las llamadas de su entorno.
Las primeras que se alarmaron sobremanera fueron sus hijastras, Roxana y Viviana. Ellas no consiguieron dar con Mayra y contactaron rápidamente con amigos de la presentadora, quienes acudieron a su domicilio. Mayra dejó destrozados los corazones de todos los que la quisieron, pero, en especial, los de sus hijastras y el de su hermana, Georgina.
Sabido es que la comunidadora no tuvo hijos, pero halló en la descendencia de su marido a las personas que la trataron y cuidaron como si fuera su madre. Mayra ejerció ese papel de progenitora. No sólo esto, también hizo las veces de abuela cuando llegaron los nietos. "Era locura con los pequeños cada vez que iba a Buenos Aires", se confía.
"Mayra era feliz y estaba llena con sus niñas, como las llamaba. Hablaban mucho y Viviana estuvo en Madrid semanas antes de morir", detalla una fuente consultada. Explican a este periódico que las hijastra de Gómez Kemp desean puntualizar que la presentadora no murió sola y sin el calor de su gente, como se ha deslizado en los platós. La también actriz y cantante tenía a muchas personas que la querían.
No pasaba un día sin que su teléfono sonara; los amigos siempre contaban con ella para visitarla o salir a comer. "Otra cosa es que ella se encerrara en sí misma y ya no quisiera ver a nadie. Cayó en un pozo oscuro, como en depresión, con la muerte de Alberto. Tuvo picos y momentos buenos, pero nunca se repuso de la muerte de Alberto", se asevera.
En efecto, Mayra tocó fondo a nivel anímico y la caída doméstica que la llevó al hospital mermó sobremanera su estado. Pocas personas conocen que la artista tenía una hermana, Georgina, dos años mayor que ella, afincada en Estados Unidos. EL ESPAÑOL ha conocido en los últimos días que la relación entre las hermanas era cordial en los últimos meses.
Tanto que Mayra "miró billetes en verano" para visitar a su hermana esta próxima Navidad. Eso sí, esa cordialidad no siempre fue tal. "El año pasado tuvieron una pelea, un desacuerdo", se sostiene a EL ESPAÑOL.
Fue la relación entre hermanas algo interminente, pero, afortunadamente, primó siempre el cariño y el amor. Quien lo sabe informa que Georgina tiene la gran pena de que no ha podido despedirse de su hermana; le ha sido imposible viajar a España. En otro orden de cosas, hay una persona que fue importantísima para Mayra y su marido: el portero del edificio donde vivió la presentadora.
Este hombre fue como un hijo para Gómez Kemp y demostró un inmenso cariño hacia la presentadora y su marido. Este profesional sabe lo anímicamente mal que quedó Mayra tras la muerte de su marido, en 2021, y el portero estaba especialmente pendiente de la presentadora. Aseguran que este hombre está "destrozado", porque "habló con ella" la semana en que murió.
Quien cuenta detalles a este periódico no duda en sostener que "no sería extraño" que "en compensación" por el cariño y la atención dispensada Mayra fuera generosa en vida con su portero. "Sé que en navidades y cumpleaños ella tenía sus detalles", se apostilla.
Cambiando de tercio, mucho se ha especulado y escrito estos días sobre la herencia de Mayra Gómez Kemp. EL ESPAÑOL ha podido confirmar, tras el avance de Esdiario, que la comunicadora sí hizo testamento. El periodista Jesús Manuel Ruiz aclara que la comunicadora no tuvo herederos forzosos, pues no tuvo hijos, quedó viuda y tampoco viven sus padres.
"A partir de este próximo viernes se podrá solicitar al Registro de Últimas Voluntades el testamento. (...) La solicitad de estas voluntades se puede ejecutar nueve días después del fallecimiento del testador. (...) La única hermana de la fallecida no es heredera forzosa. Los hermanos dejaron de ser herederos obligados hace más de 50 años", informa el citado profesional.
La única opción de que las hijastras de Alberto Berco puedan acceder a la herencia de Mayra es que ésta así lo haya dejado estipulado en un testamento anterior a la muerte de su marido, y hubiese dejado de heredero universal a Alberto. De este modo, por línea sucesoria, las hijas del actor podrían disponer del legado de Kemp.
La burocracia ha sido el motivo por el que los restos mortales de la inolvidable Mayra permanecieron cinco días en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, hasta que llegó a través del consulado de España en Miami, una autorización de su hermana Georgina para que sus hijastras pudieran hacerse cargo de todo el proceso funerario.