Este viernes 25 de octubre se celebra la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias de 2024. Como ya es tradición, se hará en el Teatro Campoamor de Oviedo y contará con la presencia de los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (52), la princesa Leonor (18) y la infanta Sofía (17).
Aunque son unos de los galardones más especiales para la Familia Real, lo cierto es que estos premios son aún más únicos, pues se cumplen 10 años desde que la princesa de Asturias fuera nombrada presidenta de Honor de la Institución.
Para esta edición de 2024 de los Princesa de Asturias, anunciados el pasado 24 de abril por la Fundación homónima, dos españoles han sido los afortunados. Mientras que Joan Manuel Serrat (80) recibe el Premio Princesa de Asturias de las Artes, Carolina Marín (31) se lleva el galardón en la categoría de los Deportes. Otros de los premios otorgados van para Michael Ignatieff (Ciencias Sociales), Ana Blandiana (Letras) y Marjane Satrapi (Comunicación y Humanidades).
La historia personal de ésta última ha conmovido especialmente, y EL ESPAÑOL hace un exhaustivo repaso por su vida y obra con motivo de estos premios. Su constante lucha y promulgación de libertades y derechos humanos llevó a Marjane Satatrapi a recibir el galardón de Princesa de Asturias, aunque su vida ha estado marcada por grandes contratiempos y desgracias.
Marjane Satrapi nació en la localidad de Rasht (Irán) en el año 1969. Concretamente el 22 de noviembre, por lo que apenas queda un mes para que la iraní sople las velas por su 55 cumpleaños. Y es que, aunque ha sido este 2024 cuando Satrapi recibirá el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, lo cierto es que siempre ha tenido muy claro que su objetivo en la vida era gritar a viva voz las injusticias que estaba viviendo en su país.
Desde pequeña, Marjane siempre ha manifestado su deseo de llevar a sus compatriotitas una libertad que, a día de hoy, el país iraní continúa ansiando. Y es que su infancia ha estado marcada por el régimen de Irán y la privatización de derechos y libertades que éste conllevaba.
Aunque Satrapi estudiaba en Teherán en una escuela laica, mixta y bilingüe, tuvo que ponerse el velo como el resto de sus compañeras y ver cómo las niñas eran separadas de sus amigos varones. A los diez años vivió esas injusticias desde la frustración y la rebeldía, tal y como recuerda en una de su famosa obra Persépolis.
Fue entonces cuando Marjane comenzó a desafiar al régimen, vistiendo ropa occidental, escuchando punk y asaltando a sus profesores con preguntas incómodas y acusaciones de tergiversar la realidad. Unas decisiones que llevaron a sus padres a enviarla en el año 1983 a Viena para que continuara con sus estudios. Sin embargo, ni su llegada a Europa consiguió arrebatar a Marjane Satrapi su faceta revolucionaria.
Al poco tiempo de estabilizarse en territorio occidental, la iraní siguió desafiando a la autoridad y fue expulsada de una residencia de monjas. Un hecho que le llevó a tener que vivir en la calle, cogiendo una bronquitis que casi le lleva a la muerte y por la que tuvo que regresar a su país.
No obstante, lejos de sentir su vuelta a casa como algo positivo, Marjane sentiría como una extranjera, pero sus ganas por formarse y sacar a su nación adelante le llevaron a estudiar Bellas Artes en la Universidad de Teherán, retratando a modelos que en lugar de posar desnudas estaban cubiertas por un velo.
A sus escasos 21 años de edad tuvo que hacer frente a uno de los momentos más convulsos de su vida, pues una depresión en la que estaba sumida le llevó a casarse, buscando una falsa salida a la opresión. Pero, como era de esperar, su matrimonio fue todo un fracaso y abandonó de nuevo el país para estudiar en la Escuela de Artes Decorativas de Estrasburgo y, posteriormente, trasladarse a París, donde actualmente sigue residiendo.
Si bien su vida no ha sido un camino de rosas desde su infancia hasta el día de hoy, lo cierto es que el hecho de que se le haya concedido el Princesa de Asturias en la categoría de Comunicación y Humanidades muestra que la lucha de Satrapi por defender los derechos y libertades está teniendo su recompensa a nivel internacional.
Sin embargo, lejos de conformarse con recibir el reconocido galardón, la iraní insiste en seguir denunciando injusticias, como la de Josep Borrell (77) con respecto a la Guardia Revolucionaria Islámica como organización terrorista. "El impacto real de este premio llegará el día en que se reconozca ese Estado como un Estado terrorista. Borrell dice que no. Pero Irán está llevando a cabo cinco guerras en Irak, Líbano o Siria… Estos grupos terroristas no funcionarían sin la ayuda de Irán. ¿Qué más pruebas necesitan para declararlos terroristas?", señaló Marjane en una reciente rueda de prensa.
A pesar de que en un principio no estaba prevista su presencia en la ceremonia por "circunstancias personales y familiares graves sobrevenidas", lo cierto es que en la mañana de este viernes, 25 de octubre, Satrapi se daba cita en el Hotel Reconquista con motivo de la audiencia de los galardonados.