Hace unos días, EL ESPAÑOL informó que Enriqueta y Emilio, los padres de Enrique Ponce (52 años), estaban bien y su domicilio de Chiva, en Valencia, no se había visto afectado por los devastadores efectos de la DANA.
Tan sólo pequeños desperfectos fácilmente subsanados, en comparación con otras catástrofes que tanto en dicho municipio como en sus alrededores han sembrado la destrucción. "Por suerte, todos sus familiares está bien", deslizó a este diario Rubén Arijo, el mozo de espadas de Ponce.
No obstante, el negocio familiar de los progenitores del diestro sí se ha visto dañado y arrasado por la DANA. Así lo avanzado Look en exclusiva. Si bien el citado medio no concreta la naturaleza del negocio de los suegros de Ana Soria (26), sí asevera que éste ha padecido los estragos de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA).
Desplazados hasta Chiva, una fuente bien informada detalla lo que sigue: "Han perdido -los padres de Enrique- recuerdos familiares de generaciones". El establecimiento, pues, ha sufrido daños estructurales y se encuentra en estos momentos, siempre según estas fuentes, destrozado.
"Todo lo de abajo se les ha estropeado. Ha sido totalmente arrasado, han tenido que tirar todo lo que había dentro, que era de sus padres…A fin de cuentas recuerdos muy íntimos", se agrega desde el portal de crónica social de Okdiario. Conviene aclarar, como sostuvo EL ESPAÑOL, que la desgracia aconteció cuando Ponce estaba en Lima, toreando.
El diestro se trasladó esa fatídica semana a dicho país para despedirse de las plazas de un lugar al que guarda gran cariño, Acho. El torero se despidió con una gran faena el pasado día 3 de noviembre, en un mano a mano junto al peruano Joaquín Galdós y ante toros de El Pilar.
El exmarido de Paloma Cuevas (52) ha comenzado así su gira americana, que durará hasta febrero o marzo de 2025 y estará compuesta de cerca de seis faenas. Este periódico pudo conocer que Enrique vivió unas horas de angustia y estuvo cerca de la tragedia.
Estuvo muy pendiente de su familia y respiró aliviado cuando supo que los suyos estaban bien y a salvo. Ponce ha seguido de cerca la desgracia, está muy implicado y quien lo sabe sostiene que su corrida en Lima, como es natural, peligró hasta que se le informó que, a nivel familiar, no había de qué preocuparse.
"Él, claro, ha aportado su ayuda, pero no es de hacerlo público y hacerse la foto", se deslizó a este medio. En los últimos días, el tío de Ponce, Leandro Martínez, ha intervenido en Y ahora Sonsoles.
"Como esto, no he visto nada. Pasamos mucho miedo. Viendo gente cómo pasaba dentro de los coches dando vueltas Mi mujer bajó para ver el bajo, pero le pedí que subiera rápido. La puerta casi se viene abajo", manifestó Leandro.
Días antes, el propio torero rompió su silencio tras regresar a Madrid. "Gracias a Dios mi familia bien, pero todo es muy triste. El pueblo está devastado, como se ha visto en todas las noticias. Mando mi apoyo y solidaridad a toda la Comunidad Valenciana y a los pueblos de Albacete, que también han sido muy afectados, en especial a mi pueblo, Chiva", manifestó.
"Haremos lo que podamos, en lo que podamos ayudar. En cuanto llegue a Chiva a ver a mis padres y vea cómo está todo. Todo bien, gracias", apostilló.