Hay un nombre propio que está ocupando horas y horas de televisión y titulares en prensa escrita desde hace unos días: el de Íñigo Errejón (40 años). Todo estalló hace una semana, cuando la periodista Cristina Fallarás (56) compartió con sus seguidores un testimonio de una presunta víctima de un conocido político, al que no puso nombre.
Los focos no tardaron en situarse sobre el hasta entonces portavoz de Sumar en el Congreso. Unos días después, él comunicó su dimisión como miembro del partido. Sería a partir de entonces cuando un alud de informaciones y testimonios le señalarían directamente. Entre ellas, la denuncia que interpuso la actriz Elisa Mouliaá (35) en su contra y donde habló de un episodio traumático junto al político.
Desde entonces no han dejado de sucederse las opiniones sobre el caso por parte de rostros conocidos de la pequeña pantalla, de la política y de la cultura. Uno de los últimos en pronunciarse ha sido Alessandro Lequio (64). El habitual colaborador de televisión, que suele utilizar sus participaciones en el programa de Telecinco para hablar, esta vez ha utilizado otro canal diferente: sus redes sociales.
"Cuanto más escucho, más me escandaliza la historia. Sobre todo, por el silencio de todas esas personas que en otros casos están en primera línea de saludo tan pronto como surge el escándalo. En esta historia ni se las ha visto ni se las espera", comienza el escrito que ha publicado en sus redes sociales y que ha compartido junto a una fotografía del Íñigo Errejón.
Y continúa exponiendo su punto de vista, comparando el comunicado emitido por Rita Maestre (36) en la tarde de este domingo, 27 de octubre, con el polémico divorcio de dos conocidos rostros habituales en la prensa del corazón a principios de siglo. "Anoche, cuando leía la carta de Rita Maestre en la que dice que Íñigo era un buen novio que regresaba a casa me acordé un montón de cuando Mayte Zaldívar contaba que Julián Muñoz tendría sus cosas, pero a la hora de la cena estaba en casa".
Cada vez se van conociendo los testimonios de más víctimas que señalan al exportavoz de Sumar y comparten algunos de estos episodios junto a él. Por el momento, el político no ha hecho ningún tipo de declaración después de que todo saltase por los aires.
"Con tanta historia como estamos conociendo cada vez estoy más convencido de que sexualmente soy una de las personas más normalitas del mundo", concluye la reflexión que ha compartido y que en poco más de una hora ya acumula más de 1.000 Me gustas.
El caso de Íñigo Errejón ha iniciado un movimiento de muchas mujeres que están dando el paso a relatar testimonios de violencia sexual que han vivido en primera persona. "Es la punta del iceberg", ha defendido Cristina Fallarás en su última intervención. "Poco poco vamos avanzando. El avance de las mujeres es lento porque estamos utilizando herramientas que no son las del patriarcado, no es la policía y los juzgados. Hay otros cauces, que son nuevos y llevan su tiempo".